tag:blogger.com,1999:blog-73474829983901770792024-03-14T07:16:23.615+01:00Próximo OrienteHISTORIA, POLÍTICA Y SOCIEDAD
DE ORIENTE PRÓXIMOIgnacio Álvarez-Ossoriohttp://www.blogger.com/profile/04898622516629492831noreply@blogger.comBlogger744125tag:blogger.com,1999:blog-7347482998390177079.post-87882235716163999072022-10-16T16:53:00.002+02:002022-10-16T16:53:34.823+02:00Nuevo libro sobre Qatar<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Después de varios meses de espera, esta semana ha salido publicado nuestro libro "Qatar. La perla del Golfo" en el que pretendemos aportar un poco de luz sobre este pequeño emirato del golfo Arábigo. En los últimos años ha sido atacado por las penosas condiciones laborales de los trabajadores asiáticos y por sus vínculos con diversas organizaciones islamistas, pero Qatar es mucho más que eso. Por eso hemos considerado necesario ir hasta el siglo XIX para intentar explicar las razones del fulgurante ascenso de dicho país, que se ha consagrado como uno de los actores más dinámicos de la región, y que entre noviembre y diciembre será sede de la Copa Mundial de Fútbol. Aquí os dejo el prólogo de nuestro libro, que recientemente ha publicado el diario <a href="https://www.elindependiente.com/internacional/2022/10/15/qatar-la-perla-del-golfo/">El Independiente</a>. </span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCclJsrSCjc57E0fSVL5cJSzdh4fdjheffZTO7ogXw9uWVWtaNCYYTwiN8ovNiGOLfXqWu-UbFFU3uEjWpTQHf3lAcQaYv6iGrozrsFmcpcA4LIYWkty3boNBMN0grdS1dp4wl3-xt_qexKWVlX6WzP1AQGoL_tPc4ZByNObnji8ARSowfu2QQkQqK/s1080/1080x1080_Qatar.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1080" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCclJsrSCjc57E0fSVL5cJSzdh4fdjheffZTO7ogXw9uWVWtaNCYYTwiN8ovNiGOLfXqWu-UbFFU3uEjWpTQHf3lAcQaYv6iGrozrsFmcpcA4LIYWkty3boNBMN0grdS1dp4wl3-xt_qexKWVlX6WzP1AQGoL_tPc4ZByNObnji8ARSowfu2QQkQqK/w400-h400/1080x1080_Qatar.jpg" width="400" /></a></div><br /><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br /></span><p></p><p><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD">El mundo árabe
en general y la región del Golfo Arábigo (llamado Pérsico por los iraníes) en
particular siguen siendo unos grandes desconocidos para el público español. Más
allá de las imágenes distorsionadas sobre jeques opulentos, mujeres obligadas a
cubrirse de pies a cabeza y ciudades fabulosas erigidas en mitad del desierto se
carece de información fidedigna de los países y sociedades del Golfo</span></span><span lang="ES-TRAD" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">. Suele aducirse como pretexto la
enorme distancia que nos separa o la ausencia de relaciones históricas entre
ambos países. En realidad, no somos unos completos desconocidos, ya que algunas
tribus procedentes de la Península Arábiga se establecieron en la Península
Ibérica a comienzos del siglo VIII, donde jugaron un papel relevante en los emiratos,
califatos y taifas que se sucedieron, durante un periodo de casi ocho siglos,
en Al Ándalus. Una parte indispensable de nuestra historia que, desgraciadamente,
muchos consideran una mera nota a pie de página.</span></span></p><p><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD">La celebración
de la Copa Mundial de Fútbol nos ofrece una excelente oportunidad para tratar
de desentrañar algunos de los secretos que esconde Qatar. Un emirato de apenas
11.596 kilómetros cuadrados, aproximadamente la extensión de la Comunidad de
Murcia, que, aun compartiendo con el resto de petromonarquías del Golfo una
serie de elementos comúnes, tiene sus propias dinámicas</span></span><span lang="ES-TRAD" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">. La dinastía Al Thani, que
llegó al poder hace unos 150 años, ha conseguido fortalecer su posición gracias
a las formidables reservas de petróleo y gas. De hecho, </span><span style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD">el emirato alberga la
tercera bolsa de gas más grande del mundo y es el primer productor de gas
licuado, lo que le ha permitido convertirse en uno de los países con mayor
renta por habitante (67.470 dólares en PIB per cápita en 2022, casi el doble
que España), máxime si tomamos en consideración que este maná gasístico apenas
debe repartirse entre 330.000 qataríes, algo más del 10% de la población total.</span></span><span lang="ES-TRAD" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"> Todo ello contrasta
abiertamente con los humildes orígenes del emirato, cuyos escasos habitantes
-en 1930, la población apenas superaba las 10.000 personas-, se dedicaban a las
perlas, la ganadería o el comercio a pequeña escala. </span><span style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD">Quién habría podido
imaginar que una diminuta península habitada por pescadores y camelleros a
comienzos del siglo XX se habría de convertir, entrados ya en el s. XXI, en un
verdadero emporio económico, comercial y empresarial.</span></span></span></p><p><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">En las últimas décadas,
en particular tras el ascenso al trono del emir Hamad bin Khalifa Al Thani en
1995, el peso específico de Qatar ha aumentado de manera considerable, en paralelo
con el aumento de los precios del gas y el petróleo.</span><span lang="ES-TRAD" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">De este dinamismo da
buena cuenta </span><span style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Doha, cuyo impresionante <i><span lang="ES-TRAD">skyline</span></i><span lang="ES-TRAD"> compite asimismo con el de
otras ciudades del entorno como Abu Dabi o Dubai, al igual que sus museos de
diseño, sus prestigiosas universidades y sus florecientes compañías
mercantiles. Obviamente, el peso específico de Qatar no puede compararse con el
de sus vecinos, mucho más importantes en términos demográficos y económicos;
sin embargo, nunca antes un país tan pequeño y tan joven había conseguido
tamaña relevancia a escala mundial.</span></span></span></p><p><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD">En apenas unas
décadas, las inversiones qataríes se han convertido en referente en Nueva York,
Londres y París; sus fondos de inversión han llegado incluso a los clubes de
fútbol más prestigiosos como el Paris Saint-Germain</span></span><span lang="ES-TRAD" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">; sus petrodólares sostienen
medios de comunicación, multinacionales y proyectos empresariales que se
entremezclan en una tupida red de intereses y conexiones planetarias; su
diplomacia participa, unas veces con mayor acierto que otras, en el intento de mediar
en conflictos regionales enquistados (el palestino-israelí, el libanés, el
iraní, el afgano o el libio), al tiempo que acoge bases militares turcas y
estadounidenses en su territorio sin dejar de procurar relaciones cordiales con
Irán, Rusia y China. El “estadillo insignificante” al que se refería
despectivamente un ministro de exteriores saudí en los ochenta <a name="_Hlk107558793">–</a>“Qatar es a Arabia Saudí lo que un mosquito a un
elefante; cuando lo pica, se siente orgulloso de sí mismo, pero el paquidermo
no se da ni cuenta”– se ha convertido en un actor internacional de relevancia,
capaz incluso de salir airoso de un embargo por tierra, mar y aire de tres años
de duración, decretado por sus veleidosos vecinos en 2017.</span></span></p><p><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD">La bonanza
económica le ha permitido establecer uno de los fondos soberanos más
importantes del mundo, que en la actualidad gestiona un patrimonio de 450.000
millones de dólares. Qatar Investment Authority invierte en sectores punteros
de la economía europea como bancos, eléctricas, aeropuertos, marcas de lujo, grandes
almacenes o medios de comunicación. Pero no sólo en Europa: en nuestro país, sus
inversiones se han concentrado en Iberdrola, Iberia, Inmobiliaria Colonial o el
Grupo Prisa</span></span><span lang="ES-TRAD" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">.</span><span lang="ES-TRAD" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"> Y los vínculos comerciales y empresariales van a más, como
muestran los acuerdos surgidos de la visita oficial del emir Tamim a Madrid en
la primavera de 2022, que se saldaron con nuevas inversiones por valor de 5.000
millones de dólares.</span></span></p><p><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD">Qatar también
ha puesto en marcha la cadena de televisión Al Jazeera, la de mayor audiencia
en el mundo árabe, considerada una herramienta más de su ambiciosa política
exterior. Por otra parte, el emirato dispone de una de las líneas aéreas más
modernas del mundo: Qatar Airways, que mantiene una flota de 200 aviones y
vuela a 150 destinos internacionales</span></span><span lang="ES-TRAD" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">. El Aeropuerto Internacional Hamad se ha
convertido en un puente de comunicación indispensable entre Europa y el Extremo
Oriente, en continua competencia con otros <i>hubs </i>de conexión aérea
instalados en la región.</span></span></p><p><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Precisamente este
intento de situar a Qatar en el mapa y plantear una política exterior y una
economía autónomas está detrás de las tensiones que le enfrentan con sus
vecinos: Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin, que mantienen una
fuerte rivalidad en los ámbitos político y económico, pero también deportivo y
cultural. </span><span style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD">Doha
intenta ganar peso específico frente a sus rivales, proyectándose como una
potencia regional a tener en cuenta por medio de herramientas de “poder blando”
(<i>soft power</i>) con las que contrarrestar el “poder duro” (<i>hard power</i>)
de sus vecinos.</span></span></span></p><p><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD" style="text-align: justify;">La
presencia de vecinos poderosos, manifiestamente hostiles en algunos casos,
sobredimensionada por la falta de unas fuerzas armadas propias dignas de tal
nombre, se ha convertido en una espada de Damocles que pende sobre su futuro. </span><span style="text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD">Conscientes de su
vulnerabilidad, los gobernantes qataríes han intentado blindar la supervivencia
del país mediante la conformación de alianzas con las potencias internacionales.
De ahí que, tras el final de la dominación británica, Qatar forjase una
asociación estratégica con Estados Unidos, que dispone de su mayor base militar
aérea en Oriente Medio en la localidad Al Udeid, a las afueras de Doha. Sus
exportaciones de gas licuado a China, India, Japón o Reino Unido constituyen,
igualmente, una forma de garantizarse el apoyo de dichas potencias en caso de
potenciales amenazas.</span></span></span></p><p><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span lang="ES-TRAD" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">En este fulgurante ascenso hay algo que choca a cualquier observador
perspicaz: el intento de conciliar la rampante modernidad con una tradición que
puede resultar arcaica según el prisma con que se mire. </span><span style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD">La misma portada de este libro nos muestra un fragmento del <i>skyline</i>
de Doha, una ciudad-Estado que concentra a más del 80% de la población del
emirato, y, frente a ella, un <i>dhow</i>, la embarcación artesanal de madera
en la que se embarcaban los buceadores de perlas en el pasado</span></span><span lang="ES-TRAD" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">. Otra
muestra del peso notable de la tradición en los usos y costumbres de los
qataríes podemos hallarlo en la vestimenta: los hombres suelen vestir los
consabidos <i>thob </i>de color blanco, tocados con el <i>shamag</i> (pañuelo que cubre la cabeza) y el <i>iqal</i> (cordón grueso de
color negro que mantiene a este sujeto), mientras que las mujeres se mantienen
fieles a la <i>abaya</i> o túnica negra.</span></span></p><p><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Se trata de una política de Estado destinada a mantener viva la memoria
de su historia y tradiciones, antes de que terminen devoradas por el apetito
insaciable de una fiebre urbanística sin límite. En el ánimo de restaurar de antiguas
ciudades, fortalezas o zocos destaca el propósito de preservar la autenticidad
arquitectónica, cultural e identitaria qatarí, algo que queda claramente patente
en el zoco Waqif de Doha o la ciudad de Zubara. O en el interés en promocionar
actividades enraizadas en las costumbres sociales y económicas de los qataríes,
como la cetrería (</span><i style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">qasara</i><span style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">) o las carreras de camellos (</span><i style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">sibaq al-hayan</i><span style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">).
Esta tendencia sirve también para cimentar una de las grandes apuestas del
gobierno: el turismo, incluido el de convenciones y grandes eventos culturales
y científicos, que se quieren presentar como alternativa a un hipotético
declive de los hidrocarburos. De ahí el fulgurante desarrollo de sus líneas
aéreas, instalaciones hoteleras e infraestructuras de todo tipo.</span></span></p><p><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD">No obstante, a pesar de esta radical
transformación, podemos decir que la sociedad qatarí sigue ligada a valores
tradicionales profundamente conservadores. Por ejemplo, el factor tribal, la
consanguinidad o el linaje siguen pesando. El ascenso social está en numerosas
ocasiones condicionado por la <i>qabila </i>o tribu a la que pertenezca el
individuo. </span></span><span lang="ES-TRAD" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">Para tratar de afianzarse en el poder, las dinastías
del Golfo intentaron imponer su autoridad al conjunto de las tribus, proceso
que chocó con fuertes resistencias. La dinastía saudí fue la que fue más lejos
al incluir su apellido en el nombre del reino. En Qatar no se llegó a tanto,
pero sí resulta evidente que los Al Thani han conseguido asentar su posición y
consagrar la imagen de que su pervivencia en el poder es esencial para el
mantenimiento del Estado mismo.</span></span></p><p><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD">El sistema de gobierno qatarí queda muy lejos
de los criterios democráticos básicos, ya que los Al Thani rigen el país con un
amplísimo margen de maniobra ante la inexistencia de partidos políticos y
sindicatos, prohibidos por ley</span></span><span lang="ES-TRAD" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">. Empero, no se aprecia una demanda de apertura
política por parte de la población con nacionalidad qatarí. Junto con la falta
de tradición democrática en la zona y el peso de la tradición y las relaciones
intertribales, el factor demográfico <a name="_Hlk107559105">–</a>una población
árabe minoritaria frente a una mayoría extranjera, compuesta por trabajadores
temporales– contribuye a explicar la solidez de un “contrato social” no escrito
entre los ciudadanos qataríes y sus gobernantes.</span></span></p><p><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">La religión islámica aporta otro de los grandes pilares en la vida de los
qataríes. La inmensa mayoría de estos se declara musulmán practicante, en un Estado
cuyo rito oficial es el wahabí, al igual que en Arabia Saudí, aplicado no
obstante de un modo mucho menos rigorista que en el vecino reino.</span><span style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">El islam compone un elemento sustancial en la
relación establecida entre gobernantes y súbditos; y no se pueden entender las
realidades básicas de la sociedad local sin prestar atención a su enorme influjo,
en especial en el ámbito familiar, o la percepción “puritana” de los ciudadanos
sobre asuntos como la homosexualidad o las relaciones extramaritales. En lo anterior,
la sociedad qatarí no difiere en exceso de las del resto de los países del
Golfo, si bien podemos emplazarla entre las más tolerantes y abiertas dentro de
sus limitaciones.</span></span></p><p><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD">El 2 de diciembre de 2010 significó un punto de
inflexión en la breve historia de Qatar. Ese día, la FIFA la eligió, en un
proceso sumamente controvertido, para organizar la Copa Mundial del Fútbol de
2022. Se culminaba así un ambicioso proyecto centrado en patrocinar eventos
deportivos de gran resonancia como el Gran Premio de Qatar MotoGP, el GP de
Fórmula I, los Juegos de Asia, la Copa de Asia de Fútbol, el Campeonato Mundial
de Balonmano, la Copa Mundial de Gimnasia Artística, el Mundial de Atletismo o
la Copa Árabe de Fútbol, por citar tan sólo algunos ejemplos</span></span><span lang="ES-TRAD" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">.</span></span></p><p><span style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">A partir de entonces se inició un faraónico plan dotado de una inversión de
200.000 millones de dólares. Las obras públicas incluían la construcción o
acondicionamiento de ocho estadios olímpicos equipados con la última tecnología,
junto con un sinfín de infraestructuras para transporte, alojamiento y
entretenimiento de los visitantes. Dichas obras no se habrían completado sin la
decisiva contribución de cientos de miles de trabajadores extranjeros,
provenientes en su mayoría del subcontinente asiático. Buena parte de ellos
sufrió una evidente explotación laboral con jornadas maratonianas en
condiciones climáticas extremas, lo que provocó centenares de muertes.</span></span></p><p><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD">Las denuncias de diversas organizaciones de
derechos humanos pusieron sobre la mesa, una vez más, la controvertida
pervivencia del sistema de la <i>kafala</i>, que obliga a los trabajadores
extranjeros a asociarse con un <i>kafil </i>o patrón que suele quedarse con una
porción de su salario y confisca sus documentos oficiales</span></span><span lang="ES-TRAD" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">. Desde
entonces ha llovido mucho y, ahora, el gobierno ha tomado medidas enérgicas
destinadas a suprimir dicho sistema con resultados desiguales según se mire: satisfactorios,
para las autoridades locales e instituciones gubernamentales extranjeras,
insuficientes a decir de algunas ONG y defensores de los derechos humanos. Como
quiera que sea, la cuestión de la explotación laboral de la mano de obra
foránea resucitó las acusaciones de “neoesclavismo” formuladas recurrentemente
contra Qatar y el resto de los países de la región, incidiendo así en el pasado
esclavista de todos ellos. En nuestro emirato, sin ir más lejos, se mantuvo
vigente hasta 1952.</span></span></p><p><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span lang="ES-TRAD">La concesión del Mundial se convirtió, además,
en un arma de doble filo para los dirigentes qataríes, ya que puso todo el foco
mediático sobre su creciente protagonismo internacional. Muchas voces
denunciaron que los ingentes ingresos obtenidos por la venta de hidrocarburos
habían contribuido a financiar a diferentes actores islamistas con dudosas
credenciales democráticas, entre ellos los Hermanos Musulmanes egipcios o el
Hamas palestino. Al mismo tiempo se denunció que el emirato tendiera puentes
con los talibanes afganos o diferentes grupos yihadistas sirios</span></span><span lang="ES-TRAD" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">. Precisamente
estas amistades peligrosas sirvieron de justificante para que algunos vecinos,
entre ellos Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, impusieran un bloqueo por
tierra, mar y aire entre 2017 y 2021, del que Qatar logró salir, contra todo
pronóstico, airoso.</span></span></p><p><span style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Hoy en día, con el nuevo contexto surgido de la invasión rusa de Ucrania
y la consecuente situación de inestabilidad económica y política mundial, Qatar
ha reforzado su condición de actor internacional emergente, gracias a la
importancia de sus riquezas gasísticas y su condición de interlocutor de
prestigio entre Oriente y Occidente. Un motivo más para intentar descubrir los
secretos de esta verdadera “perla del Golfo” en la que no siempre es nácar todo
lo que reluce.</span></span></p>Ignacio Álvarez-Ossoriohttp://www.blogger.com/profile/04898622516629492831noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7347482998390177079.post-80522229823934367512022-05-17T11:33:00.003+02:002022-05-17T11:40:17.485+02:00Rusia y el Golfo: amistades peligrosas<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Esta semana publico en <a href="https://www.elperiodico.com/es/opinion/20220512/articulo-ignacio-martinez-ossorio-petroleo-rusia-golfo-amistades-peligrosas-13646986">El Periódico</a> este artículo sobre las intensas relaciones de Rusia con algunos de los países del Golfo y, en particular, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos.</span></p><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El impacto de la invasión rusa de
Ucrania se ha dejado sentir en todo el mundo, incluido el golfo Pérsico. Esta
región concentra la mitad de los yacimientos de petróleo y gas del mundo y, por
lo tanto, podría desempeñar un papel crucial a la hora de frenar la escalada de
precios de los hidrocarburos y, así, aliviar la crisis energética en la que
estamos inmersos que, de agravarse, podría provocar una aguda recesión. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQyyDvMj7h8al2sDlQSwMPj1S7Hnyh7RE4AjBlUG5E1ZYA49Fp9UALdq2z55jgFbbRRqzvw_uYtZI5JVpA_jTdHsEbpxQps7NLeFgnViHL5F8j79MLtfO84nYp4LLImXeL7CzgECZQ9z3koM5Fralffzp3d1jLMdmk3PLV_fV3iZHkO96UTpp4Gpuy/s1500/Putin%205.webp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1000" data-original-width="1500" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQyyDvMj7h8al2sDlQSwMPj1S7Hnyh7RE4AjBlUG5E1ZYA49Fp9UALdq2z55jgFbbRRqzvw_uYtZI5JVpA_jTdHsEbpxQps7NLeFgnViHL5F8j79MLtfO84nYp4LLImXeL7CzgECZQ9z3koM5Fralffzp3d1jLMdmk3PLV_fV3iZHkO96UTpp4Gpuy/w640-h426/Putin%205.webp" width="640" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><span style="font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">Como se suele decir, el balón
está ahora en el camp</span><span style="font-family: georgia;">o de Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos: dos de los
principales miembros de la OPEP, responsable de la mitad de la producción
mundial de petróleo. En los últimos doce meses, el barril de crudo se ha
encarecido un 66%, lo que ha convertido a Aramco, la compañía estatal saudí, en
la de mayor capitalización bursátil por delante de Apple. A pesar de las
intensas presiones por parte de EEUU para que intensifiquen su ritmo de
producción, los dirigentes de ambos países han dado la callada por respuesta en
un claro desplante al presidente Joe Biden, al que ni tan siquiera han cogido
el teléfono. Esta desafiante actitud evidencia que el Pacto del Quincey de
1945, por el que Washington se comprometía a garantizar la supervivencia de la
dinastía saudí a cambio de que mantuviera los precios de crudo estables, puede
darse por amortizado.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">En las últimas dos décadas, EEUU
no ha dejado de perder terreno en Oriente Próximo no sólo por las políticas
aventuristas de George W. Bush en Irak y Afganistán, sino también por el
progresivo repliegue de la región anunciado por Barack Obama con el objeto de
centrarse en el sudeste asiático. Este giro viene a replantear el orden
monopolar establecido tras la Guerra Fría y a sentar las bases de un orden
multipolar en el que China y Rusia pretenden asumir un mayor protagonismo. De
ahí que los tradicionales aliados de EEUU en la región estén replanteándose sus
políticas exteriores para reajustarlas a este nuevo escenario.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">La prioridad absoluta de Arabia
Saudí y Emiratos es garantizar su supervivencia en un entorno hostil
caracterizado por el ascenso de Irán, al que ambos consideran la principal amenaza
para su seguridad. Según esta perspectiva, EEUU ha dejado de ser un socio
fiable por lo que es indispensable buscar un nuevo protector en un contexto
cada vez más inestable. Es aquí donde aparece Israel, la única potencia nuclear
de Oriente Próximo, que en los últimos años ha establecido unas estrechas
relaciones con ambos países como evidencian los Acuerdos de Abraham.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">Este realineamiento fue acelerado
por las Primaveras Árabes, que fueron percibidas por las petromonarquías como
una amenaza existencial. También Rusia contempló con alarma estas
movilizaciones antiautoritarias, que consideró inspiradas por EEUU y un nuevo
eslabón de las ‘revoluciones de colores’ que sacudieron Georgia, Ucrania y
Kirguizistán entre 2003 y 2005. En este sentido, podemos establecer un
paralelismo entre Vladimir Putin, Mohamed Bin Salman y Mohamed Bin Zayed, los
príncipes herederos saudí y emiratí, ya que los tres son firmes defensores del
mantenimiento de statu quo autoritario y tienen una evidente aversión hacia la
democracia, </span><span style="font-family: georgia;">las libertades y los derechos humanos.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">De ahí que el presidente Putin se
haya encontrado a dos inesperados aliados precisamente en el momento más
delicado de su presidencia. El rechazo saudí y emiratí a incrementar la
producción de petróleo o respaldar las sanciones internacionales contra Rusia
es una muestra no sólo de su distanciamiento de EEUU, sino también de su posicionamiento
a favor de Putin, que no ha dudado en recurrir al chantaje energético para tratar
de obligar a la UE a replantear su respaldo militar a Ucrania. Debe recordarse
que el esfuerzo bélico ruso sólo será sostenible mientras los precios de los
hidrocarburos mantengan su escalada.</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia;">No obstante, esta arriesgada
apuesta entraña no pocos riesgos, sobre todo si Putin fracasara en su empeño y,
con ello, se viera obligado a renunciar a sus sueños imperiales. En dicho caso,
el desafío del dúo saudí-emiratí podría saldarse con un estrepitoso fracaso
que, sin duda, tendría graves consecuencias en las relaciones de ambos países
con EEUU y la UE.</span></div></span><div><br /><p></p></div>Ignacio Álvarez-Ossoriohttp://www.blogger.com/profile/04898622516629492831noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7347482998390177079.post-41701776374174787792022-03-23T21:10:00.004+01:002022-03-23T21:16:57.534+01:00Argelia, el gas y el Sáhara<p><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Hoy publico en el diario El Periódico este artículo titulado "<a href="https://www.elperiodico.com/es/opinion/20220323/articulo-ignacio-alvarez-ossorio-incognita-argelina-sahara-gas-13419149" target="_blank">La incógnita argelina</a>" en el que hablo de la decisión del gobierno español de apostar por una solución a la cuestión saharaui dentro de Marruecos. Una pésima noticia, se lea por dónde se lea.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Con nocturnidad y alevosía, el
gobierno español ha claudicado ante Marruecos en la cuestión del Sáhara. Para
la historia de la infamia quedará la carta de garantías que el presidente Pedro
Sánchez envió a Rabat en la que reconocía “la iniciativa marroquí de autonomía
como la base más seria, realista y creíble” para la resolución del conflicto,
lo que implica abandonar a su suerte a la antigua colonia española y al derecho
de autodeterminación del pueblo saharaui.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">A pesar de la relevancia de este
paso, que además rompe con uno de los tradicionales consensos de la política
exterior española, todavía seguimos esperando respuestas a numerosas preguntas.
¿Qué ha obtenido España a cambio? ¿Frenará Marruecos los flujos migratorios y
renunciará a sus reivindicaciones sobre Ceuta y Melilla? ¿Estaba Argelia
informada de la decisión? ¿Adoptará Argel represalias contra España, sobre todo
en el terreno energético? En definitiva, ¿contribuirá esta decisión a
estabilizar la frontera sur o, por el contrario, desencadenará nuevas turbulencias?<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMmiTJT8lk9atOrum5T6AH5lNnA89GnfZlvTNjbb_tXMQmY72aLyOZhGKS20EjnLWKj8u6bu8K7mioN3RH2T3SHKYr2wMPsWgwivxBHqAb5fjMFNFnnrQORLxroQkqbAtryi7c4kQtzmJ_C0l9NjUpTGKUT8WB4K-Nyk3zvBhjg3yXG3muZl2-uRfA/s1830/190322-Medgaz.gif" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1434" data-original-width="1830" height="502" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMmiTJT8lk9atOrum5T6AH5lNnA89GnfZlvTNjbb_tXMQmY72aLyOZhGKS20EjnLWKj8u6bu8K7mioN3RH2T3SHKYr2wMPsWgwivxBHqAb5fjMFNFnnrQORLxroQkqbAtryi7c4kQtzmJ_C0l9NjUpTGKUT8WB4K-Nyk3zvBhjg3yXG3muZl2-uRfA/w640-h502/190322-Medgaz.gif" width="640" /></a></div><br /><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><br /></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Pese a la gravedad de la
situación, Argelia todavía no ha adoptado medidas enérgicas, más allá de la
previsible llamada a consultas de su embajador. Debe tenerse en cuenta que
Argelia ha sido en el pasado el principal suministrador de gas de España,
aunque en los últimos años esta dependencia se ha reducido de manera notable.
Si hace cinco años, las importaciones de gas argelino representaban la mitad
del gas que consumíamos, hoy apenas alcanzan una cuarta parte. Las razones hay
que buscarlas no sólo en la actual crisis de Ucrania, sino en el cierre del
gaseoducto Magreb-Europa que atravesaba el territorio marroquí el pasado 31 de
octubre.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">En este sentido, las pésimas
relaciones entre Argel y Rabat han terminado pasando factura a España. En
agosto de 2021, Argelia rompió sus relaciones diplomáticas con Marruecos
después de varios años de desencuentros y con la cuestión saharaui como
principal, pero no único, motivo de controversia. Las tensiones entre dichos
países magrebíes no son nuevas, ya que arrancan con la independencia argelina
en 1962 y se agravan con la ocupación marroquí del Sáhara en 1975. Desde
entonces, Argel se han distinguido como el principal respaldo del Frente Polisario
y ha acogido en su territorio a miles de saharauis, repartidos en los
campamentos de Tinduf donde malviven 175.000 refugiados. Antes de abandonar la
Casa Blanca, el presidente Donald Trump reconoció la soberanía marroquí sobre
el Sáhara a cambio de que Marruecos normalizase sus relaciones con Israel. La
gota que desbordó el vaso fue el empleo por Marruecos del programa israelí Pegasus
para espiar a diferentes responsables del régimen argelino.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">A pesar del creciente malestar de
nuestro vecino, el gobierno español sigue considerando a Argelia como un “socio
fiable” y descarta la interrupción del flujo de hidrocarburos. España es el
segundo importador de gas y el quinto de petróleo de Argelia. Sólo en 2021, nuestro
vecino ingresó 4.300 millones de euros por la venta de hidrocarburos a nuestro
país. De hecho, las exportaciones de petróleo y gas representan el 60% de los
ingresos del país magrebí. Gracias a ellas puede garantizar el funcionamiento
de una economía rentista y comprar cierta paz social por medio de la subvención
de productos de primera necesidad como el pan, el azúcar o el aceite.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span style="text-align: left;">No obstante, en el horizonte se vislumbran tormentas. Aunque Europa ha
sido el principal socio comercial de Argelia desde su independencia, en los
últimos años se aprecia un cambio de tendencia con la irrupción en escena de
China y Rusia. Como es sabido, China necesita hidrocarburos para que su milagro
económico no se frene, lo que le ha llevado a fortalecer sus relaciones con
Argelia hasta convertirse, en la actualidad, en el principal exportador de
productos al país magrebí por delante de Francia, la antigua metrópoli. También
Rusia ha fortalecido sus relaciones con el país magrebí, al que le une un
acuerdo de asociación estratégica desde 2001. De hecho, Argelia se ha
convertido en uno de los principales compradores de armamento ruso, sólo por
detrás de </span>Francia, la antigua metrópoli.
También Rusia ha fortalecido sus relaciones con el país magrebí, al que le une
un acuerdo de asociación estratégica desde 2001. De hecho, Argelia se ha
convertido en uno de los principales compradores de armamento ruso, sólo por
detrás de India y China, lo que representa una pésima noticia para la Unión Europea.</span></p>Ignacio Álvarez-Ossoriohttp://www.blogger.com/profile/04898622516629492831noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7347482998390177079.post-1658306618556843522021-07-31T17:28:00.000+02:002021-07-31T17:28:18.042+02:00<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Mi artículo de julio en El Periódico analiza "<a href="https://www.elperiodico.com/es/opinion/20210719/proyeccion-mediterranea-turquia-articulo-ignacio-alvarez-ossorio-11922361" target="_blank">La proyección mediterránea de Turquía</a>", un aspecto que ha pasado relativamente desapercibido y que debería invitarnos a reflexionar.</span></p><p><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En los últimos años Turquía ha logrado expandir su
presencia por el Norte de África y Oriente Próximo. Tras las Primaveras Árabes
en 2011, Erdogan abandonó la máxima de ‘cero problemas con los vecinos’ y la
política exterior turca adoptó un perfil mucho más activista. Buena prueba de
ello fue la intervención militar en Siria y Libia, países de la cuenca sur
mediterránea inmersos en sendos conflictos civiles. Esta política ha sido
bautizada como neo-otomana, ya que pretende recuperar protagonismo en los territorios
que un día fueron parte de la Sublime Puerta.</span></span></p><p><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Este retorno no hubiera sido posible sin el progresivo
repliegue de Estados Unidos de la región y sin la parálisis de la Unión
Europea, incapaz de dar una respuesta coherente a las transformaciones registradas
en la orilla sur del Mediterráneo en la última década. Turquía ha aprovechado
este vacío de poder para expandir su área de influencia y, al mismo tiempo,
tratar de tomar parte en el reparto de los importantes yacimientos de
hidrocarburos hallados en el Mediterráneo oriental, indispensables para
garantizar su seguridad energética, dado que hoy en día su economía depende de
los hidrocarburos de Rusia, Iraq e Irán.</span></span></p><p><span style="text-align: justify;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinuSMFg0Zrp7dSAO-np5-5YFGJjjTmxlnFxo0iMRCPGQsJdB_RXb2pM7kg9eY13EXRHbEmrPZX4yh70VPrknEqUCxqKVGI_wkIkPdIkXPYizFSAf3xYHoVaMdLVGRILaOJ_o4OUNlUWDg/s1200/Erdogan.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="674" data-original-width="1200" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinuSMFg0Zrp7dSAO-np5-5YFGJjjTmxlnFxo0iMRCPGQsJdB_RXb2pM7kg9eY13EXRHbEmrPZX4yh70VPrknEqUCxqKVGI_wkIkPdIkXPYizFSAf3xYHoVaMdLVGRILaOJ_o4OUNlUWDg/w640-h360/Erdogan.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br /></span><p></p><p><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">A medio camino entre Europa y Asia, Turquía es una
potencia política, económica y militar con un peso específico creciente y que
no puede ser ignorada. El presidente Erdogan, en el poder desde hace
prácticamente dos décadas, aspira a que Turquía sea reconocida como una
potencia regional y, para ello, no sólo está dispuesto a utilizar, tal y como
hicieron sus antecesores, la carta nacionalista, sino que además pretende
erigirse en el principal referente del mundo islámico sunní arrebatándole el
puesto a Arabia Saudí, que atraviesa una complicada situación por sus fracasos
en la gestión del dossier nuclear de Irán, la intervención en Yemen o el
bloqueo de Qatar. </span></span></p><p><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En la última década, Turquía ha abandonado las
herramientas del ‘poder blando’ como la diplomacia o el comercio para asumir
otras propias del ‘poder duro’ como el empleo de la fuerza o la coacción. En
este giro se ha acercado a Rusia mediante la adquisición de baterías antimisiles
S-400, lo cual le ha colocado en una delicada situación ante sus socios de la
OTAN y, en particular, Estados Unidos. Con la Unión Europea no ha dudado en
emplear la carta de los refugiados como instrumento de presión para obtener un
trato de favor. Junto a Qatar ha hecho frente común a favor de los Hermanos
Musulmanes, movimiento que en la actualidad atraviesa horas bajas, pero que en
el futuro podría ser determinante si logra renacer de sus cenizas.</span></span></p><p><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Si en el caso de Siria, la apuesta turca por las fuerzas
rebeldes ha resultado fallida, en Libia el apoyo al Gobierno del Acuerdo
Nacional ha sido decisivo para su supervivencia. En los momentos de mayores
dificultades, Turquía redobló su ayuda militar al gobierno de Trípoli para
evitar que cayese ante el avance de las fuerzas de Khalifa Haftar, apoyadas por
Rusia, Francia, Emiratos y Egipto. Como recompensa, el 27 de noviembre de 2019,
Turquía y el gobierno de Trípoli firmaron un acuerdo para redibujar sus
fronteras marítimas que fue criticado por Grecia, Chipre e Israel, dado que
pone en peligro la viabilidad del gaseoducto EastMed que pretende exportar el
gas israelí a Europa. Dicho acuerdo establecía una zona económica exclusiva
entre ambos países que permitiría realizar prospecciones en busca de nuevos
yacimientos en el Mediterráneo oriental.</span></span></p><p><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Al mismo tiempo, Turquía se ha distanciado del Egipto de
Al-Sisi y ha reforzado sus relaciones con Argelia en un intento de reemplazar a
Francia, potencia hegemónica en el Magreb durante la época colonial, como
principal socio comercial del país magrebí. Los intercambios comerciales con
Argelia superarán este año los 5.000 millones de dólares y Turquía es ya el
principal inversor extranjero en el sector de hidrocarburos por delante de
China. En su última visita oficial a Argel, el propio Erdogan señaló: “Argelia
es la puerta de entrada de Turquía al Magreb y a África”.</span></span></p>Ignacio Álvarez-Ossoriohttp://www.blogger.com/profile/04898622516629492831noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7347482998390177079.post-77904992613702761632021-05-22T09:32:00.005+02:002021-05-22T09:36:04.042+02:00Nueva cuenta atrás en Gaza<p><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span style="background-color: white;">Hoy </span><span style="background-color: white; color: #050505; white-space: pre-wrap;">escribo en <a href="https://www.elperiodico.com/es/opinion/20210521/cuenta-atras-gaza-oriente-proximo-conflicto-11749655">El Periódico</a> sobre el alto el fuego alcanzado entre Israel y Hamas tras 11 días de hostilidades. Mi conclusión es que "mientras no se ofrezca a los palestinos un horizonte político para resolver su situación, el próximo choque de trenes será tan solo una cuestión de tiempo. Si no cambian las tornas, a partir de ahora empieza la cuenta atrás".</span></span></p><p><span style="font-family: georgia; font-size: large; text-align: justify;">La presión internacional ha obligado a Israel y Hamas a
firmar un alto el fuego tras 11 días de cruentos enfrentamientos. El balance no
puede ser más desigual: 232 muertos en el bando palestino (la mayor parte
civiles, entre ellos 65 niños y 39 mujeres) por tan sólo 12 del israelí. Por
cada víctima en Israel se han registrado casi 20 palestinas, lo que evidencia,
una vez más, que nos encontramos ante un conflicto profundamente asimétrico en
el que Israel goza de una aplastante superioridad militar. </span></p><p><span style="font-family: georgia; font-size: large; text-align: justify;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjiVlnCwx75a7nH8LtZe7H3teANUEwpGfb_1m52m17k8MVYEIX_cqcrcYTGrMZRtraqlMrJic4wcYlMUchfPlMJCP7N4ypVJXeCWNweAxVgWWxrmm6jPkXTj3w0SCZMI2MtSHqs2sHdV-Q/s1200/Gaza.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><img border="0" data-original-height="776" data-original-width="1200" height="414" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjiVlnCwx75a7nH8LtZe7H3teANUEwpGfb_1m52m17k8MVYEIX_cqcrcYTGrMZRtraqlMrJic4wcYlMUchfPlMJCP7N4ypVJXeCWNweAxVgWWxrmm6jPkXTj3w0SCZMI2MtSHqs2sHdV-Q/w640-h414/Gaza.jpg" width="640" /></span></a></div><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><br /><span><br /></span></span><p></p><p><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Como era de esperar, el primer ministro Benjamin Netanyahu
y la organización Hamas se han apresurado a proclamarse vencedores de la
contienda. No obstante, ninguno de los dos parece haber conseguido ninguno de
sus objetivos, puesto que la ofensiva militar de Netanyahu tan sólo ha logrado
acabar con la vida de unas decenas de milicianos sin alcanzar a los principales
mandos de la formación islamista. Tampoco Hamas ha logrado que las autoridades
israelíes den marcha atrás en sus planes de judaizar Jerusalén Este ni congelen
los desalojos forzosos en el barrio de Sheikh Jarrah.</span></span></p><p><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El alto el fuego no hubiera sido posible sin la activa implicación
de la administración de Biden. En línea con su posición tradicional, Estados Unidos
maniobró en el Consejo de Seguridad para evitar una resolución de condena a Israel.
No obstante, el presidente norteamericano ha dejado claro que respalda la
solución de los dos Estados y que no está dispuesto a otorgar un cheque en
blanco a Netanyahu, como hiciera Trump. Además, Biden ha tenido que hacer
frente a un conato de revuelta dentro de su propio partido, donde el ala
izquierdista representada por el senador Sanders y la congresista Ocasio-Cortez
ha criticado ácidamente a Israel presentando una iniciativa para tratar de
bloquear la venta de armamento.</span></span></p><p><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El hecho de que cada vez más demócratas se atrevan a
criticar en público las violaciones de los derechos humanos de Israel evidencia
que algo está cambiando en la escena política estadounidense. El presidente Biden
parece haberse percatado de los nuevos vientos que soplan y ha manifestado su
voluntad de centrarse no sólo en la reconstrucción de Gaza, sino también en
alcanzar una paz duradera, ya que “palestinos e israelíes merecen vivir en
condiciones de seguridad y protección y disfrutar por igual de libertad,
prosperidad y democracia”.</span></span></p><p><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El enésimo choque entre Israel y Hamas también ha evidenciado
el rotundo fracaso del Acuerdo de Abraham por el que Emiratos y Bahréin
normalizaron sus relaciones con el Estado hebreo. Dicho acuerdo pretendía
sentar las bases de una nueva alianza regional para frenar a Irán a costa de
abandonar a su suerte a los palestinos. No obstante, la defensa de la cuestión
palestina sigue gozando de buena salud en el mundo árabe, por lo que
traicionarla podría tener un elevado coste, de lo que probablemente habrá
tomado buena nota Mohamed Bin Salman, hombre fuerte de Arabia Saudí. De hecho, un
presidente egipcio Abdel Fattah Al Sisi en horas bajas no ha dudado en recurrir
a una retórica propalestina para tratar de reforzar su posición. Su mediación
entre Israel y Hamas ha sido aplaudida por el propio Joe Biden.</span></span></p><p><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">A pesar del cese de hostilidades, no debemos olvidar que
el alto el fuego simplemente nos devuelve a la casilla de salida. La situación
en los Territorios Ocupados no puede ser más dramática, especialmente en una
Franja de Gaza cerrada a cal y canto desde hace 15 años. Desde entonces, el
ejército israelí ha lanzado cuatro ofensivas militares (2008, 2012, 2014 y
2021) que han destruido buena parte de sus infraestructuras y agudizado sus
problemas estructurales. Por su parte, Jerusalén Este sufre la campaña más
intensa de judaización de las últimas décadas, con la instalación de miles de
judíos en los barrios árabes de la ciudad y con la construcción de nuevas
colonias que pretenden separar Jerusalén Este del resto de Cisjordania,
convertida en una serie de bantustanes entre sí por obra y gracia de los
Acuerdos de Oslo.</span></span></p><p><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Mientras no se ofrezca a los palestinos un horizonte
político para resolver su situación, el próximo choque de trenes será tan sólo
una cuestión de tiempo. Si no cambian las tornas, a partir de ahora empieza la
cuenta atrás.</span></span></p><p></p><p class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><o:p></o:p></p><span face=""Segoe UI Historic", "Segoe UI", Helvetica, Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #050505; font-size: 15px; white-space: pre-wrap;"></span><p></p>Ignacio Álvarez-Ossoriohttp://www.blogger.com/profile/04898622516629492831noreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-7347482998390177079.post-37103577225127089762021-05-14T18:01:00.002+02:002021-05-14T18:05:25.793+02:00Israel, Gaza y Biden<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Hoy publico en El Periódico de Catalunya este artículo sobre la ofensiva israelí contra Gaza: "<a href="https://www.elperiodico.com/es/opinion/20210513/biden-gaza-israel-articulo-ignacio-alvarez-ossorio-11721717?utm_source=facebook&utm_medium=social&utm_campaign=btn-share&fbclid=IwAR1EufaVkihjek-qtJQ7-9x3sBD16jqDIQiWL6BnTKljwDliDdUoNwFdf4I">Biden y el dilema de Gaza</a>". Lo subo al blog para facilitar su lectura y difusión:</span></p><p></p><p class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Una vez más vuelve a ser noticia el mal llamado conflicto
palestino-israelí. Israel ha lanzado una campaña militar contra la Franja de
Gaza para tratar de descabezar a la organización islamista Hamas, como ya
intentara sin éxito en las ofensivas de 2008, 2012 y 2014 que se saldaron con
la muerte de miles de civiles. A estas alturas, poco importa quién encendió la
cerilla que está a punto de incendiar de nuevo la región, pero es evidente que
esta escalada está estrechamente relacionada con la perpetuación de la
ocupación israelí y la pasividad de la comunidad internacional ante el drama
palestino.</span></p><p class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En Oriente Próximo se sabe cómo empiezan las guerras, pero
no cómo acaban. De ahí que realizar cualquier previsión de cara a un futuro sea
una tarea condenada al fracaso. Lo que está claro es que los principales
beneficiados de la violencia siempre son los extremos. De una parte, Hamas
pretende erigirse en el máximo paladín de la causa palestina frente a la complacencia
del liderazgo de la Autoridad Palestina. Ismael Haniye, su máximo dirigente, ha
llamado a la movilización no sólo de los palestinos bajo la ocupación, sino
también a los que viven en Israel y los campos de refugiados de la diáspora. De
esta manera, pretende ser reconocido como el verdadero representante del pueblo
palestino allá donde esté frente a un Mahmud Abbas, cuya legitimidad ha quedado
seriamente erosionada tras anular las elecciones ante el temor a que su
formación, Fatah, fuera derrotada por la formación islamista.</span></p><p class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsK4FheInQQJqdH1HuQ1v6Auu2COvlOSNefRYqMAVCUHb5ja4gvfNnmAMCE3G2hOjakSPX5jUhJTIWKY7lVsM2Qo_gs34FUY9Vj-jLl-h_Z4osIBm8TGWIttCfunK3NrirVeX7nR5fNmI/s1200/Netan.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="1200" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsK4FheInQQJqdH1HuQ1v6Auu2COvlOSNefRYqMAVCUHb5ja4gvfNnmAMCE3G2hOjakSPX5jUhJTIWKY7lVsM2Qo_gs34FUY9Vj-jLl-h_Z4osIBm8TGWIttCfunK3NrirVeX7nR5fNmI/w640-h426/Netan.jpg" width="640" /></span></a></div><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><div style="text-align: justify;"><br /></div><span><div style="text-align: justify;"><br /></div></span></span><p></p><p class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Por otra parte, Benjamin Netanyahu considera que una nueva
escalada de violencia podría servirle como cortina de humo para sortear sus
problemas judiciales y, sobre todo, para mejorar su imagen ante el electorado
israelí, que exige medidas enérgicas ante la lluvia de misiles caída sobre Tel
Aviv. El presidente en funciones es plenamente consciente de su incapacidad
para formar un gobierno de coalición y sabe que, más temprano que tarde, se
verá forzado a convocar nuevas elecciones legislativas, las quintas en un
periodo de dos años, para lo que intenta proyectarse como un ‘halcón’ dispuesto
a salvaguardar la sacrosanta seguridad de Israel. Todo parece indicar, por lo
tanto, que se cumplirá el escenario del ‘cuanto peor, mejor’.</span></p><p class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Como en anteriores ocasiones, todas las miradas están
pendientes de Estados Unidos dada la irrelevancia de la Unión Europea en la
escena internacional. Es bien sabido que la administración norteamericana es la
única que tiene ascendiente sobre el gobierno israelí. El presidente Joe Biden,
tal y como establece el guion, ya ha dejado claro que Israel está en su derecho
de defenderse, aunque también ha pedido, como suele ser habitual, contención.
Sólo en el caso de que la ofensiva se prolongue más de lo necesario, el
inquilino de la Casa Blanca podría adoptar una actitud más enérgica y obligar a
su aliado para que cese las hostilidades, de ahí que haya señalado que espera
que la ofensiva termine “más pronto que tarde”.</span></p><p class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Nada nuevo bajo el sol, ya que todos los presidentes
norteamericanos desde Harry Truman hasta nuestros días han mostrado sus
simpatías hacia Israel y su rechazo a los palestinos. No obstante, se esperaba
que tras la salida de la Casa Blanca de Donald Trump, el nuevo presidente
revisase algunas de sus decisiones más controvertidas en lo que respecta a la
política exterior y, sobre todo, se distanciase del apoyo de Trump a los
proyectos israelíes destinados a aniquilar la cuestión palestina y enterrar la
solución de los dos Estados, fórmula por la que sigue apostando ciegamente
buena parte de la comunidad internacional a pesar de que la política de hechos
consumados seguida por Netanyahu la ha hecho del todo inviable.</span></p><p class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El presidente Biden parece haber optado por gestionar la
crisis en lugar de involucrarse en su resolución, dado que es plenamente
consciente que la presión sobre Israel podría generarle problemas domésticos,
ya que una abrumadora mayoría de los congresistas y senadores son firmes
partidarios de Israel. De ahí que no quepa esperar una involucración activa en
la actual crisis por parte de Biden, que se limita a esperar que la tempestad
amaine y que la sangre de las víctimas no complique su mandato.</span></p><p></p>Ignacio Álvarez-Ossoriohttp://www.blogger.com/profile/04898622516629492831noreply@blogger.com15tag:blogger.com,1999:blog-7347482998390177079.post-73071088222369348242021-04-29T15:21:00.004+02:002021-04-29T15:21:48.589+02:00Pandemia y autoritarismo: la tormenta perfecta<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El nuevo número de la revista <a href="https://www.politicaexterior.com/ultimo/afkar-ideas/" target="_blank">Afkar-Ideas</a>, publicado tras un año de parón motivado por la pandemia, realiza un amplio repaso a los temas de mayor actualidad de la geografía árabe y recoge este artículo de mi autoría: "<a href="https://www.politicaexterior.com/articulo/pandemia-y-autoritarismo-la-tormenta-perfecta/" target="_blank">Pandemia y autoritarismo: la tormenta perfecta</a>".</span></p><p><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span style="text-align: justify;">¿Existe
alguna relación entre la propagación de la pandemia de la covid-19 y el retroceso
de las libertades registrado durante el año 2020? La respuesta, según la
organización Freedom House, es afirmativa, ya que durante 2020 se ha
experimentado un deterioro generalizado de la democracia a escala mundial. Como
señala su último informe, “la democracia y el pluralismo están bajo ataque. Los
dictadores se esfuerzan por eliminar los últimos vestigios de disidencia
interna y extender su influencia a nuevos rincones del mundo. La brecha entre avances
y retrocesos se amplió en comparación con el año anterior, ya que la población
en 64 países experimentó un deterioro de sus derechos políticos y libertades
civiles, mientras que en sólo 37 países se registraron avances”. También el </span><a name="_Hlk65494807" style="text-align: justify;">Democracy Index 2020 </a><span style="text-align: justify;">apreció un declive relevante: “La media
global en el Índice de Democracia 2020 cayó de 5,44 en 2019 a 5,37 puntos en
2020: es, sin duda, el peor registro desde 2006. El resultado de 2020 significa
un deterioro significativo y se debió en gran medida, pero no en exclusiva, a
las restricciones impuestas por los gobiernos a las libertades individuales y
las libertades civiles en respuesta a la pandemia de la covid-19”.</span></span></p><p><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span style="text-align: justify;">Este
retroceso ha sido mucho más acentuado en la región del Norte de África y
Oriente Medio (MENA, en sus siglas en inglés) que ya partía de una situación
preocupante. Según el informe </span><i style="text-align: justify;">Democracy
Index 2020: in sickness and in health?</i><span style="text-align: justify;"> elaborado por The Economist
Intelligence Unit “tras el África subsahariana, la región MENA registró el
segundo mayor retroceso en la puntuación regional en 2020: dicha puntuación ha
disminuido cada año desde 2012, cuando los avances que siguieron al
levantamiento prodemocrático de la Primavera Árabe en diciembre de 2010
comenzaron a revertirse. Dicha región sufre una concentración de monarquías absolutas,
regímenes autoritarios y conflictos militares y es la peor valorada de todas
las regiones incluidas en el Democracy Index, con siete países entre los 20
últimos del ranking mundial”.</span></span></p><p><span style="font-size: large;"><span style="font-family: georgia;"></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: large;"><span style="font-family: georgia;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5epR2XFMQU5fxPpBZ1nvGehAH7bLrn_FWcnkUGFEBELSF3uKBOrCsTVp0ljQ2Ss_BlqZQM4dFRRJm1970NzgvN7eNGJWlIqr9bkOHI9EMI4U2ZFBq_13z69I1a1P2Bzf2P8OJ6OSo1hc/s1136/afkar62-portada-final-768x1136.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1136" data-original-width="768" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5epR2XFMQU5fxPpBZ1nvGehAH7bLrn_FWcnkUGFEBELSF3uKBOrCsTVp0ljQ2Ss_BlqZQM4dFRRJm1970NzgvN7eNGJWlIqr9bkOHI9EMI4U2ZFBq_13z69I1a1P2Bzf2P8OJ6OSo1hc/w432-h640/afkar62-portada-final-768x1136.jpg" width="432" /></a></span></span></div><span style="font-size: large;"><span style="font-family: georgia; text-align: justify;">El
Global Index Democracy elaborado por Freedom House pone en evidencia que 2020
no ha sido un buen año para las libertades en la región MENA. Cuando se cumple
el décimo aniversario de las movilizaciones prodemocráticas que pusieron fin a
las dictaduras de Ben Ali en Túnez, Mubarak en Egipto y Saleh en Yemen, podemos
afirmar que en los últimos años se ha experimentado una regresión autoritaria en
el conjunto de Oriente Medio y el Norte de África. Hoy por hoy, sólo Túnez
puede considerarse una democracia defectuosa en la que se da una alternancia
pacífica en el gobierno, aunque la delicada situación económica que padece el
país amenaza con revertir los avances registrados hasta el momento.</span></span><p></p><p><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Dos
países se sitúan en una escala intermedia como regímenes híbridos: Marruecos y
Líbano, mientras que Argelia, Jordania y Kuwait descienden posiciones para
engrosar la extensa lista de regímenes autoritarios. Los farolillos rojos
vuelven a ser, una vez más, Libia, Siria y Yemen, países donde el autoritarismo
se ha acentuado como resultado del conflicto civil en el que se encuentran
inmersos. Arabia Saudí se sitúa como duodécimo país del mundo con menos
libertades y, según The Economist Intelligence Unit, “sigue siendo un estado
autoritario profundamente represivo, que niega casi todas las libertades
civiles y derechos políticos y discrimina sistemáticamente a las mujeres y las
minorías religiosas”.</span></span></p><p><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span style="line-height: 107%; text-align: justify;">El
informe de Freedom House relaciona, además, la intensificación del
autoritarismo con el agravamiento de los conflictos regionales al considerar
que “la ausencia de un liderazgo internacional consistente por parte de las
democracias [occidentales] ha alentado a las potencias autoritarias a tomar
parte en guerras por delegación devastadoras” poniendo como ejemplo los casos
de Libia, Siria y Yemen donde intervienen, en distinta medida, Emiratos,
Turquía, Qatar, Arabia Saudí o Irán, así como Rusia y EEUU.</span><span style="text-align: justify;"> </span><span style="line-height: 107%; text-align: justify;">El
caos resultante en dichos países se ha traducido en una intensificación de las
crisis migratorias y un ascenso de los grupos terroristas de carácter yihadista
que gozan de implantación en aquellas zonas sin presencia gubernamental.</span></span></p><p><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span style="text-align: justify;">El
</span><a name="_Hlk65565836" style="text-align: justify;">Democracy Index 2020 </a><span style="text-align: justify;">de The Economist, por su parte,
advierte de que la región MENA es la que se encuentra en peor situación con
siete países árabes entre los 20 peor posicionados a escala mundial y con una
clara tendencia a la baja, lo que se debe “principalmente al resultado de la
pandemia covid-19, con las posiciones de 19 de 20 países empeorando como
resultado de las restricciones introducidas por el coronavirus e impuestas a
las libertades civiles”. Asimismo, el mencionado informe constata que “en toda
la región hubo un retroceso en cuanto a las libertades civiles como resultado
de los confinamientos y las restricciones a las libertades personales, como la
libre circulación”.</span></span></p><p><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En
algunos países frágiles de Oriente Medio se ha asistido a una segunda ola de
movilizaciones prodemocráticas que han logrado derribar regímenes híbridos o
autoritarios, como en el caso de Líbano, donde el colapso de las finanzas
provocó la caída del gobierno de Saad Hariri en enero de 2020 o en Iraq, donde
Ali Abd Al-Mahdi se vio obligado a abandonar el poder un mes más tarde. Se da
la circunstancia que ambos países comparten un sistema confesional que ha
reforzado el sectarismo y son permeables a las influencias de las potencias
regionales y, en particular, Irán, que apoya a las diferentes milicias armadas
chiíes que, de una u otra manera, condicionan la actividad política. En ambos casos,
la sociedad civil es objeto de persecución y decenas de activistas han sido
encarcelados o asesinados en los últimos doce meses.</span></span></p><p><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Como
resultado del desapego de la población hacia la clase política y de la
propagación de la pandemia, los procesos electorales desarrollados en el curso
del pasado año han registrado una escasa participación. En el caso de las
elecciones generales jordanas del 10 de noviembre tan sólo tomó parte un 30%
del censo electoral, mientras que en los comicios en Egipto, celebrados entre
octubre y noviembre, el porcentaje fue incluso menor (un 28% del electorado,
según datos oficiales) en un contexto caracterizado por la intensificación de
la represión contra los opositores y los actores de la sociedad civil. En las elecciones
parlamentarias de febrero en Irán tan sólo participó un 42,6% de los votantes,
el porcentaje más bajo desde la Revolución Islámica de 1979.</span></span></p><p><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Varios
países del Norte de África también han experimentado un rebrote de las
manifestaciones antigubernamentales, como en el caso de Argelia y Túnez. En
Argelia las manifestaciones convocadas por el movimiento Hirak no se detuvieron
a pesar de la caída del presidente Abdelaziz Bouteflika y su sustitución por el
septuagenario Abdelmayid Tebbune, lo que llevó a la detención de decenas de
activistas. El descontento generalizado explica la baja tasa de participación
en el referéndum constitucional del 1 de noviembre, en el que sólo tomó parte un
23,7% del electorado. En Túnez, la única democracia efectiva en todo el mundo
árabe, también se registraron nuevas movilizaciones debido a la agudización de
la crisis económica y la imposición de confinamientos en las zonas más pobres
del país.</span></span></p><p><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">De
lo anteriormente dicho cabe concluir que la brecha entre gobernantes y
gobernantes continúa aumentando en toda la región MENA. Para hacer frente al
creciente descontento de la población, los regímenes se han visto obligados a
intensificar el autoritarismo recurriendo de manera sistemática a medidas
coercitivas en un contexto de aguda crisis económica y de aumento exponencial
de la pobreza. Esta situación está creando una tormenta perfecta que podría
desencadenar una tercera ola revolucionaria en el conjunto de los países
árabes. Como destaca Democracy Index 2020, “dada la inquietud de las
poblaciones y las crecientes tensiones económicas, es probable que, tarde o
temprano, se produzca una erupción de mayor inestabilidad social y política”.</span></span></p>Ignacio Álvarez-Ossoriohttp://www.blogger.com/profile/04898622516629492831noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7347482998390177079.post-21961697507523283602021-04-09T16:03:00.003+02:002021-04-09T16:03:43.417+02:00Intrigas palaciegas en Jordania<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">En este breve artículo en la sección de Opinión de <a href="https://www.elperiodico.com/es/opinion/20210409/intrigas-palaciegas-jordania-11644520">El Periódico</a> intento explicar algo los intrincados movimientos registrados durante la semana en Jordania y que, en mi opinión, tienen mucha relación con la distribución de fuerzas regionales y el intento del bloque integrado por Israel, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos de imponer nuevas realidad sobre el terreno:</span></p><p><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Jordania,
hasta ahora considerado un remanso de paz en un Oriente Próximo sumido en
múltiples conflictos, ha vivido una semana que no olvidará fácilmente. El ex
príncipe heredero Hamza ha quedado bajo arresto domiciliario y, tras numerosas
detenciones, el rey Abdalá II ha declarado que “la sedición se ha cortado de
raíz”, lo que parece sugerir la existencia de un plan para desestabilizar el
reino.</span></span></p><p><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span style="text-align: justify;"></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWoNiQ-o20Y7QJI89-lyvQ1gkhWu1P0yfCywszAvp9e8rXdEVB9Yvo1eCqJibXWTrT59e39KPPwkvhMPHfS9qtJYq0eTvLAn0x1MNcliTnnadGQjR0tiP-_5uDk7k6Q_SkvE5CuXhrGls/s1200/a57d7758a3c92883272c642397d39051_XL.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="566" data-original-width="1200" height="302" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWoNiQ-o20Y7QJI89-lyvQ1gkhWu1P0yfCywszAvp9e8rXdEVB9Yvo1eCqJibXWTrT59e39KPPwkvhMPHfS9qtJYq0eTvLAn0x1MNcliTnnadGQjR0tiP-_5uDk7k6Q_SkvE5CuXhrGls/w640-h302/a57d7758a3c92883272c642397d39051_XL.jpg" width="640" /></a></span></div><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><span style="text-align: justify;">Las
desavenencias en el seno de la monarquía no podrían haber llegado en peor momento.
Jordania sufre una aguda crisis como resultado de la pandemia de la covid-19 que,
hasta el momento, se ha saldado con 7.500 muertes. El pasado año, la economía
retrocedió un 3% y el desempleo se disparó hasta el 25%, lo que ha acrecentado
el malestar de la población con las élites dirigentes, a las que se
responsabiliza de todas las plagas que sufre el país. En los últimos meses se
han desarrollado multitudinarias movilizaciones para exigir reformas políticas
y económicas, que han sido respondidas con un recorte de las libertades y una
campaña de detenciones entre los actores de la sociedad civil.</span></span><p></p><p><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La
erosión de la monarquía hachemita es evidente y representa una amenaza para el
futuro de uno de los países más estables de la región que, al contrario que
Siria e Irak, dos de sus vecinos, no se ha visto sacudido por la violencia
sectaria ni por los grupos yihadistas. El rey Abdalá II no sólo ha visto como
su popularidad se ha resentido, sino que es plenamente consciente de que tiene
que maniobrar en un campo de minas en el que las principales potencias
regionales intentan debilitar su liderazgo, justo ahora cuando el reino se
apresta a celebrar el primer centenario de su creación.</span></span></p><p><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Desde
el estallido de las Primaveras Árabes, Oriente Próximo vive inmerso en un
proceso de polarización que se ha traducido en el establecimiento de una
alianza tácita entre Israel, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos que, en
otros tiempos, podría haberse considerado contra natura. Estos tres países
coinciden en la necesidad de plantar cara al expansionismo iraní y sus
satélites, en particular el régimen sirio y las milicias libanesas de Hezbolá y
yemeníes de Ansaralá, pero también frenar al movimiento de los Hermanos
Musulmanes. Los príncipes herederos saudí y emiratí, Mohamed Bin Salman y Mohamed
Bin Zayed, son firmes defensores de la plena normalización entre Israel y el
mundo árabe, aunque sea a costa de sacrificar los derechos nacionales
palestinos, ya que interpretan que reforzarán su posición.</span></span></p><p><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Es
aquí donde parecen encajar las piezas del puzle, ya que el rey Abdalá II se ha
opuesto con firmeza a los intentos de liquidar la cuestión palestina por parte
del expresidente Donald Trump y, con ello, se ha enemistado con el primer
ministro israelí Benjamin Netanyahu y sus socios. De ahí que tanto Riad como
Abu Dhabi hayan cortado las ayudas económicas al reino hachemita, justo en el
momento en el que más las necesitaba para hacer frente a la crisis provocada
por la pandemia.</span></span></p><p><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Detrás
de las intrigas palaciegas jordanas podría estar, una vez más, la mano de
Mohamed Bin Salman, responsable de buena parte de los movimientos
desestabilizadores registrados en los últimos años en la región, incluidas la
intervención militar en Yemen en 2015 y el bloqueo de Qatar en 2017. En esta
dirección parece apuntar la detención de Basem Awadallah, ex ministro de
Finanzas jordano, en la actualidad uno de los hombres de confianza del príncipe
heredero saudí y responsable del proceso de privatización de la petrolera Aramco.</span></span></p>Ignacio Álvarez-Ossoriohttp://www.blogger.com/profile/04898622516629492831noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7347482998390177079.post-15900013242939155182021-03-20T10:31:00.001+01:002021-03-20T10:31:17.254+01:00Sobre los refugiados palestinos en Siria<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"> Esta semana publiqué este artículo sobre los refugiados palestinos en Siria en <a href="https://www.eldiario.es/unrwa/refugiados-palestinos-siria-eslabon-debil-cadena_132_7309614.html">El Diario</a>, que ahora subo al blog.</span></p><p class="article-text" style="background-color: white; box-sizing: inherit; line-height: 1.53; margin-bottom: 1rem; margin-top: 28px; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;"><span style="box-sizing: inherit; color: inherit; font-weight: 700; line-height: 1.53;">Diez años después</span> de que estallaran en <span style="box-sizing: inherit; color: inherit; font-weight: 700; line-height: 1.53;">Siria</span> las primeras manifestaciones contra el régimen autoritario de Bashar Al-Asad la situación no puede ser más desoladora. Las cifras dan sólo una idea aproximada de la magnitud de la catástrofe: <span style="box-sizing: inherit; color: inherit; font-weight: 700; line-height: 1.53;">600.000 muertos</span>, cientos de miles de heridos y un país devastado en el que la mitad de la población se ha visto obligada a abandonar sus hogares: seis millones han marchado a los países del entorno para tratar de salvar sus vidas y otros seis millones se han convertido en desplazados internos huyendo de las zonas donde los combates han sido más virulentos.</span></p><div class="edi-advertising ad__no-dotted ad__no-legend" style="background-color: white; box-sizing: inherit; color: #212529; display: contents;"></div><p class="article-text" style="background-color: white; box-sizing: inherit; line-height: 1.53; margin-bottom: 1rem; margin-top: 28px; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Al-Asad ha conseguido salvar su trono con la determinante ayuda de Rusia e Irán, pero a costa de reducir a cenizas buena parte del país, ya que un <span style="box-sizing: inherit; color: inherit; font-weight: 700; line-height: 1.53;">tercio de los hogares ha resultado dañados durante el conflicto</span>. En la actualidad, los grupos rebeldes sólo conservan la provincia de Idlib, mientras que las Fuerzas Democráticas Sirias, una coalición liderada por las Unidades de Defensa Popular kurdas, mantienen el control del territorio al norte del río Éufrates donde se concentran los principales yacimientos de petróleo y gas del país. Turquía, por su parte, ha ocupado tres bastiones en la zona fronteriza con el objetivo de convertirlos en una zona tapón a la que desplazar a parte de los 3,5 millones de refugiados sirios que acoge en su territorio. El <span style="box-sizing: inherit; color: inherit; font-weight: 700; line-height: 1.53;">fin de la guerra se antoja todavía lejano</span>, aunque el alto el fuego vigente durante los últimos meses ha limitado los enfrentamientos entre unos contendientes que se encuentran exhaustos.</span></p><p class="article-text" style="background-color: white; box-sizing: inherit; line-height: 1.53; margin-bottom: 1rem; margin-top: 28px; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8tLQbz068RqA1nR1EMy2bCN4xYTapie_2Hr3qYoui8ts2DRzfI0fpxiizsvbcuTnVlVFNOkOA4rc54hCocVA_SmJWAmCcu6CuUn7Y6b7VoSiclLkULTOgXrhBu85AeCDZwdLZG26dnj0/s1600/2420467.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="901" data-original-width="1600" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8tLQbz068RqA1nR1EMy2bCN4xYTapie_2Hr3qYoui8ts2DRzfI0fpxiizsvbcuTnVlVFNOkOA4rc54hCocVA_SmJWAmCcu6CuUn7Y6b7VoSiclLkULTOgXrhBu85AeCDZwdLZG26dnj0/w640-h360/2420467.jpg" width="640" /></a></div><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Hoy en día, la máxima preocupación de la población siria es sobrevivir a la devastadora crisis económica que sacude el país y que la</span><span style="font-family: georgia; font-size: large;"> </span><span style="box-sizing: inherit; color: inherit; font-family: georgia; font-size: large; font-weight: 700; line-height: 1.53;">pandemia de la covid-19</span><span style="font-family: georgia; font-size: large;"> </span><span style="font-family: georgia; font-size: large;">no ha hecho más que agudizar. En la última década,</span><span style="font-family: georgia; font-size: large;"> </span><span style="box-sizing: inherit; color: inherit; font-family: georgia; font-size: large; font-weight: 700; line-height: 1.53;">la lira siria ha perdido más del 90% de su valor</span><span style="font-family: georgia; font-size: large;"> </span><span style="font-family: georgia; font-size: large;">y el cambio ha pasado de 50 liras el dólar a 4.000, lo que ha disparado el precio de los productos de la cesta diaria. En la actualidad, el 80% de la población siria vive bajo el umbral de la pobreza y, según el Programa Mundial de Alimentos de la ONU, el</span><span style="font-family: georgia; font-size: large;"> </span><span style="box-sizing: inherit; color: inherit; font-family: georgia; font-size: large; font-weight: 700; line-height: 1.53;">60% están en situación de inseguridad alimentaria</span><span style="font-family: georgia; font-size: large;">. La reconstrucción del país todavía parece lejana.</span><p></p><p class="article-text" style="background-color: white; box-sizing: inherit; line-height: 1.53; margin-bottom: 1rem; margin-top: 28px; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Los refugiados palestinos en Siria son el eslabón más débil de esta cadena y sufren con especial intensidad la doble crisis provocada por diez años de conflicto armado y el colapso económico. La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) estima que el 91% de los 438.000 refugiados palestinos que todavía quedan en Siria viven en una situación de extrema pobreza y que el 40% de ellos se han visto obligados a desplazarse como consecuencia de la destrucción de los campamentos en los que residían. El caso más paradigmático es el de Yarmuk, situado a las afueras de Damasco, que albergaba a 150.000 refugiados y que ha resultado completamente devastado en el curso de los combates. Además, debe tenerse en cuenta que <span style="box-sizing: inherit; color: inherit; font-weight: 700; line-height: 1.53;">más de 45.000 refugiados palestinos han abandonado Siria </span>y se han radicado en Líbano y Jordania, donde sobreviven en penosas condiciones.</span></p><div class="edi-advertising hide-in-desktop" style="background-color: white; box-sizing: inherit; color: #212529;"></div><p class="article-text" style="background-color: white; box-sizing: inherit; line-height: 1.53; margin-bottom: 1rem; margin-top: 28px; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">El impacto de la covid-19 también ha hecho mella entre los refugiados palestinos en Siria, puesto que ha provocado más de 10.000 contagios y, al menos, medio millar de muertes, aunque los números reales podrían ser mucho más elevados dados los limitados medios de detección existentes. Además, las restricciones de movimientos de personas y mercancías para tratar de frenar la pandemia han disparado el desempleo y la pobreza entre los refugiados. De hecho, un <span style="box-sizing: inherit; color: inherit; font-weight: 700; line-height: 1.53;">80% de ellos manifiesta que se ha visto obligado a reducir el número de comidas</span> y la cantidad de alimentos que ingiere como resultado de la crisis económica y los efectos de la pandemia.</span></p><p class="article-text" style="background-color: white; box-sizing: inherit; line-height: 1.53; margin-bottom: 1rem; margin-top: 28px; text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: medium;">Para hacer frente a esta crítica situación, la UNRWA ha puesto en marcha un pionero programa de ayudas en metálico de 27 dólares mensuales para aquellos refugiados en situación más vulnerable (418.000 de los 438.000 palestinos que todavía permanecen en territorio sirio), a los que también ofrece ayuda alimentaria y sanitaria. En medio de una crisis sin precedentes tras la retirada de financiación por parte de la Administración de Trump, <a class="link" href="https://unrwa.es/actualidad/noticias/unrwa-hace-un-llamamiento-de-1-500-millones-para-apoyar-a-los-refugiados-y-refugiadas-de-palestina-en-2021/" style="background-color: transparent; border-bottom: 1px dotted transparent; box-sizing: inherit; color: #004a7f; font-weight: 600; letter-spacing: 0px; line-height: 1.53; text-decoration-line: none;" target="_blank">UNRWA ha realizado un llamamiento de emergencia </a>para tratar de recaudar los <span style="box-sizing: inherit; color: inherit; font-weight: 700; line-height: 1.53;">318 millones de dólares</span> que necesita para hacer frente a la ayuda de emergencia para los <span style="box-sizing: inherit; color: inherit; font-weight: 700; line-height: 1.53;">refugiados en Siria, Líbano y Jordania en 2021.</span></span></p>Ignacio Álvarez-Ossoriohttp://www.blogger.com/profile/04898622516629492831noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7347482998390177079.post-19033628928196388822021-01-20T08:38:00.008+01:002021-01-20T15:48:14.564+01:00Cambio y continuidad: de Trump a Biden<p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="font-family: times; font-size: large;">Hoy toma posesión como presidente de EEUU el demócrata Joe Biden. Con este motivo, recupero algunos extractos del artículo que publiqué en el número 199 de la revista <a href="https://www.politicaexterior.com/ultimo/politica-exterior/">POLÍTICA EXTERIOR</a>, publicado en enero de 2021, que nos sirven para contextualizar mejor los retos más importantes de su presidencia.</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="font-family: times;"><span style="font-size: large;">La llegada de Joe Biden a la presidencia de EEUU se traducirá en una profunda revisión de la política exterior estadounidense de Oriente Medio. Todo parece indicar que la nueva administración revisará algunas de las decisiones más controvertidas adoptadas por Donald Trump en los últimos cuatro años y tratará de rescatar el legado del expresidente Barack Obama, sobre todo en lo referido a Irán y su programa nuclear. De hecho, el equipo </span><a name="_Hlk57911198"><span style="font-size: large;">de política exterior de Biden está copado por antiguos miembros de la Administración de Obama, como es el caso del nuevo secretario de Estado Anthony Blinken y el Consejero de Seguridad Nacional Jake Sullivan, que jugó un papel destacado en la negociación del Plan de Acción Integral Conjunto (Joint Comprehensive Plan of Action, JCPOA por sus siglas en inglés) entre el G5+1 e Irán.</span></a></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="font-family: times; font-size: large;"><a name="_Hlk57911198"></a></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtXzMZAPuy4Wm2D2uo1Q5Pz9_5fpNgI1ZKmA8fVqJT_LFJJAp-mtpuTGpT9ixu2XIJdXsX5g6CfVoopIMZQ3aw3IQpByyHhzNFYbTL-aDduN1zI2VLmpp7rPYy4yI0fm4Z0iDhGVooENY/s1920/polext199-portada-final.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: times; font-size: large;"><img border="0" data-original-height="1920" data-original-width="1298" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtXzMZAPuy4Wm2D2uo1Q5Pz9_5fpNgI1ZKmA8fVqJT_LFJJAp-mtpuTGpT9ixu2XIJdXsX5g6CfVoopIMZQ3aw3IQpByyHhzNFYbTL-aDduN1zI2VLmpp7rPYy4yI0fm4Z0iDhGVooENY/w432-h640/polext199-portada-final.jpg" width="432" /></span></a></div><span style="font-family: times; font-size: large;"><br /><span><br /></span></span><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="font-family: times; font-size: large;">Durante la campaña electoral, Joe Biden dejó claro que dedicaría todas
sus energías para desandar el camino andado por su predecesor y restaurar la
maltrecha imagen de EEUU a escala mundial. En Oriente Medio, Biden intentará retomar
el acuerdo nuclear con Irán y establecer unas líneas rojas a Arabia Saudí. No se
trata de una buena noticia para los autócratas de la región, empezando por
Arabia Saudí, que deberá replantear su intervención en Yemen, pero tampoco para
Egipto, donde el presidente Abdel Fattah Al Sisi ha dejado de ser “el dictador
favorito” de la Casa Blanca, como Trump lo llegó a llamar en público. Como
señalara Jake Sullivan durante la campaña presidencial: “Lo que hace la
política exterior norteamericana diferente es que no somos neutrales entre los
autócratas y las poblaciones que demandan derechos humanos y dignidad”. Está
por ver si estos principios condicionan realmente la política exterior de la
Administración de Biden o, por el contrario, representan un ejercicio de
retórica para distanciarse de Trump.</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="font-family: times; font-size: large;">La llegada a la Casa Blanca de Joe
Biden provocará cambios significativos en la agenda estadounidense en Oriente
Medio, tal y como anunciaron el propio candidato demócrata y sus principales
asesores en plena campaña electoral. Debe tenerse en cuenta que Biden, al
contrario que Trump, no es un neófito en la materia, ya que ejerció de
vicepresidente de Obama entre 2009 y 2017 y, además, cuenta con una amplia
experiencia en el terreno de la política exterior, puesto que dirigió en dos
ocasiones el Comité de Relaciones Exteriores del Senado (2001-2003 y
2007-2009).</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="font-family: times; font-size: large;"><span>En un artículo publicado en la
revista </span><i>Foreign Affairs</i><span> en marzo de
2020, Biden se mostró a favor de poner fin a las políticas aislacionistas de
Trump y recobrar el liderazgo mundial, ya que “durante 70 años EEUU, bajo
presidentes demócratas y republicanos, desempeñó un papel de liderazgo en la
redacción de las reglas, la elaboración de acuerdos y la animación de las
instituciones que guían las relaciones entre las naciones y promueven la
seguridad y la prosperidad colectivas”. El político demócrata denunció que “el
desastroso historial de Trump en política exterior nos recuerda todos los días
los peligros de un enfoque desequilibrado e incoherente, que desvaloriza y
denigra el papel de la diplomacia” e interpretaba que “la diplomacia debería
ser el primer instrumento del poder estadounidense” y ser “la principal
herramienta de política exterior de EEUU”.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="font-family: times; font-size: large;">En consonancia con este
planteamiento, Biden se mostró a favor de recuperar el multilateralismo y
trabajar codo con codo con los países demócratas para hacer frente a una
compleja agenda internacional protagonizada por el cambio climático, la
pandemia del COVID-19 y la proliferación nuclear. La mejor manera de abordar dichos
retos sería el retorno de EEUU a los acuerdos e instituciones internacionales
como el Tratado de París y la Organización Mundial de la Salud.</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="font-family: times; font-size: large;">Para poner los cimientos de su
política exterior, Biden se ha rodeado de un experimentado equipo integrado,
entre otros, por Anthony Blinken y Jake Sullivan, respectivamente secretario de
Estado y consejero de Seguridad Nacional. En el pasado, Blinken desempeñó el
puesto de subsecretario de Estado y viceconsejero de Seguridad Nacional, lo que
contrasta con la inexperiencia de los asesores del presidente Trump. Por su
parte, Sullivan ejerció de viceconsejero de Seguridad Nacional, fue responsable
de Planificación Política del Departamento de Estado con Hillary Clinton y jugó
un destacado papel en la negociación del JCPOA con Irán. La elección de Blinken
y Sullivan evidencia el intento de Biden de reconducir la política exterior
estadounidense y retomar las dinámicas precedentes de la etapa de Obama.
Al igual que en las últimas dos
décadas, la prioridad de la política exterior estadounidense no estará en Oriente
Medio sino en Asia y el Pacífico y, sobre todo, en las relaciones con China.</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="font-family: times; font-size: large;">La principal muestra de este giro
será la de resucitar el malherido acuerdo nuclear con Irán, muy dañado por las
sanciones impuestas por la Administración de Trump y también por la política de
asesinatos selectivos que acabó con la vida del general iraní Qasem Soleimani,
responsable de la fuerza de élite Al Quds, el 3 de enero de 2020 en Bagdad. Los
principales perjudicados por este eventual acercamiento entre Washington y
Teherán serían Israel, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, países que han
hecho frente común ante el expansionismo de Irán. Tras la derrota electoral de
Trump, su secretario de Estado Mike Pompeo realizó una gira por la zona el 18
de noviembre para evaluar un posible ataque contra las instalaciones nucleares
iraníes. El día 23 de ese mismo mes, el primer ministro Benjamin Netanyahu, el
príncipe Mohamed Bin Salman y el secretario de Estado Mike Pompeo se
entrevistaron en la localidad saudí de Neom, en un intento de explorar opciones
para dicho ataque, que fue finalmente descartado. No obstante, el 27 de
noviembre fue asesinado en las afueras de Teherán el padre del programa nuclear
iraní Mohsen Fajrizadeh en un ataque atribuido al Mossad israelí y con el que
se pretendería torpedear la reanudación de las negociaciones con EEUU. Tras
este acontecimiento, el presidente Hasan Rohani reclamó contención para evitar una
escalada de tensión que justificase una ofensiva militar contra el régimen
iraní.</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="font-family: times; font-size: large;">El 13 de septiembre, en plena
campaña presidencial, Biden escribió un artículo para la cadena de televisión
CNN en el que acusó a Trump de violar el acuerdo entre el G5+1 e Irán y denunció
que “la ‘máxima presión’ de Trump ha sido una bendición para el régimen de Irán
y un fracaso para los intereses de EEUU”, ya que “en lugar de restaurar la
disuasión, Trump ha envalentonado a Irán”. Por ello se mostraba a favor de imprimir
“un cambio el rumbo” a las relaciones bilaterales estadounidenses-iraníes y
anunciaba que “ofrecería a Teherán un camino creíble de regreso a la diplomacia:
si Irán cumple estrictamente el acuerdo nuclear, EEUU retornará al acuerdo”. </span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="font-family: times; font-size: large;">Tras la elección de Biden, el
presidente Rohani consideró que se daban las condiciones para retomar el
diálogo y estaban ante “una oportunidad para que el próximo gobierno de EEUU enmiende
los errores del pasado y vuelva a adherirse a los compromisos internacionales”.
El principal escollo podría ser la voluntad de Biden de revisar algunas
provisiones del acuerdo nuclear, opción descartada abiertamente por el régimen
iraní. Javad Zarif, ministro de Asuntos Exteriores, advirtió que “retornar [al
acuerdo] no significa renegociarlo”, ya que “si lo hubiésemos querido hacer, lo
habríamos hecho con el presidente Trump hace cuatro años”. El presidente Rohani
siempre ha insistido en la necesidad de equilibrio en las negociaciones y que
la política iraní se basa en “compromiso por compromiso, acción por acción,
desescalada por desescalada y respeto por respeto”.</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="font-family: times; font-size: large;">La segunda prioridad de la
Administración de Biden será revisar las relaciones con Arabia Saudí. Durante
la campaña electoral, Biden se mostró a favor de retirar el apoyo incondicional
al príncipe heredero MbS, al que lanzó una clara advertencia en un debate
televisivo: “Defenderé los derechos de los activistas, disidentes políticos y
periodistas a hablar libremente sin temor a ser perseguidos y sufrir violencia”.
Peor aún, el presidente electo señaló en varias ocasiones que “la muerte de
Khashoggi no será en vano” y que sus responsables deberán responder ante la
justicia. El nuevo secretario de Estado, Anthony Blinken, advirtió durante la campaña
electoral: “Revisaremos la relación con el gobierno de Arabia Saudí, al que el
presidente Trump básicamente ha dado un cheque en blanco para seguir un
desastroso conjunto de políticas, incluida la guerra en Yemen, pero también el
asesinato de Jamal Khashoggi y la represión sobre la disidencia en casa”. </span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="font-family: times; font-size: large;">En el corto plazo, las relaciones
entre Washington y Riad podrían resentirse. No obstante, el rey Salman dispone
de un amplio abanico de posibilidades para tratar de anticiparse a las
presiones de Biden revisando la política saudí sobre el bloqueo a Qatar, la
intervención en Yemen o la normalización con Israel. En la actualidad, Kuwait
está mediando entre Doha y Riad para acercar posiciones y levantar el bloqueo
impuesto en verano de 2017, aunque las conversaciones todavía no han llegado a
buen puerto. Al mismo tiempo, MbS, que también ejerce como ministro de Defensa,
es consciente de que su aventurismo militar en Yemen no ha dado los resultados esperados
y que la catástrofe humanitaria podría acabar pasándole factura. La última
carta que podría reservarse en la manga MbS sería la de tratar de blindarse en
el poder por medio de la normalización de relaciones con Israel, movimiento que
sería bien visto por la Administración de Biden y también por el Senado y el
Congreso norteamericanos pero que no cuenta con el respaldo del rey Salman ni
de un sector significativo de la dinastía saudí.</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="font-family: times; font-size: large;">En el caso de las relaciones con
Emiratos Árabes Unidos, lo más probable es que se fortalezcan sobre todo
después de la firma del Acuerdo de Abraham por el que normalizaba sus relaciones
con Israel. En el marco de este acuerdo, Emiratos se comprometió a adquirir 50 cazas
F-35 por un valor de 10.500 millones de dólares. Mike Pompeo justificó la venta
al considerar que “apoyará la política exterior y la seguridad nacional de los EEUU
al ayudar a mejorar la seguridad de un socio regional importante. Emiratos ha
sido, y siguen siendo, un socio estadounidense vital para estabilidad política
y progreso económico en Oriente Medio”. De esta manera, el príncipe heredero y
verdadero hombre fuerte del país Mohamed Bin Zayed se garantiza el
mantenimiento de una relación privilegiada con EEUU durante los próximos años
y, al mismo tiempo, refuerza sus capacidades militares. De hecho, muchos
actores regionales interpretan que Emiratos se ha convertido en “una pequeña
Esparta” por sus intervenciones en Yemen y Libia y sus bases militares en el
cuerno de África.</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="font-family: times; font-size: large;">En el curso de los últimos años,
Emiratos, al igual que Qatar, se ha emancipado plenamente de la tutela saudí y
se ha convertido en un actor extraordinariamente dinámico que ha logrado expandir
su influencia a escala regional. Hoy en día, Abu Dhabi y Dubai, sus dos
emiratos más poderosos, se han convertido en centros neurálgicos de negocios,
nodos de conexión de las grandes conexiones aéreas a través de Emirates y
Etihad y promotores de importantes eventos económicos, culturales y deportivos.
Todas estas iniciativas se engloban en un intento de construir una marca-Estado
atractiva, proceso en el que Arabia Saudí parece haberse quedado rezagada.</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="font-family: times; font-size: large;">En lo que respecta a las relaciones
con Israel, el cambio será mucho menos drástico puesto que el presidente Joe Biden
y su vicepresidenta Kamala Harris siempre se han mostrado firmes aliados del
Estado hebreo y el apoyo incondicional estadounidense a Israel forma parte de
un consenso bipartidista apenas roto por las voces discrepantes del ala
izquierdista del Partido Demócrata y, sobre todo, por Bernie Sanders y
Alexandria Ocasio-Cortez, así como las congresistas de origen palestino Rashida
Tlaib e Iman Jodeh. Durante la campaña electoral, Biden dejó claro que la ayuda
militar a Israel, que asciende a 3.800 millones de dólares anuales, no será
revisada sea cual sea su comportamiento. También sus colaboradores más
estrechos tienen un amplio historial de proximidad con Israel, como es el caso
de Blinken, un judío criado en Francia cuyo padrastro sobrevivió al Holocausto.
Lo anteriormente dicho no quiere decir que Biden de luz verde a las políticas
colonizadoras de Israel y a sus proyectos anexionistas. El nuevo presidente ha
mostrado su apoyo a la solución de los dos Estados y su rechazo a las medidas
unilaterales de Netanyahu. Debe recordarse que, en su día, el presidente Obama
impuso una congelación a la construcción de nuevos asentamientos que Israel
sorteó ampliando de manera significativa la construcción en los ya existentes.
Su administración permitió la aprobación de la resolución 2.234 del Consejo de
Seguridad que consideraba los asentamientos como “una fragrante violación del
Derecho Internacional” y “sin validez legal”.</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="font-family: times; font-size: large;">Aunque no dará marcha atrás al
traslado de la embajada a Jerusalén ni adoptará una posición beligerante en
torno a la cuestión de los asentamientos, Biden sí que ha manifestado su
voluntad de restaurar los lazos con la Autoridad Palestina y retomar la ayuda
económica y humanitaria que le retiró Trump. No obstante, deben descartarse
presiones significativas para que Israel vuelva a la mesa de negociaciones, al
considerar que cualquier intento de reactivar el proceso de paz está condenado
al fracaso mientras no exista una mayoría amplia en la sociedad israelí
partidaria de un acuerdo con los palestinos. Por otra parte, las previsibles
tensiones que puedan surgir tratarán de resolverse en privado, tal y como ha
señalado Blinken: “Biden cree firmemente que las diferencias entre amigos deben
mantener, en la medida de lo posible, tras la puerta”.</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="font-family: times; font-size: large;">Joe Biden y su equipo han advertido
que los regímenes autoritarios tendrán que revisar algunas de sus políticas y,
en particular, su sistemática violación de los derechos humanos y su
persecución de opositores y activistas, lo que sin duda representa una mala
noticia para algunos dirigentes de la región. De hecho, el presidente egipcio
se ha apresurado a liberar en las últimas semanas a varios detenidos para
intentar amortiguar las eventuales presiones de la Casa Blanca, aunque todavía quedan
en las cárceles egipcias más de 60.000 presos políticos (la mayor parte de
ellos integrantes de los ilegalizados Hermanos Musulmanes). No obstante, está
por ver hasta dónde llega la administración Biden al respecto, dado que una
presión significativa podría alejar a Egipto de EEUU y acercarle a Rusia, que
en los últimos años ha intensificado la venta de armamento al país árabe y que,
además, está construyendo una planta nuclear cerca de Dabaa. En este sentido,
la política exterior rusa, desideologizada y pragmática, podría representar una
ventaja comparativa con respecto a EEUU.</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="font-family: times; font-size: large;"><span>Por último, pero no menos importante, la
Administración de Biden acelerará, si las circunstancias lo permiten, la salida
de tropas norteamericanas de Oriente Medio en un proceso que ya había iniciado
Trump. El candidato republicano ya anunció, en plena precampaña, su intención de
reducir el contingente de tropas en dicha zona a tan sólo 5.000 efectivos: la
mitad en Irak y el resto en Afganistán. También Biden considera que la derrota
del autodenominado Estado Islámico hace superfluo el amplio despliegue militar
estadounidense en la región, ya que “agota nuestra capacidad para liderar otros
temas que requieren nuestra atención y nos impide reconstruir los otros
instrumentos del poder estadounidense.</span><b><o:p><span> </span></o:p></b></span></p>Ignacio Álvarez-Ossoriohttp://www.blogger.com/profile/04898622516629492831noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7347482998390177079.post-42565076251900595582020-12-22T11:53:00.000+01:002020-12-22T11:53:01.054+01:00La reconfiguración de Oriente Próximo<p><span style="font-family: Georgia, serif; text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Hoy publico en <a href="https://elpais.com/opinion/2020-12-21/la-reconfiguracion-de-oriente-proximo.html" target="_blank">El País</a> este articulo sobre los cambios que la normalización entre Israel y los países árabes está desencadenando en la reconfiguración de alianzas en Oriente Próximo.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="font-family: "Georgia",serif; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-size: medium;">La reciente normalización de relaciones de Israel con Emiratos Árabes
Unidos, Baréin, Sudán y Marruecos no ha incendiado el mundo árabe ni ha desencadenado
masivas manifestaciones de protesta. Más bien ha sido recibida con apatía e,
incluso, indiferencia al tratarse de un mero trámite que oficializa lo que era un
secreto a voces: la existencia, desde hace décadas, de canales secretos entre
Israel y numerosos países árabes. Los dirigentes palestinos se han quedado
solos en su condena del proceso de normalización, lo que viene a evidenciar la progresiva
pérdida de centralidad de la cuestión palestina entre los árabes.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="font-family: "Georgia",serif; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-size: medium;">En este escenario de realineamientos estratégicos merecen destacarse cinco
dinámicas que están reconfigurando Oriente Próximo. La primera de ellas es la normalización
entre Israel y su entorno árabe, movimiento en el que la Administración Trump
ha jugado un papel decisivo. A pesar de su ocupación de Cisjordania, Gaza y
Jerusalén Este y de su sistemática vulneración del Derecho Internacional,
Israel ha sido capaz de resquebrajar el boicot que sufría desde su nacimiento.
En 1979 logró, por primavera vez, romperlo con la firma del tratado de paz de
Camp David con Egipto, al que siguió el Acuerdo de Wadi Araba con Jordania en
1994, ambos basados en el principio ‘territorios por paz’. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="font-size: medium;"><span style="font-family: "Georgia",serif; mso-ansi-language: ES;">Este proceso se ha acelerado en los últimos dos meses con el
establecimiento de relaciones con cuatro países árabes. A cambio, EE UU se ha comprometido
a dar un trato de favor a dichos países. Con Emiratos ha firmado un importante
acuerdo de venta de armamento por valor de 23.370 millones de dólares, que
incluye la adquisición de 50 cazas F-35, la joya de la corona de la industria
militar estadounidense. Sudán, por su parte, ha sido excluido de la lista de
países patrocinadores del terrorismo mientras que Marruecos ha logrado el
reconocimiento estadounidense de su soberanía sobre el Sáhara Occidental.</span><span style="mso-ansi-language: ES;"> </span><span style="font-family: "Georgia",serif; mso-ansi-language: ES;"><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="font-size: medium;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8slzBaRJyLrKmKyYBJX2ZmmZkXrpSKKPIQ-WnJSOzLhY_-15nD7b8T9KFLrWbPSaZ9ySV5u_uBwiELL9ixG-vULa1l8X_IzzZOhWUfOuiuyQmjfWhPqoim5z816niQcSaOTFvUpib9U0/s2048/El+Pa%25C3%25ADs.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1557" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8slzBaRJyLrKmKyYBJX2ZmmZkXrpSKKPIQ-WnJSOzLhY_-15nD7b8T9KFLrWbPSaZ9ySV5u_uBwiELL9ixG-vULa1l8X_IzzZOhWUfOuiuyQmjfWhPqoim5z816niQcSaOTFvUpib9U0/w486-h640/El+Pa%25C3%25ADs.jpg" width="486" /></a></span></div><span style="font-family: Georgia, serif; font-size: large;">La segunda dinámica a destacar es la progresiva pérdida de influencia de
Arabia Saudí como resultado de la política aventurista emprendida por su
príncipe heredero Mohamed Bin Salmán (conocido por sus siglas MBS), cuya
principal muestra es la intervención militar en Yemen, que ha provocado una enorme
catástrofe humanitaria con más de 233.000 muertos según datos de la ONU. El
actual hombre fuerte del reino también ha lanzado una campaña de intimidación contra
sus vecinos para silenciar a quienes cuestionan su papel hegemónico, lo que se
ha traducido en el bloqueo por tierra, mar y aire de Qatar.</span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="font-family: "Georgia",serif; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-size: medium;">Desde que fuera designado príncipe heredero en 2017, MBS ha concentrado en
sus manos un inmenso poder al asumir tanto el Ministerio de Defensa como el dossier
económico y securitario. Quienes han advertido de los riesgos de esta gestión
personalista que rompe la tradición, ya que las decisiones más relevantes
solían ser adoptadas por consenso en la Casa Saud, han pagado un elevado precio,
como atestigua el encarcelamiento de varios príncipes, empresarios y
activistas. La llegada a la Casa Blanca de Joe Biden no es una buena noticia
para MBS, ya que el presidente electo se ha mostrado a favor de retirar el
apoyo incondicional al príncipe heredero, al que lanzó una clara advertencia al
señalar que “la muerte de Khashoggi no será en vano”.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="font-family: "Georgia",serif; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-size: medium;">La tercera tendencia es la emancipación de los emiratos del Golfo de la
tutela saudí. En las últimas décadas, Emiratos se ha transformado en un actor
extraordinariamente dinámico que ha logrado extender su poder e influencia. Hoy
en día, Abu Dhabi y Dubái se han convertido en centros de negocios
internacionales, nodos de conexión de grandes líneas aéreas y promotores de
importantes eventos culturales y deportivos. Todas estas iniciativas se
engloban en un intento de construir una marca-Estado atractiva, proceso en el
que Arabia Saudí parece haberse quedado rezagada. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="font-family: "Georgia",serif; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-size: medium;">El príncipe heredero y verdadero hombre fuerte del país, Mohamed Bin Zayed,
apuesta cada vez más claramente por emplear herramientas del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">hard power</i> para lograr sus objetivos. Su
intervención en Yemen y Libia y el estableciendo de bases militares en el
cuerno de África evidencian el creciente poderío de esta “pequeña Esparta”. De
hecho, el Acuerdo de Abraham, firmado en la Casa Blanca el pasado 15 de
septiembre, va mucho más allá de una mera normalización entre Emiratos e Israel
y abre la puerta al establecimiento de una alianza para plantar cara al
expansionismo iraní y, sobre todo, garantizar el mantenimiento del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">statu quo</i> regional ante las crecientes
voces que demandan cambios y reformas. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="font-family: "Georgia",serif; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-size: medium;">La cuarta tendencia es el retroceso de Irán en Oriente Próximo. Israel,
Arabia Saudí y Emiratos han erigido un frente común para frenar a Irán, que en
la década pasada aprovechó el caos creado por la Primavera Árabe para aumentar
su influencia en Irak, Siria, Yemen y Líbano. La estrategia de ‘máxima presión’
aplicada por la Administración Trump ha colocado en una difícil tesitura al
gobierno iraní, atenazado por una grave crisis económica que le ha obligado a limitar
su ayuda a sus aliados regionales y a replegarse sobre sí mismo. No obstante, ni
la salida estadounidense del acuerdo nuclear, ni el restablecimiento de
sanciones ni tampoco el asesinato de varios científicos han dado la puntilla al
régimen iraní. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="font-family: "Georgia",serif; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-size: medium;">Tras la derrota electoral de Trump, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu,
el príncipe Mohamed Bin Salmán y el secretario de Estado Mike Pompeo se
reunieron para evaluar un ataque contra las instalaciones nucleares iraníes,
conscientes de que el tiempo se acaba y que la llegada de Biden implicará una
revisión de la política exterior. El presidente electo ha denunciado que “la
‘máxima presión’ de Trump ha sido una bendición para el régimen de Irán y un
fracaso para los intereses de EE UU”, ya que “en lugar de restaurar la
disuasión, Trump ha envalentonado a Irán”. De hecho, su máxima prioridad será retornar
al acuerdo nuclear para lo que será necesario levantar las sanciones, lo que sin
duda dará un balón de oxígeno a Teherán.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="font-family: "Georgia",serif; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-size: medium;">La quinta y última dinámica es la pérdida de simbolismo de la cuestión
palestina en el mundo árabe. Al contrario que en el pasado, los dirigentes
árabes no están comprometidos con la defensa de la cuestión palestina ni
tampoco se consideran atados por la Iniciativa de Paz de 2002, que ofrecía a
Israel una normalización plena a cambio del establecimiento de un Estado
palestino y la solución del problema de los refugiados. Debe tenerse en cuenta
que casi la mitad de la población del Golfo ha nacido en las últimas dos
décadas y está más preocupada por preservar su bienestar material que por solidarizarse
con la causa palestina. Para ellos, el panarabismo y sus luchas forman parte de
un pasado remoto con el que no se identifican. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;"><span style="font-family: "Georgia",serif; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-size: medium;">Israel es plenamente consciente de estos nuevos vientos que soplan en la
región. De ahí que Netanyahu considere que el principio de ‘territorios por
paz’ ha quedado obsoleto y que deba reemplazarse por la menos onerosa fórmula
de ‘paz por paz’. Lo novedoso es que, este planteamiento parece haber calado
entre las monarquías del Golfo, cuya principal preocupación es culminar con
éxito el proceso de recambio generacional que afrontan y, sobre todo,
garantizar su viabilidad en un entorno convulso en el que Irán, y no Israel, es
percibido como la principal amenaza. </span><o:p></o:p></span></p>Ignacio Álvarez-Ossoriohttp://www.blogger.com/profile/04898622516629492831noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7347482998390177079.post-56143619003038902622020-12-15T22:10:00.000+01:002020-12-15T22:10:27.454+01:00Túnez: la génesis de la Primavera Árabe<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: inherit; font-size: medium;">Hoy publico en El Periódico este artículo titulado "<a href="https://www.elperiodico.com/es/opinion/20201215/excepcion-tunecina-ignacio-alvarez-ossorio-articulo-11395329?utm_source=twitter&amp;utm_medium=social&amp;utm_campaign=cm" target="_blank">La excepción tunecina</a>" donde analizo los cambios experimentados en Túnez tras la caída de Ben Ali y las razones por las que sigue siendo, a pesar de todas las dificultades que atraviesa, la esperanza de la Primavera Árabe.</span></p><p><span style="font-family: inherit; font-size: large; text-align: justify;">Un día como hoy hace diez años, un
vendedor ambulante de nombre Mohammed Bouazizi cambió el rumbo de la historia.
Tras la confiscación de sus mercancías, decidió prenderse fuego para denunciar
la arbitrariedad de la policía. Esta desesperada acción de protesta desató una
ola de movilizaciones que provocó la caída del dictador Ben Ali cuatro semanas
después. Había empezado la Primavera Árabe que pronto se extendería a Libia,
Egipto, Siria, Yemen y Bahréin, aunque sus réplicas se dejaron sentir
prácticamente en toda la geografía árabe.</span></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQP_j-L_CHXQAroyN4dmzVajRIXVS2dund3szGrWdfBbdpgIzdtydUZ1wzb__PDUvjl7wWxqbulkLWkFUUQ5hArimRKdrnsKqKlEz8WpBJYrcvL4KZ_vIlLM0t1zfoF_wrTcMg3gvFYZE/s640/T%25C3%25BAnez.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="396" data-original-width="640" height="396" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQP_j-L_CHXQAroyN4dmzVajRIXVS2dund3szGrWdfBbdpgIzdtydUZ1wzb__PDUvjl7wWxqbulkLWkFUUQ5hArimRKdrnsKqKlEz8WpBJYrcvL4KZ_vIlLM0t1zfoF_wrTcMg3gvFYZE/w640-h396/T%25C3%25BAnez.jpg" width="640" /></a></div><span style="font-family: inherit; font-size: large; text-align: justify;">Hoy en día, Túnez sigue siendo la
gran esperanza de la Primavera Árabe debido al éxito de su transición
democrática que contrasta con el caos imperante en otros países árabes, inmersos
en un torbellino de conflictos armados y crisis humanitarias interminables. Lo
anterior no quiere decir que el tránsito de la dictadura a la democracia haya
sido un camino fácil, ya que el país magrebí ha sufrido una campaña de atentados
yihadistas que golpeó a uno de los principales motores de su economía: el
turismo. Asimismo, la crisis económica que padece el país, agravada por la
pandemia de la covid-19 que provocó una contracción del 21,4% del PIB en el
segundo trimestre de este año, ha acentuado el malestar ciudadano y el
descrédito de la clase política facilitando la irrupción de formaciones
populistas.</span><p></p><p><span style="font-family: inherit; font-size: large; text-align: justify;">El éxito tunecino puede
explicarse aludiendo a una serie de factores. En primer lugar, Túnez es el país
más pequeño de todo el Norte de África y cuenta con una población de tan sólo
once millones de habitantes, la más homogénea de la región: mayoritariamente
árabe y sunní. Esta circunstancia explica que haya estado al margen de las
grandes tensiones sectarias registradas en Oriente Próximo y que tampoco se
haya convertido en una trinchera más del conflicto que libran las potencias regionales
por la hegemonía. Lo más sorprendente es que ni siquiera la lucha fratricida en
Libia ha sido capaz de desestabilizar a Túnez.</span></p><p><span style="font-family: inherit; font-size: large; text-align: justify;">Una segunda razón es la madurez
de la que han hecho gala las principales fuerzas políticas que, a pesar de su
rivalidad, han evitado a toda costa destruir los puentes de comunicación, lo
que ha impedido un choque frontal entre los sectores laico e islamista. De
hecho, Túnez es el único país afectado por la Primavera Árabe en el que se ha
registrado una transición pacífica de poder cuando en 2014 el islamista Ennahda
cedió el testigo al secular Nidaa Tunis sin grandes aspavientos. En este
sentido es importante destacar que Ennahda es probablemente el partido
islamista más pragmático del mundo árabe y su líder Rachid Ghanuchi siempre ha sido
un firme defensor de la democracia parlamentaria.</span></p><p><span style="font-family: inherit; font-size: large; text-align: justify;">En tercer lugar, debemos hacer
referencia a la fortaleza de la sociedad civil, una de las más dinámicas y
sólidas de la región. La Unión General de Trabajadores Tunecinos (UGTT) jugó un
papel clave en la caída de Ben Ali al convocar una huelga general que paralizó
el país. Durante la última década, dichas organizaciones se han movilizado para
condenar la violencia y preservar las libertades. Tras una serie de asesinatos
políticos contra varios políticos izquierdistas se estableció el Cuarteto de
Diálogo integrado por la UGTT, la Liga de Derechos Humanos, el Colegio de
Abogados y la Confederación de Industria, Comercio y Artesanías para evitar un
choque de trenes entre los sectores laico e islamista, labor que fue reconocida
con el Premio Nobel de la Paz en 2015.</span></p><p><span style="font-family: inherit; font-size: large; text-align: justify;">En cuarto y último lugar debe
destacarse el papel positivo jugado por las Fuerzas Armadas. En este caso,
Túnez también es una excepción en comparación con los dos países con los que
comparte fronteras: Argelia y Libia, donde los militares han monopolizado el
poder prácticamente desde las independencias nacionales. Las Fuerzas Armadas
tunecinas desobedecieron las órdenes de reprimir las manifestaciones contra Ben
Ali y, tras su caída, han mantenido una neutralidad ejemplar rechazando
interferir en la política, actitud que contrasta abiertamente con la del
Ejército egipcio, que en 2013 encabezó un golpe de estado contra los Hermanos
Musulmanes y puso en marcha una auténtica caza de brujas para eliminar cualquier
vestigio islamista en la escena política.</span></p>Ignacio Álvarez-Ossoriohttp://www.blogger.com/profile/04898622516629492831noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7347482998390177079.post-87404296453513217352020-11-12T09:39:00.002+01:002020-11-12T09:40:26.370+01:00Biden y Oriente Próximo<p><span style="font-family: georgia;"><span style="font-size: medium;"> </span><span style="font-size: large;"><span style="background-color: white; color: #050505; white-space: pre-wrap;">¿Cuáles serán las prioridades de Biden una vez que llegue a la Casa Blanca? En este artículo de El Periódico titulado </span>"<a href="https://www.elperiodico.com/es/opinion/20201110/biden-y-oriente-proximo-articulo-ignacio-alvarez-ossorio-8199089">Biden y Oriente Próximo</a>"<span style="background-color: white; color: #050505; white-space: pre-wrap;"> trato de identificar qué cambios se avecinan en Oriente Próximo: recuperación del pacto nuclear con Irán, distanciamiento de Arabia Saudí y seguidismo en la política hacia Israel, aunque con ciertos gestos hacia los palestinos que no modificaran esencialmente el statu quo.</span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La llegada de Joe Biden a la Casa Blanca provocará una profunda revisión de la política exterior estadounidense. Durante sus cuatro años de presidencia, Trump apostó por la vía unilateralista que le llevó a ningunear a la ONU o a retirarse, en plena pandemia de covid-19, de la Organización Mundial de la Salud. En el mundo árabe, Trump dio carta blanca a los regímenes autoritarios e, incluso, llegó a bautizar al presidente egipcio Al Sisi como “mi dictador favorito”.</span></p><p><span style="font-family: georgia;"><span style="font-size: large;"><span style="background-color: white; color: #050505; white-space: pre-wrap;"></span></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: georgia;"><span style="font-size: large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEik-m0-5iQZa_Rs__60SubJ5zocODgCPFOfTuFAjF29jRb6eUn5CbNp5QEIWbAVaoefXxqLaPGlfZC-Ni2pwlXwexF0gYk6fcV-zlXYZswgodWHYIWo0KG791d8kM85Q5eZLjD7tAddcBc/s1024/kamala-harris-pumps.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1024" data-original-width="683" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEik-m0-5iQZa_Rs__60SubJ5zocODgCPFOfTuFAjF29jRb6eUn5CbNp5QEIWbAVaoefXxqLaPGlfZC-Ni2pwlXwexF0gYk6fcV-zlXYZswgodWHYIWo0KG791d8kM85Q5eZLjD7tAddcBc/s320/kamala-harris-pumps.jpg" /></a></span></span></div><span style="font-family: georgia;"><span style="font-size: large;"><br /></span></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Durante la campaña electoral, Biden
ha dejado claro que intentará restaurar la maltrecha imagen de EEUU y
contribuir a la cogobernanza mundial. En Oriente Próximo, el futuro presidente
intentará recuperar el legado de Obama del que el acuerdo nuclear con Irán es
el máximo exponente. No es una buena noticia para los autócratas de la región,
empezando por Arabia Saudí, que deberá replantear su intervención militar en
Yemen, pero tampoco para Egipto, donde las libertades elementales son
sistemáticas perseguidas. Como ha señalado su asesor Jake Sullivan: “Lo que
hace la política exterior norteamericana diferente es que no somos neutrales
entre los autócratas y las poblaciones que demandan derechos humanos y
dignidad”.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Una de las prioridades de la administración
demócrata será abandonar la estrategia de ‘máxima presión’ al régimen iraní y resucitar
el acuerdo nuclear, tras constatar que las sanciones impuestas por Trump no han
logrado derribar al gobierno de los ayatolás. Es inevitable que este giro eleve
la tensión con Arabia Saudí e Israel, los principales rivales de Irán, que
llevan años tratando de poner freno al expansionismo iraní.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Efectivamente, Arabia Saudí
podría ser el país más golpeado. Durante la campaña electoral, Biden mostró su
disposición a retirar el apoyo incondicional al príncipe heredero Mohamed Bin
Salman al que lanzó una clara advertencia: “Defenderé los derechos de los
activistas, disidentes políticos y periodistas a hablar libremente sin temor a
ser perseguidos y sufrir violencia” y “la muerte de Khashoggi no será en vano”.
El futuro presidente también criticó “el peligroso cheque en blanco” de Trump
que Arabia Saudí ha empleado para intervenir en Yemen, imponer un bloqueo a
Qatar y encarcelar a cientos de disidentes, incluidos destacados miembros de la
familia real.</span></p><p>
</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Por el contrario, las relaciones con
Israel no se resentirán en exceso, ya que el Estado hebreo cuenta con firmes defensores
tanto en el bando republicano como en el demócrata. Biden ha mostrado su apoyo
a la solución de los dos Estados y su rechazo a las medidas unilaterales de
Netanyahu, como la construcción de asentamientos o el bloqueo de Gaza. Aunque
no dará marcha atrás al traslado de la embajada a Jerusalén, sí que ha
manifestado su voluntad de restaurar los lazos con la Autoridad Palestina y
retomar la ayuda económica y humanitaria que le retiró Trump. No obstante,
mientras Netanyahu se mantenga en el poder no se llevará a cabo presiones significativas
para establecer un Estado palestino al considerarse que caerían en un saco roto.<o:p></o:p></span></p><p><br /></p><p></p>Ignacio Álvarez-Ossoriohttp://www.blogger.com/profile/04898622516629492831noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7347482998390177079.post-32366579161216432342020-10-23T09:00:00.002+02:002021-05-14T18:03:35.526+02:00El impacto del COVID en la zona MENA<p style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Hoy publico en <a href="https://www.elperiodico.com/es/global/" target="_blank">El Periódico de Catalunya</a> este artículo sobre el impacto de la covid-19 en el Norte de África y Oriente Próximo. </span></p><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El Norte de África y Oriente
Próximo (MENA, en sus siglas en inglés) atraviesan una tormenta perfecta. A la
Primavera Árabe, la ola de revueltas populares contra los regímenes
autoritarios iniciada a finales de 2010, se suma ahora la devastadora crisis
económica provocada por la covid-19, que podría desestabilizar por completo la
región. En el corto plazo, la bajada de precios del petróleo, la caída del
turismo, el descenso de las remesas, el aumento del desempleo y la intensificación
de la pobreza agravarán las desigualdades económicas y extenderán el malestar social.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><o:p> </o:p>La pandemia covid-19 ha golpeado
con más intensidad a Oriente Próximo que al Norte de África. Sin duda, el país con
mayor incidencia ha sido Irán con 31.650 muertes y 550.000 contagios seguido de
Irak con 10.465 fallecidos y 442.000 infectados. Son los dos únicos de la zona
que aparecen entre los veinte países con más afectados. Por detrás están
Turquía, Arabia Saudí e Israel, que ocupan los puestos 21, 22 y 25, aunque la
incidencia es mucho mayor en este último dado su exiguo tamaño.<span></span></span></p><a name='more'></a><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Además, debe tenerse en cuenta que
no todos los países disponen de los mismos recursos para hacer frente a la covid-19,
ya que Israel y los países del Golfo cuentan con sistemas sanitarios más modernos
y, por lo tanto, con mayor capacidad para hacer frente a una emergencia
sanitaria como la presente. La otra cara de la moneda la representan los países
inmersos en conflictos armados como Siria, Libia y Yemen, que disponen de unos
recursos limitados dado que sus sistemas de salud han sido dañados o destruidos
durante la guerra. En el caso sirio, por ejemplo, se calcula que el 70% de los
sanitarios han abandonado el país y sólo funcionan el 50% de los centros de
salud primaria.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWykO_RfdsLvkZXcDuwj0CzcaybCauTbc7Wy5iGAlZ8IZHmUrRzLyTQGR_fOhDXUtPT-rXeIZT6xNSxAt3_w9FTyZPhNSB16Yem09TXQCooh87FzkEuyXzVEoa6VymLP1FXiNOFMYUApw/s1600/11.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="1600" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWykO_RfdsLvkZXcDuwj0CzcaybCauTbc7Wy5iGAlZ8IZHmUrRzLyTQGR_fOhDXUtPT-rXeIZT6xNSxAt3_w9FTyZPhNSB16Yem09TXQCooh87FzkEuyXzVEoa6VymLP1FXiNOFMYUApw/w640-h360/11.jpg" width="640" /></span></a></div><span style="font-family: georgia; font-size: large;"><div style="text-align: justify;">De igual manera, la crisis
económica no afectará por igual a todos los países. Un reciente informe del FMI
considera que los productores de petróleo registrarán una caída del 6% del PIB este
año, mientras que en los no productores el retroceso será mucho menor: tan sólo
un 1,1%. De hecho, el menos afectado por la crisis económica será Egipto que no
sólo sorteará la recesión, sino que además crecerá un 3,5%. Parece evidente que
la disminución de las exportaciones y la caída del precio del petróleo dañarán
especialmente a los países petrolíferos. De hecho, el FMI considera que el
precio del barril no volverá a superar los 50 dólares hasta el año 2023, lo que
les obligará a recortar sus servicios públicos, hecho que haría peligrar la paz
social.</div></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">El cierre de fronteras y las
restricciones a la movilidad también debilitarán al sector turístico. Los
países más afectados serán Jordania, Líbano, Marruecos y Túnez, donde el
turismo representa entre el 20% y el 15% del PIB. De hecho, el peor escenario barajado
por la Organización de Turismo Mundial prevé un descenso del turismo a escala
global de casi el 80% durante el 2020. Este retroceso incidirá también en Emiratos
Árabes Unidos y Qatar, que se han convertido en nodos en las comunicaciones
internacionales gracias a las líneas aéreas Emirates, Etihad y Qatar Airways.
También golpeará a Arabia Saudí, que cada año recibía 20 millones de peregrinos
que visitaban La Meca y Medina.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">La contracción económica tendrá
un especial impacto en el desempleo y, sobre todo, entre jóvenes y mujeres.
Debe tenerse en cuenta que la zona MENA es la que tiene un mayor porcentaje de
desempleo juvenil del mundo (un 27%) y un menor acceso de la mujer al trabajo
asalariado (apenas un 20%), ya que muchas de ellas se ven abocadas al sector
informal. Según diferentes previsiones, la pobreza aumentará de manera
significativa en el mundo árabe afectando al 25% de la población: un total de
115 millones de personas, lo que crearía una bomba de relojería de difícil
gestión.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: georgia; font-size: large;">Lo más probable es que esta
explosiva situación se traduzca, en el corto plazo, en un aumento del malestar
social. Entre los países que registrarán mayores caídas del PIB en 2020 están precisamente
Sudán con un 8,4%, Irak con un 12,1% y Líbano con un 25%, tres países que en el
curso de los dos últimos meses han experimentado masivas movilizaciones populares.
Un reciente informe del FMI advierte de la posibilidad de que la crisis
económica y el aumento de desempleo intensifiquen la frustración de las
poblaciones y que “los riesgos aumenten en los casos en los que la crisis
exponga o acentúe problemas, como la falta de confianza en las instituciones,
la deficiente gobernanza, la pobreza o la desigualdad”. Avisados estamos.</span></p><p></p>Ignacio Álvarez-Ossoriohttp://www.blogger.com/profile/04898622516629492831noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7347482998390177079.post-75920409165937914372020-03-17T18:48:00.001+01:002020-03-17T18:48:52.903+01:00El pulso entre el Estado y la sociedad civil en Líbano<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">Esta semana publico en la revista digital Esglobal este extenso artículo sobre las movilizaciones que vienen sacudiendo Líbano desde hace ya más de cinco meses: "<a href="https://www.esglobal.org/el-pulso-entre-estado-y-sociedad-civil-en-libano/?utm_campaign=shareaholic&utm_medium=facebook&utm_source=socialnetwork&fbclid=IwAR03Z7wtsqAM1uyHyiTjUI4iPk7OhGs2-860GGZhRASQenMYdAanY4hB7mQ">El pulso entre el Estado y la sociedad civil en Líbano</a>". Os lo subo a mi blog para que os entretengáis mientras dure el confinamiento.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="background-color: white; border: 0px rgb(230, 230, 230); color: #505050; font-stretch: inherit; font-variant-east-asian: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">Las movilizaciones populares en Líbano han entrado, al igual que en otros países árabes como Irak o Argelia, en un compás de espera. Aunque la extensión del coronavirus a escala planetaria podría ser una de las explicaciones, lo cierto es que ya habían perdido fuelle unas semanas antes como consecuencia de la represión de las manifestaciones por las fuerzas de seguridad y por militantes de diversas formaciones chiíes. La posibilidad de entrar en una peligrosa dinámica de acción-reacción ha llevado a los convocantes a pisar el freno para evitar males mayores, lo que en ningún caso quiere decir que estemos ante una desmovilización definitiva. Más bien al contrario, ya que todo parece indicar que nos encontramos ante un breve receso para retomar fuerzas tras cinco meses de intensa actividad.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px rgb(230, 230, 230); color: #505050; font-stretch: inherit; font-variant-east-asian: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: center; vertical-align: baseline;">
<img height="362" src="https://imageen.mojahedin.org/Attachments/?id=e6c6d90d-4a9a-4653-9b65-755165953374&width=690" width="640" /></div>
<div style="background-color: white; border: 0px rgb(230, 230, 230); color: #505050; font-stretch: inherit; font-variant-east-asian: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">La gota que desbordó el vaso fue el intento del Gobierno de imponer un impuesto mensual a las llamadas realizadas por WhatsApp o Messenger, lo que provocó masivas protestas en el conjunto del país a partir del 17 de octubre de 2019 que llegaron a reunir a más de un millón de personas. El malestar popular fue empleado por la plataforma <em style="border: 0px rgb(230, 230, 230); font-stretch: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Li Haqqi</em> (Por mis derechos), una de las organizaciones más activas de la vibrante sociedad civil libanesa, para convocar cortes de carreteraen señal de protesta. Los manifestantes aprovecharon la ocasión para mostrar su rechazo a un sistema político anquilosado incapaz de resolver los problemas a los que se enfrenta Líbano, pero también para criticar la corrupción sistémica, el omnipresente confesionalismo, el rampante desempleo, la creciente deuda pública o la desbocada inflación.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px rgb(230, 230, 230); color: #505050; font-stretch: inherit; font-variant-east-asian: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">La gravedad de la situación llevó al nuevo primer ministro, Hasán Diab, a dirigirse a la nación el pasado 7 de marzo para anunciar que Líbano suspenderá, por primera vez en su historia, “el pago de la deuda para garantizar las necesidades básicas del pueblo libanés”. Debe recordarse que el país es el tercer Estado más endeudado del mundo y la deuda externa supera ya el 170% del PIB. El propio Diab anunció cambios radicales para hacer frente a la corrupción que, según denunció, “fue inicialmente tímida, después se volvió audaz y luego grosera, hasta que se volvió inmoral e involucró a una parte importante de los componentes del Estado, el poder y la sociedad”. Otros datos que indican la situación límite en la que nos encontramos es que, en los últimos meses, la moneda local se ha depreciado un 30% y la pobreza se ha disparado hasta afectar al 40% de la población.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px rgb(230, 230, 230); color: #505050; font-stretch: inherit; font-variant-east-asian: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">Los manifestantes también reclamaron la formación de un gobierno integrado exclusivamente por tecnócratas, la aprobación de una nueva ley electoral que no se basara en criterios confesionales y la convocatoria de elecciones para renovar el Parlamento por completo. Estas demandas eran compartidas por una parte significativa de la población, independientemente de su confesión o ideología, lo que ponía en riesgo el sistema sectario y clientelar vigente en el país desde el Pacto Nacional de 1943 y que fue sancionado, en líneas generales, por el Acuerdo de Taef que puso fin a la guerra civil (1975-1989).</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px rgb(230, 230, 230); color: #505050; font-stretch: inherit; font-variant-east-asian: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">Lo que se buscaba, en definitiva, era sentar los cimientos de una tercera república y poner fin a un sistema político obsoleto basado en la repartición del poder en función del peso demográfico de cada una de las comunidades más relevantes del país: la cristiana, la suní, la chií y la drusa. En este sentido, cabe recordar que el sistema político libanés se basa en el consociacionalismo, que parte de la base de que las diferentes comunidades se asocian para compartir el poder y consensuar las decisiones más relevantes. La cooperación entre las élites políticas permite que el engranaje siga funcionando, lo que no es fácil si tenemos en cuenta la polarización política existente entre la Alianza del 8 de Marzo (capitaneada por el Movimiento Patriótico Libre del presidente Michel Aoun y Hezbolá de Hasán Nasralá) y la Alianza del 14 de Marzo (integrada por el Movimiento del Futuro, el Partido Socialista Progresista, las Fuerzas Libanesas y el Partido Kataeb).</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px rgb(230, 230, 230); color: #505050; font-stretch: inherit; font-variant-east-asian: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">La mayor parte de las formaciones políticas no se guían por los principios de la transparencia o la rendición de cuentas y se estructuran en torno a dirigentes carismáticos y grandes linajes que han convertido sus cargos en hereditarios. El cristiano maronita Michel Aoun, el presidente de la República, dirige el cristiano Movimiento Patriótico Libre junto a su yerno Yibran Basel, mientras que el musulmán suní Saad Hariri, el ex primer ministro, está al frente del Movimiento del Futuro. El presidente del Parlamento, el chií Nabih Berri, dirige Amal, y el jeque Hasán Nasralá está al frente del movimiento Hezbolá. Otras formaciones importantes son las Fuerzas Libanesas del cristiano Samir Geagea, el Partido Progresista Socialista del druso Walid Jumblatt, las Kataeb del maronita Samy Gemayel o el Movimiento Marada del maronita Sleiman Frangieh.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px rgb(230, 230, 230); color: #505050; font-stretch: inherit; font-variant-east-asian: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">A pesar de que la guerra civil finalizó en 1989, los sucesivos gobiernos que han dirigido el país han sido incapaces de reconstruir las infraestructuras dañadas durante el conflicto y garantizar la prestación de servicios básicos a la población como el agua, la electricidad, la educación o la sanidad. De hecho, son los señores de aquella guerra o sus vástagos quienes dirigen hoy la política libanesa. En las últimas tres décadas han establecido tupidas redes clientelares para garantizarse la lealtad de sus respectivas comunidades. De hecho, los partidos políticos gestionan sus propias clínicas y escuelas y reparten contratos gubernamentales o puestos en la administración entre sus fieles. Esta estructura clientelar explica que, durante mucho tiempo, los ciudadanos hayan sido más leales a sus representantes políticos y religiosos que al propio Estado libanés.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px rgb(230, 230, 230); color: #505050; font-stretch: inherit; font-variant-east-asian: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">En realidad, el divorcio entre la calle libanesa y su gobierno no es novedoso, aunque se ha agravado en los últimos años como consecuencia de la crisis económica que padece el país. El precedente de las actuales movilizaciones hay que buscarlo en 2005 cuando millones de libaneses tomaron las calles para reclamar la retirada de las tropas sirias tras el asesinato de Rafiq Hariri. Una década después, en 2015, cientos de miles de personas salieron a las calles para <a href="https://www.esglobal.org/una-brecha-en-el-sistema-sectario-de-libano/" style="border: 0px rgb(230, 230, 230); color: #0099ff; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: color 300ms ease 0s, background-color 300ms ease 0s, opacity 300ms ease 0s; vertical-align: baseline;">protestar</a> por el cierre de vertederos y la acumulación de basuras en las calles en el marco del movimiento <em style="border: 0px rgb(230, 230, 230); font-stretch: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Talaat Rihatkum</em> (Apestáis). En ambos casos se registró un mismo patrón movilizador caracterizado por el rechazo al modelo confesional y por la transversalidad de las manifestaciones.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px rgb(230, 230, 230); color: #505050; font-stretch: inherit; font-variant-east-asian: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">De hecho, ambos acontecimientos estaban estrechamente vinculados, ya que el final de la presencia militar siria en el <em style="border: 0px rgb(230, 230, 230); font-stretch: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">país de los cedros</em> creó las condiciones para el resurgimiento de la sociedad civil libanesa, al levantar los estrechos controles vigentes sobre su actividad durante los años de tutela siria (1989-2005). A partir de entonces surgieron numerosas experiencias de movilización transversales centradas en una agenda de defensa de las libertades públicas, los derechos humanos, la construcción de la paz, el medio ambiente o los derechos de la mujer. Como <a href="https://journals.openedition.org/remmm/5133" style="border: 0px rgb(230, 230, 230); color: #0099ff; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: color 300ms ease 0s, background-color 300ms ease 0s, opacity 300ms ease 0s; vertical-align: baseline;" target="_blank">señala</a> el académico libanés Karam Karam, esta nueva generación de organizaciones creadas por activistas independientes, habitualmente formados en el extranjero y contrarios al sectarismo político, respaldaban el interés nacional en lugar del sectario y se centraron en temáticas sensibles como el cambio de las leyes electorales, los códigos de familia, los derechos de la mujer o la memoria histórica.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px rgb(230, 230, 230); color: #505050; font-stretch: inherit; font-variant-east-asian: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">En el último lustro esta tendencia se ha acentuado con la irrupción de diversas plataformas como <em style="border: 0px rgb(230, 230, 230); font-stretch: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Bidna Nasib</em> (Queremos la rendición de cuentas), <em style="border: 0px rgb(230, 230, 230); font-stretch: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Beirut Medinati</em> (Beirut, mi ciudad), <em style="border: 0px rgb(230, 230, 230); font-stretch: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Kulluna Watani</em> (Todos por mi país) o <em style="border: 0px rgb(230, 230, 230); font-stretch: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">Li Haqqi</em> (Por mis derechos) que intentan combatir el modelo confesional y apuestan por nuevas formas de hacer política con la participación de activistas, profesionales y artistas. Como <a href="https://civilsociety-centre.org/resource/lebanon%E2%80%99s-2018-elections-opportunity-%E2%80%9Cnew%E2%80%9D-political-actors" style="border: 0px rgb(230, 230, 230); color: #0099ff; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: color 300ms ease 0s, background-color 300ms ease 0s, opacity 300ms ease 0s; vertical-align: baseline;" target="_blank">señala</a> Zeina el Helou, “las definimos como ‘nuevas’ en base a tres factores que los diferencian de los partidos tradicionales: no reclaman ningún parentesco con la familia, la secta o incluso la región; adoptan un discurso basado en los derechos y están fuera de las redes clientelares que prestan servicios; y su compromiso político es intralibanés, y no reclaman afiliación a bloques regionales o internacionales”. A pesar de su constatada capacidad de movilizar a la población, hoy por hoy no representan una alternativa de gobierno viable, ya que carecen de un liderazgo sólido y de una agenda nacional. Además, su propia existencia es percibida como una amenaza por el <em style="border: 0px rgb(230, 230, 230); font-stretch: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">establishment </em>político, que trata de torpedear sus actividades para evitar su consolidación como alternativa.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px rgb(230, 230, 230); color: #505050; font-stretch: inherit; font-variant-east-asian: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">La caída del gobierno de Saad Hariri y su reemplazo el 21 de enero de 2020 por el independiente Hasán Diab, profesor de la American University of Beirut y anterior ministro de Educación, no han sido suficientes para desactivar a los manifestantes, sino que más bien les han reafirmado en su creencia de que el sistema político es incapaz de reformarse a sí mismo. Como viene siendo habitual en la escena libanesa, la elección del primer ministro fue el resultado de un difícil juego de equilibrios y de vetos cruzados. De ahí que se optara por un candidato de perfil bajo que obtuvo el respaldo de la denominada Alianza del 8 de Marzo, pero que no cuenta con el apoyo de la Alianza del 14 de Marzo.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px rgb(230, 230, 230); color: #505050; font-stretch: inherit; font-variant-east-asian: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin-bottom: 20px; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">Por lo tanto, podemos señalar que las cesiones por parte de las élites gobernantes han sido, hasta el momento, limitadas. La designación de Diab como primer ministro ha sido contemplada como un movimiento táctico orientado a garantizar la supervivencia del sistema. Las élites que han dirigido el país con mano de hierro desde el final de la guerra civil no parecen dispuestas a renunciar fácilmente a sus privilegios y, mucho menos, a ceder el testigo a un gobierno integrado en exclusiva por tecnócratas. De hecho, la resiliencia del <a href="https://www.brandeis.edu/crown/publications/meb/MEB117.pdf" style="border: 0px rgb(230, 230, 230); color: #34e0e9; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; text-decoration-line: none; transition: color 300ms ease 0s, background-color 300ms ease 0s, opacity 300ms ease 0s; vertical-align: baseline;" target="_blank">sistema confesional libanés</a> se basa precisamente en la capacidad de sus élites para acomodarse las unas a las otras a través de “la formulación y reformulación de alianzas interconfesionales”, sobre todo cuando consideran que su posición está amenazada.</span></div>
</div>
Ignacio Álvarez-Ossoriohttp://www.blogger.com/profile/04898622516629492831noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7347482998390177079.post-43861005012267336202020-02-29T10:10:00.000+01:002020-02-29T10:10:16.689+01:00El día de la marmota en Israel<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="background-color: #fdfaf0; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">Israel celebrará este lunes 2 sus terceras elecciones legislativas en tan sólo un año. La principal razón es el empate técnico entre las dos principales formaciones sionistas: el Likud de Benjamin Netanyahu y el Azul y Blanco del general Benny Gantz, que ha imposibilitado la formación de un gobierno lo suficientemente amplio para obtener la confianza de la Knesset, el Parlamento israelí. Aquí recupero parte de mi artículo "<a href="https://www.politicaexterior.com/articulos/politica-exterior/israel-la-alternativa-la-continuidad/" style="background: transparent; color: #a93e33;">Israel: la alternativa es la continuidad</a>", publicado tras las anteriores elecciones por <a href="https://www.politicaexterior.com/" style="background: transparent; color: #a93e33;">Política Exterior</a>, que conserva plenamente su vigencia:</span></div>
<div style="background-color: #fdfaf0; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #fdfaf0; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">El empate técnico en las elecciones de abril de 2019 hacía presagiar una campaña a cara de perro en la que se luchase por cada voto. Las elecciones fueron a vida o muerte, ya que sobre Netanyahu pendían tres investigaciones sobre corrupción que sólo podría frenar la aprobación de una ley de inmunidad. El primer ministro estructuró su campaña en torno a tres ejes –la seguridad, los árabes de Israel y la anexión de Cisjordania– para tratar de movilizar a sus seguidores y ganarse a los indecisos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #fdfaf0; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div style="text-align: center;">
<img height="415" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/proxy/AVvXsEhQEFYiXWQ1duMQnDjy1nwGTNLcY92yOqCOq0Bf4kDvr2FfayQJqU1GePjR1mFRk30hEDKUslebQoTwdwhEnjxvBUHFux-idcgyB2lVvGA6c6Jz80HUQqMKHHmS2SPXOKbqWelE_ttlJLiTJmNJvhyphenhyphen5rxdRd7NwpmWYTNeHZbIZwGBjCwSoNF-ztvh1c86BZBWe_yF6d0BkMRqeq_OUGtficTGEVdbzeZlN2oBDs14=" style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: x-large;" width="640" /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #fdfaf0; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: large;">Como en anteriores ocasiones, Netanyahu lanzó una campaña de intimidación contra la minoría árabe de Israel. Los denominados palestinos del 48, aquellos que no fueron obligados a abandonar sus hogares durante la </span><i style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: x-large;">nakba</i><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: large;">, representan casi el 20% de la población israelí. En las elecciones de 2015, Netanyahu advirtió que “los árabes están acudiendo en hordas a las urnas”. En abril de 2019 aseguró que los árabes pretendían sabotear las elecciones e intentó aprobar una ley para monitorizar sus votaciones mediante cámaras de grabación. No obstante, las amenazas de Netanyahu se volvieron en su contra en las elecciones de septiembre, ya que los árabes se movilizaron masivamente y el porcentaje de voto subió un 12% (del 49% al 61% de participación). La Lista Conjunta, que aglutinaba a cuatro partidos árabes, logró 13 escaños (tres más que en los anteriores comicios), lo que la convirtió en la tercera fuerza del país.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #fdfaf0; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #fdfaf0; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">Netanyahu también intentó atraerse a los 650.000 colonos residentes en los Territorios Ocupados, que representan un 8% del electorado. De ahí que inaugurase su campaña en el asentamiento de Kiryat Arba de Hebrón, sin duda el más extremista de toda Cisjordania, y diera un mitin ante la mezquita/sinagoga de Abraham, donde un colono asesinó a 29 palestinos mientras rezaban en 1994. En una entrevista a la Radio de Ejército, el primer ministro señaló: “Pretendo extender la soberanía israelí a todos los asentamientos y los bloques de asentamientos, así como a los lugares que tengan una singular importancia para la seguridad o para la cultura israelíes”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #fdfaf0; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #fdfaf0; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">Asimismo, anunció su voluntad de anexar el valle del Jordán, que representa un tercio de Cisjordania. Aunque en dicha zona tan sólo residen 11.000 colonos, lo cierto es que goza de una gran relevancia estratégica, ya que permite controlar no sólo la frontera con Jordania, sino también las aguas del río Jordán. Desde la guerra de los Seis Días de 1967, el control de este valle ha sido una prioridad para todos los gobiernos israelíes. Fue precisamente el dirigente laborista Yigal Allon quien, poco después de la ocupación, lanzó un plan que preveía la anexión de toda la línea fronteriza con Jordania por razones de seguridad y la concesión de una autonomía parcial para la población palestina. Durante las negociaciones de Camp David en el año 2000, Ehud Barak, otro laborista, intentó forzar a la delegación palestina a aceptar el control israelí del valle del Jordán durante un periodo de quince años con la intención de aislar a un eventual Estado palestino y mantener cautiva su economía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #fdfaf0; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;"><br /></span></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #fdfaf0; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<u><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">Resultados de las elecciones legislativas (17/9/2019)</span></u></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #fdfaf0; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;"><br /></span></div>
</div>
<table border="1" cellpadding="0" cellspacing="0" class="MsoTableGrid" style="background-color: #fdfaf0; border-collapse: collapse; border-spacing: 0px; border: none; color: black; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="border: 1pt solid windowtext; padding: 0cm 5.4pt; width: 120.25pt;" valign="top" width="160"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">Partido<o:p></o:p></span></div>
</td><td style="border-bottom: 1pt solid windowtext; border-image: initial; border-left: none; border-right: 1pt solid windowtext; border-top: 1pt solid windowtext; padding: 0cm 5.4pt; width: 106.3pt;" valign="top" width="142"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">Porcentaje<o:p></o:p></span></div>
</td><td style="border-bottom: 1pt solid windowtext; border-image: initial; border-left: none; border-right: 1pt solid windowtext; border-top: 1pt solid windowtext; padding: 0cm 5.4pt; width: 99.25pt;" valign="top" width="132"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">Escaños<o:p></o:p></span></div>
</td><td style="border-bottom: 1pt solid windowtext; border-image: initial; border-left: none; border-right: 1pt solid windowtext; border-top: 1pt solid windowtext; padding: 0cm 5.4pt; width: 98.9pt;" valign="top" width="132"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">Variación<o:p></o:p></span></div>
</td></tr>
<tr><td style="border-bottom: 1pt solid windowtext; border-image: initial; border-left: 1pt solid windowtext; border-right: 1pt solid windowtext; border-top: none; padding: 0cm 5.4pt; width: 120.25pt;" valign="top" width="160"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;"><span lang="EN-GB">Azul y Blanco </span><o:p></o:p></span></div>
</td><td style="border-bottom: 1pt solid windowtext; border-left: none; border-right: 1pt solid windowtext; border-top: none; padding: 0cm 5.4pt; width: 106.3pt;" valign="top" width="142"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">25.93%<o:p></o:p></span></div>
</td><td style="border-bottom: 1pt solid windowtext; border-left: none; border-right: 1pt solid windowtext; border-top: none; padding: 0cm 5.4pt; width: 99.25pt;" valign="top" width="132"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">33<o:p></o:p></span></div>
</td><td style="border-bottom: 1pt solid windowtext; border-left: none; border-right: 1pt solid windowtext; border-top: none; padding: 0cm 5.4pt; width: 98.9pt;" valign="top" width="132"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">-2<o:p></o:p></span></div>
</td></tr>
<tr><td style="border-bottom: 1pt solid windowtext; border-image: initial; border-left: 1pt solid windowtext; border-right: 1pt solid windowtext; border-top: none; padding: 0cm 5.4pt; width: 120.25pt;" valign="top" width="160"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">Likud<o:p></o:p></span></div>
</td><td style="border-bottom: 1pt solid windowtext; border-left: none; border-right: 1pt solid windowtext; border-top: none; padding: 0cm 5.4pt; width: 106.3pt;" valign="top" width="142"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">25.09%<o:p></o:p></span></div>
</td><td style="border-bottom: 1pt solid windowtext; border-left: none; border-right: 1pt solid windowtext; border-top: none; padding: 0cm 5.4pt; width: 99.25pt;" valign="top" width="132"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">31<o:p></o:p></span></div>
</td><td style="border-bottom: 1pt solid windowtext; border-left: none; border-right: 1pt solid windowtext; border-top: none; padding: 0cm 5.4pt; width: 98.9pt;" valign="top" width="132"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">-7<o:p></o:p></span></div>
</td></tr>
<tr><td style="border-bottom: 1pt solid windowtext; border-image: initial; border-left: 1pt solid windowtext; border-right: 1pt solid windowtext; border-top: none; padding: 0cm 5.4pt; width: 120.25pt;" valign="top" width="160"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">Lista Conjunta<o:p></o:p></span></div>
</td><td style="border-bottom: 1pt solid windowtext; border-left: none; border-right: 1pt solid windowtext; border-top: none; padding: 0cm 5.4pt; width: 106.3pt;" valign="top" width="142"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">10.62%<o:p></o:p></span></div>
</td><td style="border-bottom: 1pt solid windowtext; border-left: none; border-right: 1pt solid windowtext; border-top: none; padding: 0cm 5.4pt; width: 99.25pt;" valign="top" width="132"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">13<o:p></o:p></span></div>
</td><td style="border-bottom: 1pt solid windowtext; border-left: none; border-right: 1pt solid windowtext; border-top: none; padding: 0cm 5.4pt; width: 98.9pt;" valign="top" width="132"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">+3<o:p></o:p></span></div>
</td></tr>
<tr><td style="border-bottom: 1pt solid windowtext; border-image: initial; border-left: 1pt solid windowtext; border-right: 1pt solid windowtext; border-top: none; padding: 0cm 5.4pt; width: 120.25pt;" valign="top" width="160"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">Shas<o:p></o:p></span></div>
</td><td style="border-bottom: 1pt solid windowtext; border-left: none; border-right: 1pt solid windowtext; border-top: none; padding: 0cm 5.4pt; width: 106.3pt;" valign="top" width="142"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">7.44% <o:p></o:p></span></div>
</td><td style="border-bottom: 1pt solid windowtext; border-left: none; border-right: 1pt solid windowtext; border-top: none; padding: 0cm 5.4pt; width: 99.25pt;" valign="top" width="132"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">9<o:p></o:p></span></div>
</td><td style="border-bottom: 1pt solid windowtext; border-left: none; border-right: 1pt solid windowtext; border-top: none; padding: 0cm 5.4pt; width: 98.9pt;" valign="top" width="132"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">+1<o:p></o:p></span></div>
</td></tr>
<tr><td style="border-bottom: 1pt solid windowtext; border-image: initial; border-left: 1pt solid windowtext; border-right: 1pt solid windowtext; border-top: none; padding: 0cm 5.4pt; width: 120.25pt;" valign="top" width="160"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">Israel Nuestra Casa<o:p></o:p></span></div>
</td><td style="border-bottom: 1pt solid windowtext; border-left: none; border-right: 1pt solid windowtext; border-top: none; padding: 0cm 5.4pt; width: 106.3pt;" valign="top" width="142"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">6.99%<o:p></o:p></span></div>
</td><td style="border-bottom: 1pt solid windowtext; border-left: none; border-right: 1pt solid windowtext; border-top: none; padding: 0cm 5.4pt; width: 99.25pt;" valign="top" width="132"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">8<o:p></o:p></span></div>
</td><td style="border-bottom: 1pt solid windowtext; border-left: none; border-right: 1pt solid windowtext; border-top: none; padding: 0cm 5.4pt; width: 98.9pt;" valign="top" width="132"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">+3<o:p></o:p></span></div>
</td></tr>
<tr><td style="border-bottom: 1pt solid windowtext; border-image: initial; border-left: 1pt solid windowtext; border-right: 1pt solid windowtext; border-top: none; padding: 0cm 5.4pt; width: 120.25pt;" valign="top" width="160"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">Judaísmo Unido de la Torá<o:p></o:p></span></div>
</td><td style="border-bottom: 1pt solid windowtext; border-left: none; border-right: 1pt solid windowtext; border-top: none; padding: 0cm 5.4pt; width: 106.3pt;" valign="top" width="142"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">6.06%<o:p></o:p></span></div>
</td><td style="border-bottom: 1pt solid windowtext; border-left: none; border-right: 1pt solid windowtext; border-top: none; padding: 0cm 5.4pt; width: 99.25pt;" valign="top" width="132"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">8<o:p></o:p></span></div>
</td><td style="border-bottom: 1pt solid windowtext; border-left: none; border-right: 1pt solid windowtext; border-top: none; padding: 0cm 5.4pt; width: 98.9pt;" valign="top" width="132"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">0<o:p></o:p></span></div>
</td></tr>
<tr><td style="border-bottom: 1pt solid windowtext; border-image: initial; border-left: 1pt solid windowtext; border-right: 1pt solid windowtext; border-top: none; padding: 0cm 5.4pt; width: 120.25pt;" valign="top" width="160"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">Yamina<o:p></o:p></span></div>
</td><td style="border-bottom: 1pt solid windowtext; border-left: none; border-right: 1pt solid windowtext; border-top: none; padding: 0cm 5.4pt; width: 106.3pt;" valign="top" width="142"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">5.88%<o:p></o:p></span></div>
</td><td style="border-bottom: 1pt solid windowtext; border-left: none; border-right: 1pt solid windowtext; border-top: none; padding: 0cm 5.4pt; width: 99.25pt;" valign="top" width="132"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">7<o:p></o:p></span></div>
</td><td style="border-bottom: 1pt solid windowtext; border-left: none; border-right: 1pt solid windowtext; border-top: none; padding: 0cm 5.4pt; width: 98.9pt;" valign="top" width="132"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">+1<o:p></o:p></span></div>
</td></tr>
<tr><td style="border-bottom: 1pt solid windowtext; border-image: initial; border-left: 1pt solid windowtext; border-right: 1pt solid windowtext; border-top: none; padding: 0cm 5.4pt; width: 120.25pt;" valign="top" width="160"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">Partido Laborista-Gesher<o:p></o:p></span></div>
</td><td style="border-bottom: 1pt solid windowtext; border-left: none; border-right: 1pt solid windowtext; border-top: none; padding: 0cm 5.4pt; width: 106.3pt;" valign="top" width="142"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">4.80%<o:p></o:p></span></div>
</td><td style="border-bottom: 1pt solid windowtext; border-left: none; border-right: 1pt solid windowtext; border-top: none; padding: 0cm 5.4pt; width: 99.25pt;" valign="top" width="132"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">6<o:p></o:p></span></div>
</td><td style="border-bottom: 1pt solid windowtext; border-left: none; border-right: 1pt solid windowtext; border-top: none; padding: 0cm 5.4pt; width: 98.9pt;" valign="top" width="132"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">0<o:p></o:p></span></div>
</td></tr>
<tr><td style="border-bottom: 1pt solid windowtext; border-image: initial; border-left: 1pt solid windowtext; border-right: 1pt solid windowtext; border-top: none; padding: 0cm 5.4pt; width: 120.25pt;" valign="top" width="160"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">Unión Democrática<o:p></o:p></span></div>
</td><td style="border-bottom: 1pt solid windowtext; border-left: none; border-right: 1pt solid windowtext; border-top: none; padding: 0cm 5.4pt; width: 106.3pt;" valign="top" width="142"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;"><span lang="EN-GB">4.34%</span><o:p></o:p></span></div>
</td><td style="border-bottom: 1pt solid windowtext; border-left: none; border-right: 1pt solid windowtext; border-top: none; padding: 0cm 5.4pt; width: 99.25pt;" valign="top" width="132"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;"><span lang="EN-GB">5</span><o:p></o:p></span></div>
</td><td style="border-bottom: 1pt solid windowtext; border-left: none; border-right: 1pt solid windowtext; border-top: none; padding: 0cm 5.4pt; width: 98.9pt;" valign="top" width="132"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;"><span lang="EN-GB">+1</span><o:p></o:p></span></div>
</td></tr>
</tbody></table>
<div style="background-color: #fdfaf0; text-align: justify;">
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large; line-height: 17.12px;"> </span></div>
</div>
<div style="background-color: #fdfaf0; text-align: justify;">
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #fdfaf0; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">El ex general Benny Gantz, por su parte, centró su campaña en la necesidad de combatir la corrupción, revertir los recortes sociales y, por supuesto, garantizar la sacrosanta seguridad de Israel. Debe tenerse en cuenta, que las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) son la institución más valorada en Israel, de ahí que en el pasado numerosos generales hayan dado el salto a la política, como es el caso de Ariel Sharon, Isaac Rabin o Ehud Barak, por citar sólo el caso de aquellos que alcanzaron la jefatura de Estado. La coalición Azul y Blanco estaba integrada por numerosos generales ex jefes del Estado Mayor como el propio Gantz, Gabi Ashkenazi o Moshe Yaalon.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #fdfaf0; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #fdfaf0; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">Un fenómeno interesante es que, de cara a reforzar su posición, la mayor parte de los partidos políticos decidieran establecer coaliciones. El Likud se alió con Kulanu de Moshe Kahlon, lo que no se tradujo en un avance electoral, ya que de los 39 escaños cosechados por ambos en abril pasaron a 31. La coalición Azul y Blanco estaba integrada por tres partidos: Hosen L’Israel de Benny Gantz, Yesh Atid de Yair Lapid y Telem de Moshe Yaalon, que pretendían revertir las políticas neoliberales de Netanyahu y limitar el poder de los sectores ultraortodoxos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #fdfaf0; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #fdfaf0; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">Otros partidos con menor representación también optaron por unir sus fuerzas para evitar quedar fuera de la Knesset, ya que la ley electoral fija un umbral del 3,25% del voto para tener representación parlamentaria. El Partido Laborista de Amir Peretz se alió con el Gesher de la activista Orly Levy, mientras que el Meretz de Nitzan Horowitz se integró en la Unidad Democrática con el Partido Democrático del ex primer ministro Ehud Barak y el Movimiento Verde. A pesar de estos movimientos, el denominado ‘campo de la paz’ tan sólo sumó once escaños (uno más que en abril), lo que le impide marcar la agenda o forzar un cambio de timón. También los partidos ultranacionalistas optaron por unir sus fuerzas en la coalición Yamina, integrada por la Nueva Derecha de Ayelet Shaked y Naftali Bennett y la Derecha Unida de Rafi Peretz y Bezalel Shmotrich, con la que obtuvieron siete escaños, lo que permitió a la Nueva Derecha acceder a la Knesset, al contrario de lo ocurrido en abril.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #fdfaf0; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #fdfaf0; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">Por último, también los partidos árabes, escarmentados por los malos resultados de abril, concurrieron unidos en la Lista Conjunta en la que se integraban Hadash-Taal (que obtuvo seis diputados en abril) y Balad-Raam (que obtuvo cuatro). Este movimiento fue exitoso, ya que la coalición árabe obtuvo tres escaños más convirtiéndose en la tercera fuerza más votada. La campaña de intimidación de Netanyahu consiguió el efecto contrario al deseado, ya que movilizó a la minoría árabe.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #fdfaf0; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background-color: #fdfaf0; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">El gran beneficiado por la repetición electoral fue, sin duda, Israel Nuestra Casa, el partido de los judíos de origen soviético, que pasó de cinco a ocho escaños (y de un 4% a un 7% de apoyos). Avigdor Liberman ha abanderado una batalla contra los sectores ultraortodoxos, a los que acusa de “coerción religiosa” por intentar imponer su estilo de vida al resto de la población, sobre todo en lo que respecta al matrimonio religioso, la comida <i>kosher</i> o la vigencia del <i>shabatt</i>. Cuando asumió el Ministerio de Defensa intentó, sin éxito, aprobar una ley que obligara a los <i>haredim</i> a realizar el servicio militar obligatorio, en lugar de sustituirlos por los estudios talmúdicos como hacen ahora.<o:p></o:p></span></div>
<div>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: medium;"><br /></span></div>
</div>
Ignacio Álvarez-Ossoriohttp://www.blogger.com/profile/04898622516629492831noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7347482998390177079.post-54023346846732046642020-02-25T20:16:00.005+01:002020-02-25T20:16:41.194+01:00Mubarak, el rais más longevo de Egipto<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">Mubarak pasará a la historia como el presidente (rais en árabe) más longevo en la historia reciente de Egipto. La denominada Primavera Árabe le desalojó del poder tras treinta años ocupando la presidencia y su mandato, incluso, superó al de sus dos predecesores juntos: Gamal Abdel Naser (1954-1970) y Anuar Sadat (1970-1981). Todos ellos, al igual que el actual presidente Abdelfatah Al Sisi, pertenecían al estamento militar que, de manera prácticamente ininterrumpida, ha detentado el poder desde el derrocamiento de la monarquía por los Oficiales Libres en 1952. Este monopolio político únicamente fue contestado por los Hermanos Musulmanes, que alcanzaron la presidencia durante unos meses tras la Primavera Árabe de 2011, hasta que fueron desalojados del poder en 2013.</span></div>
<div style="text-align: center;">
<img alt="Resultado de imagen de hosni mubarak" height="362" src="https://fotografias.lasexta.com/clipping/cmsimages02/2018/12/26/E583BB13-9218-42EA-BD30-0D79DB6ED4FE/58.jpg" width="640" /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">El rais gobernó el país con puño de hierro, pero también con mano izquierda, ya que se blindó en el poder forjando sólidas alianzas con las potencias internacionales y regionales. Siguiendo la senda emprendida por Sadat, Mubarak estrechó su alianza con Estados Unidos y afianzó los lazos con </span><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: large;">Israel, pero también se reconcilió con Arabia Saudí, lo que abrió la puerta a la rehabilitación regional de Egipto, que en 1979 había sido expulsado de la Liga Árabe tras firmar el tratado de paz de Camp David con Israel.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">En el plano doméstico, Mubarak alternó las fases de persecución y tolerancia de los Hermanos Musulmanes, el principal grupo opositor al régimen, al que incluso permitió integrarse en el juego político con su entrada en el Parlamento en 2005. No obstante, esta liberalización fue, esencialmente, de carácter cosmético y no se tradujo en el levantamiento de las leyes de emergencia. Con el </span><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: large;">pretexto de combatir a los grupos islamistas radicales, el régimen autoritario egipcio restringió las libertades públicas y persiguió a todos los grupos opositores, ya fueran de inclinación islamista o secular.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">Al creerse por encima del bien y del mal, Mubarak cometió un error de cálculo que, con el trascurso del tiempo, tendría desastrosas consecuencias. Su intento de crear una república hereditaria e imponer a su hijo Gamal como sucesor, tal y como había hecho antes Hafez Al Asad con su vástago Bashar en Siria, marcó el principio de su fin. Este movimiento provocó un profundo malestar en las </span><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: large;">Fuerzas Armadas, el principal sostén del régimen. Cuando la plaza de Tahrir se convirtió en el epicentro de la Primavera Árabe, los militares se negaron a obedecer las órdenes de reprimir a los manifestantes dejando en evidencia la soledad de Mubarak, lo que precipitó su caída.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">Tras la llegada al poder de los Hermanos Musulmanes, Mubarak fue juzgado y condenado a cadena perpetua por la represión de las manifestaciones de 2011. No obstante, el veredicto fue revisado y Mubarak fue absuelto después del golpe militar de Al Sisi. De hecho, el gobierno ha anunciado que despedirá al rais con honores de estado, lo que evidencia el intento de rehabilitar, aunque sea de </span><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: large;">manera póstuma, al presidente más longevo en la historia reciente de Egipto.</span></div>
</div>
Ignacio Álvarez-Ossoriohttp://www.blogger.com/profile/04898622516629492831noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7347482998390177079.post-89337162346952392042020-02-13T08:45:00.001+01:002020-02-13T08:47:55.009+01:00El conflicto sirio: rehén de la geopolítica internacional<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;"><span style="text-align: justify;">A pesar de la indiferencia de la comunidad internacional, l</span><span style="text-align: justify;">a guerra en Siria se ha recrudecido en las últimas semanas con el asalto final sobre </span><span style="text-align: justify;">la provincia de Idlib, al norte de Siria, a la postres el último bastión rebelde. Como resultado de la ofensiva liderada por las fuerzas de Bashar al-Asad y Rusia, más de 500.000 personas se han visto forzadas a abandonar, algunos por tercera o cuarta vez, sus hogares para intentar encontrar un refugio seguro, labor imposible en tanto y en cuanto las fronteras sirio-turcas están herméticamente selladas. Hace unos meses publiqué este artículo en el </span><a href="https://www.iemed.org/publicacions-en/historic-de-publicacions/anuari-de-la-mediterrania/sumaris/iemed-mediterranean-yearbook-2019?set_language=en">IEMed Mediterranean Yearbook 2019</a><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: medium;"> </span><span style="text-align: justify;">titulado </span><span style="text-align: justify;"> </span><a href="https://www.iemed.org/observatori/arees-danalisi/arxius-adjunts/anuari/med.2019/Syria_Conflict_Geopolitics_Ignacio_Alvarez-Ossorio_IEMed_MedYearbook2019.pdf/">The Syrian Conflict: A Hostage to Geopolitics</a><span style="text-align: justify;">. Aquí os dejo algunos de sus extractos, sobre todo los referidos a la política de EEUU y Rusia hacia el conflicto.</span></span><br />
<span style="font-family: georgia, "times new roman", serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></span>
<span style="font-family: georgia, "times new roman", serif; font-size: large; text-align: justify;">A las tensiones regionales se añade un escenario internacional cambiante
en el que Estados Unidos parece estar de salida de Oriente Medio mientras que
Rusia intenta retornar con fuerza. Las intervenciones militares en Afganistán e
Iraq en el marco de la guerra global contra el terrorismo declarada por George
W. Bush tras el 11-S se saldaron con sendos fracasos, de ahí que Barack Obama
fuera renuente a involucrarse activamente en las turbulentas aguas de Oriente
Medio. Tras el estallido de la guerra siria, la administración estadounidense
siguió una política ambivalente condenando la represión de Bashar al-Asad, pero
negándose a ofrecer la tecnología militar requerida por los rebeldes para
repeler los devastadores ataques aéreos del régimen. Ni tan siquiera el empleo
de armas químicas contra la Guta en verano de 2013, considerada una línea roja
por el propio Obama, modificó esta posición. El punto de inflexión lo marcó la
proclamación, durante el verano de 2014, del califato yihadista por parte del EI.
A partir de entonces se estableció una coalición internacional para frenar a
dicho movimiento y se intensificó la ayuda militar a las YPG (Unidades de
Defensa Popular kurdas), que componen la columna vertebral de las denominadas
Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) que le derrotaron sobre el terreno.</span><br />
<span style="font-family: georgia, "times new roman", serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></span>
<span style="font-family: georgia, "times new roman", serif; font-size: large; text-align: justify;">Tras su llegada a la Casa Blanca, Donald Trump dio sobradas muestras de
su voluntad de concertarse con Rusia para combatir al EI y encontrar una salida
al conflicto sirio. El 11 de noviembre de 2017 declaró: “Podemos salvar muchas,
muchas, muchas vidas haciendo un trato con Rusia sobre Siria”. Hoy en día, la administración norteamericana parece haber dejado a
Siria en un segundo plano y concentrar todas sus energías en Irán. En verano de
2018, Estados Unidos se retiró del acuerdo nuclear alcanzado tres años antes por
el G5+1 y, un año después, impuso nuevas sanciones económicas contra el régimen
iraní, al que acusa de desestabilizar Oriente Medio por medio de su injerencia
en Siria, Irak, Yemen y Líbano, a través de sus </span><i style="font-family: georgia, "times new roman", serif; font-size: x-large; text-align: justify;">proxies</i><span style="font-family: georgia, "times new roman", serif; font-size: large; text-align: justify;"> o aliados locales. El restablecimiento de las sanciones
forma parte de una estrategia de mayor alcance que pasa por aplicar la máxima
presión al régimen iraní para asfixiarle económicamente, lo que, según los
cálculos de Trump, le obligaría a renegociar el acuerdo desde una posición de
debilidad lo que, según esta lógica, le llevaría a presentar notables
concesiones.</span><br />
<img height="425" src="https://kaosenlared.net/wp-content/uploads/2018/07/16-de-julio-trump_putin_balxn_reuters.jpg_1718483347.jpg" style="text-align: center;" width="640" /><br />
<span style="font-family: georgia, "times new roman", serif; font-size: large; text-align: justify;">Además, debe tenerse en cuenta que Washington no dispone de los recursos
suficientes para imponer una </span><i style="font-family: georgia, "times new roman", serif; font-size: x-large; text-align: justify;">pax
americana </i><span style="font-family: georgia, "times new roman", serif; font-size: large; text-align: justify;">en Siria. A pesar de que el presidente Donald Trump haya amagado
en varias ocasiones con la retirada de los 2.000 efectivos norteamericanos desplegados
en el noreste del país, lo cierto es que la carta kurda es la única que puede
jugar en el futuro para influir en la posguerra siria. Las tropas americanas se
encuentran desplegadas en la ribera oriental del río Éufrates que se encuentra
bajo control de las YPG. Las milicias kurdas han aprovechado la lucha contra el
EI no sólo para imponer su autoridad sobre Afrin, Kobane y la Yazira, los tres
cantones del Rojava (el Kurdistán sirio), sino también para extenderse a otras
zonas predominantemente árabes como Raqqa, que fuera capital del efímero califato
yihadista, y, así, controlar los principales pozos de petróleo y gas del país,
vitales para garantizar la subsistencia de la autonomía kurda. Con este
movimiento, EEUU intenta repetir la jugada que puso en práctica en Iraq en 1991,
cuando impuso zonas de exclusión aérea para impedir cualquier intento del
régimen iraquí de recuperar militarmente el Kurdistán iraquí. Esta estrategia
es considerada por el régimen sirio y sus aliados como una violación fragrante
de su soberanía que pone en tela de juicio su integridad territorial. Así las
cosas, Trump podría conformarse con una </span><i style="font-family: georgia, "times new roman", serif; font-size: x-large; text-align: justify;">pax
rusa</i><span style="font-family: georgia, "times new roman", serif; font-size: large; text-align: justify;"> que ponga fin al conflicto siempre que se respeten sus intereses,
entre ellos que Irán retire sus efectivos del país árabes y que Rojava disfrute
de una amplia autonomía.</span><br />
<span style="font-family: georgia, "times new roman", serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></span>
<span style="font-family: georgia, "times new roman", serif; font-size: large; text-align: justify;">Todo ello nos lleva a concluir que el único actor internacional con
capacidad para imponer una solución política al conflicto sirio es Rusia, una
solución que, obviamente, no será ecuánime y que implicará la perpetuación de
Bashar al-Asad en el poder. Desde que en septiembre de 2015 decidió intervenir
para evitar el colapso del régimen, el peso específico de Moscú no ha dejado de
crecer en Siria y en el conjunto de Oriente Medio. La intervención rusa marcó
un antes y un después en el conflicto, ya que desde entonces las fuerzas
gubernamentales han ido recuperando buena parte del territorio perdido hasta
llegar a controlar dos terceras partes del país, quedando el tercio restante en
manos de las YPG protegidas por EEUU y, en menor medida, de las heterogéneas facciones
rebeldes (que van desde el yihadista Frente de la Victoria del Levante hasta el
recién constituido Frente de Liberación Nacional).</span><br />
<span style="font-family: georgia, "times new roman", serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></span>
<span style="font-family: georgia, "times new roman", serif; font-size: large; text-align: justify;">El conflicto sirio ha permitido a Rusia retornar a Oriente Medio, una
zona de gran relevancia desde el punto de vista geoestratégico, y reclamar su
protagonismo en la escena internacional. Conviene recordar que Moscú tiene dos importantes
bases militares en territorio sirio: la más relevante es la naval de Tartus, la
única de la que dispone la flota rusa en todo el mar Mediterráneo, pero también
ha aprovechado la coyuntura para construir la base aérea de Humaimin, las más grande
fuera de su territorio. Además, compañías estatales rusas como Soyuzneftegaz
han obtenido jugosos contratos para explotar las reservas de hidrocarburos
sirios durante las próximas décadas y Moscú confía en tomar parte en el proceso
de reconstrucción del país que, paradójicamente, su propia aviación ha ayudado
a destruir con sus bombardeos sistemáticos sobre las zonas rebeldes. Esta
conjunción de factores hace que Siria se haya convertido prácticamente en un
asunto de seguridad nacional para el presidente Vladimir Putin.</span><br />
<span style="font-family: georgia, "times new roman", serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></span>
<span style="font-family: georgia, "times new roman", serif; font-size: large; text-align: justify;">Rusia no sólo ha intervenido militarmente, sino que también ha
patrocinado las negociaciones de Astaná. Allí donde fracasó la ONU, Moscú ha
conseguido ciertos éxitos como la implantación de zonas de desescalada que, a
pesar de los reiterados incumplimientos, han contribuido a apaciguar el
conflicto. Además, ha conseguido que Irán y Turquía, dos actores clave en la
zona que tienen desplegados efectivos militares en territorio sirio, secunden
esta estrategia y patrocinen las conversaciones celebradas en la capital kazaja.
La Cumbre de Sochi del 22 de noviembre de 2017 evidenció la sintonía entre Moscú,
Teherán y Ankara en torno a la hoja de ruta para poner fin al conflicto sirio.</span><br />
<span style="font-family: georgia, "times new roman", serif; font-size: large; text-align: justify;"><br /></span>
<span style="font-family: georgia, "times new roman", serif; font-size: large; text-align: justify;">Rusia, también, mantiene unas estrechas relaciones con Israel, cuya mayor
prioridad es evitar que Irán disponga de una presencia militar permanente en el
país vecino para lo que ha lanzado frecuentes ataques contra las bases de la
Guardia Republicana y sus depósitos de armas. De hecho, Rusia también estaría
interesada en limitar la influencia iraní en la Siria de posguerra para
acercarse a las petromonarquías del Golfo y, en particular, a Arabia Saudí, el
principal rival regional de Irán, cuya contribución económica puede ser clave
en el proceso de reconstrucción. Putin es plenamente consciente de que, para
que la </span><i style="font-family: georgia, "times new roman", serif; font-size: x-large; text-align: justify;">pax rusa</i><span style="font-family: georgia, "times new roman", serif; font-size: large; text-align: justify;"> sea exitosa, necesita
el apoyo tanto de Israel como de EEUU, cuyos intereses deberán ser tenidos en
cuenta. Las dos principales líneas rojas de Moscú son el mantenimiento de Asad
en el poder y la preservación de la integridad territorial siria. Todo lo demás
es negociable.</span><br />
<div style="mso-element: footnote-list;">
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
</div>
</div>
<br /></div>
Ignacio Álvarez-Ossoriohttp://www.blogger.com/profile/04898622516629492831noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7347482998390177079.post-51682667077650262682020-02-05T17:12:00.001+01:002020-02-05T17:12:19.999+01:00Trump y el expolio de Palestina<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">Hoy publico en el diario <a href="https://elpais.com/">El País</a> esta tribuna titulada "<a href="https://elpais.com/elpais/2020/02/03/opinion/1580755580_154417.html">Trump y el expolio de Palestina</a>" en el que analizo el Plan Trump, un plan pensado no para que se implante sobre el terreno, sino precisamente para todo lo contrario: para que sea rechazado, pero que siente unos nuevos términos de referencia en la negociación.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;"><span style="background-color: white; color: #444444;">Después de una larga espera, el presidente Donald Trump ha hecho pública su visión para la paz en Oriente Próximo. Una visión que dista de ser novedosa, puesto que se asemeja bastante a propuestas previas de </span><em style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #444444; font-stretch: inherit; font-variant-east-asian: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">halcones</em><span style="background-color: white; color: #444444;"> del Likud como la planteada por Ariel Sharon tras enterrar los Acuerdos de Oslo. El propio Benjamín Netanyahu no ha tenido ningún inconveniente en reconocer, durante la ceremonia de presentación en la Casa Blanca, que “es un gran plan para Israel: Israel nunca ha tenido un amigo mejor en la Casa Blanca”. De hecho, el plan de Trump debería contemplarse más como un entendimiento entre el Partido Republicano estadounidense y el Likud israelí que como un plan de paz propiamente dicho, ya que se ha adoptado al margen de la comunidad internacional y sin consultar siquiera a la parte palestina.</span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<img height="359" src="https://www.mintpressnews.com/wp-content/uploads/2019/04/AP_19084577436585_edited.jpg" width="640" /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;"><span style="background-color: white; color: #444444;">El nuevo plan estadounidense tiene todos los defectos del denominado proceso de paz y ninguna de sus virtudes, ya que mantiene la lógica de premiar al ocupante y castigar al ocupado. Según este proyecto, Israel podría anexarse un 30% del territorio palestino —el valle del Jordán, el Gran Jerusalén y los principales bloques de asentamientos donde viven 600.000 colonos— a cambio de ceder algunos territorios desérticos del Neguev, lo que no aliviará la explosiva situación demográfica de Gaza. El eventual Estado palestino, cuyo nacimiento se condiciona al cumplimiento de una larga lista de demandas, se reduciría al 15% de la Palestina del Mandato británico y consistiría en cuatro bantustanes sin continuidad territorial y sin plena soberanía, ya que Israel controlaría sus fronteras y sus principales recursos. Peor aún: quedaría aislado por completo de su entorno árabe y, por lo tanto, mantendría una absoluta dependencia de Israel. Por último, la propuesta urge a que los países del entorno naturalicen a los refugiados palestinos y se disuelva la UNRWA, la agencia de Naciones Unidas que viene prestándoles ayuda desde la </span><em style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #444444; font-stretch: inherit; font-variant-east-asian: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">nakba</em><span style="background-color: white; color: #444444;"> de 1948.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #444444;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;"><br /></span></span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #444444; font-stretch: inherit; font-variant-east-asian: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin-bottom: 2.188rem; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">Desde su concepción, el proceso de paz iniciado en la Conferencia de Madrid en 1991 se ha caracterizado por su profunda asimetría, ya que dio carta blanca a Israel, como parte fuerte, para imponer sus <em style="border: 0px; box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">diktats</em> a los palestinos, la parte débil, que se vieron obligados a renunciar a buena parte de sus reivindicaciones históricas a cambio de la instauración, durante un periodo interino, de una autonomía con poderes limitados. Esta dinámica se mantuvo hasta el colapso del Proceso de Oslo en 2000 y, desde entonces, la comunidad internacional ha sido incapaz de equilibrar la balanza e imponer un acuerdo basado en la fórmula de los dos Estados que convivan en paz y seguridad.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #444444; font-stretch: inherit; font-variant-east-asian: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin-bottom: 2.188rem; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">El propósito de Trump no es tanto implementar su plan como sentar unos nuevos términos de referencia con vistas a cualquier negociación futura. Un nuevo marco al margen del derecho internacional que pasa por alto las resoluciones adoptadas por las Naciones Unidas desde 1967 que sentaron el principio de “territorio por paz”. Volvemos, por lo tanto, a la casilla de salida en la que los actores internacionales adoptaban decisiones sobre Palestina y los palestinos sin tener en cuenta su opinión, tal y como hizo Gran Bretaña con la Declaración Balfour de 1917 o las Naciones Unidas con el Plan de Partición de 1948. En realidad, los palestinos nunca han dejado de ser considerados más que unos parias por buena parte de la comunidad internacional, incluidos sus teóricos aliados árabes, salvo durante el breve paréntesis del Proceso de Oslo que terminó de manera abrupta con la Intifada del Aqsa.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #444444; font-stretch: inherit; font-variant-east-asian: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin-bottom: 2.188rem; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">Pronosticar lo que pueda pasar a partir de ahora en Oriente Próximo es una misión, cuanto menos, arriesgada. Lo que sí es seguro es que, como ha ocurrido tantas veces, se volverá a culpar a los dirigentes palestinos de haber dejado pasar “una oportunidad histórica” y de rechazar “la oferta más generosa” que Israel pueda ofrecer, ya que, como todos sabemos, “los palestinos nunca dejan pasar la oportunidad de perder una oportunidad”. En el pasado reciente, tales acusaciones crearon la coyuntura adecuada para la adopción de medidas unilaterales como la construcción del muro de separación, la intensificación de la colonización y el bloqueo de Gaza o, peor todavía, para justificar ofensivas militares contra sus territorios. De hecho, Donald Trump advirtió que “esta podría ser la última oportunidad para los palestinos”.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #444444; font-stretch: inherit; font-variant-east-asian: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin-bottom: 2.188rem; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">Por lo tanto, el principal riesgo del mencionado plan es que la comunidad internacional acabe por aceptar como válidos los nuevos parámetros que pretende imponer Trump como marco de la negociación. El principio de “paz por prosperidad” no puede, en ningún caso, reemplazar al de “territorio por paz” por el que debería seguir apostándose contra viento y marea si se quiere mantener viva la esperanza de que, algún día, se alcance una paz justa y duradera. La pelota está, por lo tanto, en el tejado de la Unión Europea, que debería abandonar su cómoda equidistancia y pronunciarse con rotundidad no solo a favor de la fórmula de los dos Estados, sino sobre las medidas que prevé adoptar en caso de que Israel decida sobrepasar todas las líneas rojas y anexar un tercio del territorio palestino.</span></div>
</div>
Ignacio Álvarez-Ossoriohttp://www.blogger.com/profile/04898622516629492831noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7347482998390177079.post-2020896320157524462020-01-30T08:45:00.000+01:002020-01-31T10:02:08.856+01:00Plan Trump: ni paz ni prosperidad<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Hoy publico un nuevo artículo sobre el Plan Trump en el diario <a href="https://blogs.elconfidencial.com/mundo/tribuna-internacional/2020-01-30/plan-trump-ni-paz-ni-prosperidad_2433528/">El Confidencial</a>, que entra en abierta contradicción con el Derecho Internacional y que podría enterrar definitivamente la fórmula de los dos Estados en el caso de que siente unos nuevos términos de referencia de cara a un futuro. Aquí os lo dejo:</span></div>
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">El presidente Donald Trump no ha podido evitar, como hicieron previamente varios
antecesores suyos, la tentación de lanzar su propia propuesta para poner punto
y final al conflicto palestino-israelí, que ha sido denominada la Visión para
la Prosperidad. No es el primero y, con toda seguridad, no será el último plan
que se ponga sobre la mesa para tratar de resolver el que, sin duda alguna, es
el verdadero nudo gordiano de Oriente Medio. No obstante, las posibilidades
reales de que dicho proyecto siente las bases para establecer una paz justa y
duradera son prácticamente nulas, dado que ignora por completo las resoluciones
aprobadas por las Naciones Unidas desde 1967 y el principio de ‘paz por
territorios’.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><o:p> </o:p><img alt="Resultado de imagen de trump netanyahu" height="426" src="https://besttv232-ynet-images1-prod.cdn.it.best-tv.com/picserver5/crop_images/2020/01/28/9751308/9751308_0_0_1300_867_large.jpg" style="text-align: left;" width="640" /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"></span></div>
<a name='more'></a><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">El Plan Trump refleja su particular interpretación de la política
internacional. Como en la ley de la selva, el más fuerte puede imponer sus
condiciones al más débil. En este sentido, no cabe duda de que Israel es la
principal potencia militar de Oriente Medio y que, además, tiene la sartén por
el mango, ya que desde 1967 ocupa Jerusalén Este, Cisjordania y Gaza. Desde
entonces ha desplegado una política de hechos consumados orientada a hacer
irreversible su presencia sobre el terreno y hacer inviable el establecimiento
de un Estado palestino con continuidad territorial. Fruto de esta política es
la construcción masiva de asentamientos en los que, hoy en día, viven 650.000
colonos, pero también la judaización de Jerusalén Este y el bloqueo de Gaza,
todo ello con la plena complicidad de Estados Unidos que, a lo largo de las
últimas décadas, ha empleado una vez tras otra su derecho al veto en el Consejo
de Seguridad para evitar cualquier condena a dicha políticas que suponen una
fragrante violación del Derecho Internacional.<o:p></o:p></span><br />
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">En esta ocasión, el presidente Trump se ha atrevido a ir mucho más lejos
que sus antecesores al plantear, de manera unilateral, una propuesta que
satisface todas las reclamaciones planteadas por el gobierno israelí, mientras
ignora por completo las demandas palestinas. Según este plan, Israel no tendrá
que volver a las fronteras de 1967, tal y como exige la resolución 242 del
Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y, además, podrá anexionarse los
principales bloques de asentamientos construidos en las últimas cinco décadas
violando la Cuarta Convención de Ginebra. Jerusalén será la capital indivisible
de Israel, tal y como estableció la Ley Básica de 1980, condenada enérgicamente
por la resolución 478 que la dejó sin efecto y la tachó de “grave violación del
Derecho Internacional”. Por último, el problema de los refugiados se deberá
resolver fuera de las fronteras de Israel, a pesar de que la resolución 194 reconoció el derecho al retorno y a la indemnización.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; text-align: justify; text-autospace: none;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">No se trata, por lo tanto, de un plan de paz como los que se han planteado en
las últimas décadas, sino de un acuerdo norteamericano-israelí para tratar de
imponer el statu quo vigente en la actualidad como solución definitiva del
conflicto palestino. La posibilidad de establecer un mini-Estado en el 70% de
Cisjordania y en Gaza (con ciertos intercambios de territorio en la desértica
zona del Neguev) se condiciona a que la Autoridad Palestina acepte esta oferta de
mínimos, algo que ni el presidente Mahmud Abbas ni ningún otro líder palestino puede
aceptar ya que equivaldría a hacerse el harakiri. Ni tan siquiera la posible
movilización de 50.000 millones para el desarrollo de la región en los próximos
diez años, la mitad de ellos dirigida a los propios territorios palestinos, parece
un aliciente suficiente para mover de esta posición a la dirigencia palestina,
puesto que Israel, como parte fuerte de la ecuación, sería quien tendría, una
vez más, la última palabra en cómo gastarlos.<o:p></o:p></span></div>
<br /></div>
Ignacio Álvarez-Ossoriohttp://www.blogger.com/profile/04898622516629492831noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7347482998390177079.post-46766055163401829402020-01-29T17:03:00.002+01:002020-01-29T17:03:17.334+01:00¿El acuerdo del siglo?<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">Hoy público en <a href="https://www.elperiodico.com/">El Periódico</a> este artículo de opinión titulado "<a href="https://www.elperiodico.com/es/opinion/20200128/el-acuerdo-del-siglo-7826080?utm_source=facebook&utm_medium=social&utm_campaign=btn-share&fbclid=IwAR20qp3VzH3RB2UMpTnKnadWt5hEP-V9AWu8YqPKPxzAbX8e0u3R4TtSc24">¿El acuerdo del siglo?</a>" sobre la propuesta de Trump sobre el conflicto palestino-israelí. Se puede resumir muy fácilmente: más de lo mismo. Todo para Israel y nada para los palestinos, que ven como su territorio mengua cada vez más. De hecho, la última oferta tan sólo equivale al 15% de la Palestina histórica.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">Después
de tres años de espera, el Plan Trump, pomposamente bautizado como el Acuerdo
del Siglo, se ha desvelado por fin. Como dice el refrán, el elefante ha parido
un ratón, puesto que el plan está tan escorado hacia el bando israelí que no
tiene la menor posibilidad de llevarse a la práctica y, más pronto que tarde, acabará
acumulando polvo en el desván de planes fallidos planteados desde 1967. La
propuesta americana da carta de naturaleza a la política de hechos consumados
practicada por Israel desde la ocupación de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este en
la guerra los Seis Días y, por lo tanto, entra en colisión con el Derecho
Internacional, que prohíbe la conquista de territorios de otros países por la
fuerza de las armas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<img alt="Imagen" height="360" src="https://pbs.twimg.com/media/EPcbt83XUAEEFHf?format=jpg&name=large" style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: x-large; text-align: left;" width="640" /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: large;">Desde
su llegada a la Casa Blanca, Trump se ha distinguido como un fiel aliado de
Israel. No obstante, la propuesta norteamericana ha ido mucho más allá de lo
esperado al recoger, a pies juntillas, todas las demandas del primer ministro
israelí, hasta el punto de que sería mucho más apropiado denominarlo Plan
Netanyahu, ya que se adivina su mano hasta en sus más nimios detalles. De
hecho, la presentación del acuerdo correspondió al dúo Trump-Netanyahu, dejando
claro el protagonismo que había tenido el mandatario israelí en su concepción.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: large;"></span></div>
<a name='more'></a><br /><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: large;">Pese
a que Trump lo describió como un acuerdo en el que ganaban israelíes y
palestinos, probablemente pueda considerarse el plan de paz más descompensado
de los últimos cincuenta años. En primer lugar, considera a Jerusalén como
capital indivisible de Israel. En segundo lugar, contempla la anexión de los grandes
bloques de asentamientos israelíes en territorio palestino donde viven
ilegalmente cerca de 600.000 colonos. En tercer lugar, garantiza el control israelí
de todo el valle del Jordán que delimita la frontera con Jordania. En cuarto
lugar, señala que el problema de los refugiados palestinos, un total de cinco
millones y medio de personas, no atañe a Israel, su principal responsable, y se
resolverá fuera de sus fronteras. Por último, plantea la creación de un
mini-Estado palestino en el territorio restante en el caso de que la Autoridad
Palestina acepte este marco negociador y rechace la violencia, volviendo a
ligar, de manera torticera, la legítima lucha por la autodeterminación
palestina con la guerra contra el yihadismo en Oriente Medio.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: large;">El
plan exige a los palestinos que luchen contra la corrupción, acaben con la
incitación al odio y combatan el terrorismo. El único aliciente que les ofrece
es un ambicioso plan de inversiones para la próxima década con un monto de
50.000 millones de dólares, aunque sólo la mitad se dirigirían a los
territorios ocupados. Esta cantidad sería sufragada, esencialmente, por los
países del Golfo aliados de Washington, en lo que podría considerarse una
segunda oportunidad para la ‘paz económica’ contemplada en su día por el
presidente Simon Peres, que fracasó de manera estrepitosa.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: large;">La
propuesta, por lo tanto, entierra, quién sabe si definitivamente, la solución
de los dos Estados por la que había apostado la comunidad internacional desde
los Acuerdos de Oslo de 1993. Dicho proceso de paz, generó mucho proceso y muy
poca paz. </span><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: large;"> </span><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: large;">En opinión del presidente
Trump su propuesta es una “oportunidad histórica para que los palestinos consigan
un Estado independiente: podría ser la última para que los palestinos tengan
paz”. Se entiende que un Netanyahu visiblemente emocionado señalase compungido:
“Es un gran plan para Israel. Israel nunca ha tenido un amigo mejor en la Casa
Blanca”.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: large;">El
plan llega en un momento providencial, puesto que Trump pretende echar un
capote a su buen amigo Netanyahu. Hemos de recordar que ambos mandatarios
tienen cita con las urnas en los próximos meses y atraviesan serios problemas
judiciales: el primero con un </span><i style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: x-large;">impeachment</i><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: large;">
motivado por las presiones a las autoridades ucranianas para que investigasen
los oscuros tejemanejes del hijo de Joe Biden y el segundo haciendo frente a
las acusaciones de fraude, cohecho y abuso de confianza en tres casos de
corrupción.</span><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: large;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: large;">La
gélida puesta en escena del plan evidencia la absoluta soledad de Trump y
Netanyahu, que no han contado con la presencia de ningún mandatario
internacional para la puesta en escena del Plan Trump-Netanyahu a diferencia de
lo ocurrido con la firma de los Acuerdos de Oslo en 1993, cuando decenas de
presidentes y primeros ministros de los cinco continentes aplaudieron lo que,
en aquel entonces, parecía ser el primer paso para resolver el conflicto
palestino-israelí.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
Ignacio Álvarez-Ossoriohttp://www.blogger.com/profile/04898622516629492831noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7347482998390177079.post-33052273781000500892020-01-21T19:33:00.001+01:002020-01-21T19:34:26.282+01:00La ‘aṣabīyya alauí y la instrumentalización del sectarismo en Siria<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Acaba de salir publicado en el volumen 69 de la revista <a href="http://www.meaharabe.com/index.php/meaharabe/index">Miscelánea de Estudios Árabes y Hebraicos</a> publicada por la Universidad de Granada mi artículo "<a href="http://www.meaharabe.com/index.php/meaharabe/article/view/1051">La herencia colonial en la Siria actual: fracturas sociales e implicaciones políticas</a>" en el que analizo<span style="background-color: white; color: #111111; text-align: left;"> la impronta política, económica y social que dejó la ocupación francesa en la Siria actual. Como señaló en la introducción, "Francia dividió el país árabe en diferentes Estados confesionales guiándose por la lógica del </span><em style="background-color: white; color: #111111; text-align: left;">divide et impera</em><span style="background-color: white; color: #111111; text-align: left;">, lo que exacerbó el sectarismo en la zona y, de forma simultánea, favoreció el desarrollo del nacionalismo árabe". </span><span style="background-color: white; color: #111111; text-align: left;">A continuación incluyo alguno de sus fragmentos, sobre todos los relacionados con la conquista del poder por parte de Hafez al-Asad en 1970 y la estructura de gobierno que le permitió establecer una dinastía que todavía conserva el poder.</span></span><br />
<div style="text-align: center;">
<img height="400" src="https://scontent.fmad12-2.fna.fbcdn.net/v/t1.0-0/p600x600/82854905_1015300568833667_3961637654411345920_o.jpg?_nc_cat=106&_nc_ohc=ElhL3Za4v7cAX_KQWTj&_nc_ht=scontent.fmad12-2.fna&_nc_tp=1002&oh=777a6da301d9fd5aa3bfaaa2d2e0ad55&oe=5E906E0A" width="640" /></div>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">"Para evitar correr la misma suerte que sus antecesores, Al-Asad reforzó los servicios de inteligencia, que quedaron como un dominio reservado de los alauíes. Los alauíes, a pesar de ser sólo el 11% de la sociedad siria, representaban el 61.3% de los mandos de los Servicios de Inteligencia y de la Fuerzas Armadas durante las tres décadas de dictadura de Ḥāfiẓ al-Asad, siendo el 42% de ellos miembros del propio clan Kalbīyya al que pertenecía el propio presidente </span><a href="file:///C:/Users/Ignacio/Dropbox/Art%C3%ADculos/2019/MEAH%20Siria.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="font-family: georgia, "times new roman", serif;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 17.12px;">[1]</span></span></span></a><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">.</span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">Con el ascenso de los militares al poder se desarrolló un proceso de ruralización de las Fuerzas Armadas y de la Administración, provocado por la expulsión de los elementos urbanos considerados hostiles al nuevo régimen y su sustitución por miembros de sus propias confesiones, tribus o clanes</span><a href="file:///C:/Users/Ignacio/Dropbox/Art%C3%ADculos/2019/MEAH%20Siria.docx#_ftn2" name="_ftnref2" style="font-family: georgia, "times new roman", serif;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 17.12px;">[2]</span></span></span></a><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">. Se da así lo que Fabrice Balanche denomina como la aparición de una “burguesía burocrática”, integrada por cuadros del Ba‘ṯ, directores de la administración y de los servicios públicos y responsables municipales de procedencia rural y cohesionados por el espíritu de </span><i style="font-family: georgia, "times new roman", serif;">‘aṣabīyya</i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">, que arrebata su posición a la burguesía urbana sunní tradicional</span><a href="file:///C:/Users/Ignacio/Dropbox/Art%C3%ADculos/2019/MEAH%20Siria.docx#_ftn3" name="_ftnref3" style="font-family: georgia, "times new roman", serif;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 17.12px;">[3]</span></span></span></a><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">. En tan sólo diez años, el número de funcionarios y trabajadores públicos se multiplicó por diez pasando de 33.979 de 1960 a 198.079 en 1971; en 1980 ya eran 367.649 y en 1992 sumaban 717.387. Diferentes fuentes señalan que el 80% de los alauíes trabajaban para el Estado en época de Baššār al-Asad</span><a href="file:///C:/Users/Ignacio/Dropbox/Art%C3%ADculos/2019/MEAH%20Siria.docx#_ftn4" name="_ftnref4" style="font-family: georgia, "times new roman", serif;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 17.12px;">[4]</span></span></span></a><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">.</span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">De lo que no cabe ninguna duda es que el ascenso al poder de Ḥāfiẓ al-Asad representaba un hecho sin precedentes en el mundo árabe, ya que “una minoría, si bien musulmana, dominó un Estado ampliamente sunní gracias a su control del Ejército”</span><a href="file:///C:/Users/Ignacio/Dropbox/Art%C3%ADculos/2019/MEAH%20Siria.docx#_ftn5" name="_ftnref5" style="font-family: georgia, "times new roman", serif;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 17.12px;">[5]</span></span></span></a><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">. Consciente de esta circunstancia excepcional, al-Asad decidió aliarse con el resto de minorías confesionales, es decir con cristianos, drusos e ismaelíes. que constituyeron un cinturón defensivo frente a la recelosa mayoría sunní. Los kurdos, que representaban cerca de un 10% de la población siria, quedaron al margen de esta alianza ya que fueron considerados como una quintacolumna hostil al nacionalismo árabe, al igual que los turcomanos, que representaban otro 3% de la población siria y estaban localizados en torno a la frontera con Turquía.</span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">En realidad, “el sistema de poder construido por Ḥāfiẓ al-Asad se basa en vínculos clientelares con todos los grupos sociales, independientemente de su pertenencia comunitaria, que tienen relaciones directas o indirectas con el centro político. Esto explica por qué el régimen controla el conjunto del país al encontrar recambio más allá de su minoritaria comunidad de origen. Las tensiones de tipo local o social son fuertes en Siria y alimentan la división a favor de una </span><i style="font-family: georgia, "times new roman", serif;">‘aṣabīyya</i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> que sabe cómo manipularlas y que posee una fuerte cohesión por su origen social, regional y comunitario”</span><a href="file:///C:/Users/Ignacio/Dropbox/Art%C3%ADculos/2019/MEAH%20Siria.docx#_ftn6" name="_ftnref6" style="font-family: georgia, "times new roman", serif;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 17.12px;">[6]</span></span></span></a><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">. Como señalaba el propio Balanche en su tesis doctoral, “el poder político quedaría en manos de la </span><i style="font-family: georgia, "times new roman", serif;">‘aṣabīyya</i><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"> alauí mientras que el poder económico estaría en manos de la burguesía capitalista sunní-cristiana” aliada del anterior</span><a href="file:///C:/Users/Ignacio/Dropbox/Art%C3%ADculos/2019/MEAH%20Siria.docx#_ftn7" name="_ftnref7" style="font-family: georgia, "times new roman", serif;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 17.12px;">[7]</span></span></span></a><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">.</span><br />
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">A pesar de que el régimen sirio suele incidir en su carácter secular, Ḥāfiẓ al-Asad recurrió desde un primer momento al sectarismo para asentar su posición y perpetuarse en el poder. En opinión de Ruiz de Elvira y Belhadj, “desde 1963, el régimen ba‘ṯista ha supervisado y gestionado la sociedad de forma autoritaria a través del sectarismo. Ejemplos de tales políticas sectarias incluyen la cooptación de ciertas minorías dentro del partido Ba‘ṯ, el gobierno y la prensa controlada por el estado, la selección mayoritariamente de alauíes y sunníes para puestos clave en los servicios de inteligencia, las fuerzas armadas y la oficina nacional seguridad del Ba‘ṯ”</span><a href="file:///C:/Users/Ignacio/Dropbox/Art%C3%ADculos/2019/MEAH%20Siria.docx#_ftn8" name="_ftnref8" style="font-family: georgia, "times new roman", serif;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 17.12px;">[8]</span></span></span></a><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">. De ahí que la narrativa oficial haya presentado habitualmente a la sociedad siria como “una familia extensa” dentro de la cual el régimen juega el papel de “garante de la coexistencia pacífica entre los diversos grupos sectarios”</span><a href="file:///C:/Users/Ignacio/Dropbox/Art%C3%ADculos/2019/MEAH%20Siria.docx#_ftn9" name="_ftnref9" style="font-family: georgia, "times new roman", serif;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 17.12px;">[9]</span></span></span></a><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">. Estas maniobras para ganarse el respaldo de la población sunní no implicaron un abandono de sus tradicionales aliados. De hecho, tal y como había hecho la colonización francesa, tuvo un especial cuidado en mejorar las condiciones de vida de la población rural mediante la redistribución de los grandes latifundios que habían sido nacionalizados, la llegada de la electricidad y el agua potable y la universalización de la educación</span><a href="file:///C:/Users/Ignacio/Dropbox/Art%C3%ADculos/2019/MEAH%20Siria.docx#_ftn10" name="_ftnref10" style="font-family: georgia, "times new roman", serif;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 17.12px;">[10]</span></span></span></a><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">.</span></div>
<div>
<hr size="1" style="text-align: left;" width="33%" />
<br />
<div id="ftn1">
<div class="MsoFootnoteText">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><a href="file:///C:/Users/Ignacio/Dropbox/Art%C3%ADculos/2019/MEAH%20Siria.docx#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 17.12px;">[1] </span></span></span></a><span lang="EN-GB"><span style="line-height: 17.12px;">Hanna Batatu. </span><i><span lang="EN-GB" style="line-height: 17.12px;">Syria's Peasantry, the Descendants of Its Lesser Rural Notables, and Their Politics</span></i><span lang="EN-GB" style="line-height: 17.12px;">. Princeton: Princeton University Press, 1999, </span>pp</span><span lang="EN-GB">. 218-224.<o:p></o:p></span></span></div>
</div>
</div>
<div id="ftn2">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><a href="file:///C:/Users/Ignacio/Dropbox/Art%C3%ADculos/2019/MEAH%20Siria.docx#_ftnref2" name="_ftn2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 17.12px;">[2]</span></span></span></a> <span lang="EN-GB">Ibid., p. 156.<o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div id="ftn3">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><a href="file:///C:/Users/Ignacio/Dropbox/Art%C3%ADculos/2019/MEAH%20Siria.docx#_ftnref3" name="_ftn3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 17.12px;">[3]</span></span></span></a> <span lang="FR"><span lang="FR" style="line-height: 17.12px;">Fabrice Balanche. «Clientélisme, communautarisme et fragmentation territoriale en Syrie». </span><i><span style="line-height: 17.12px;">A Contrario</span></i><span style="line-height: 17.12px;">, 11 (2009), </span>p. 126.</span><span lang="FR"><o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div id="ftn4">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><a href="file:///C:/Users/Ignacio/Dropbox/Art%C3%ADculos/2019/MEAH%20Siria.docx#_ftnref4" name="_ftn4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 17.12px;">[4]</span></span></span></a> <span lang="FR">Fabrice Balanche. «Communautarisme en Syrie: lorsque le mythe devient réalité». </span><i><span lang="EN-GB">Confluences Méditerranée</span></i><span lang="EN-GB">, 89, 2 (2014), p. </span><span lang="EN-GB">33.<o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div id="ftn5">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><a href="file:///C:/Users/Ignacio/Dropbox/Art%C3%ADculos/2019/MEAH%20Siria.docx#_ftnref5" name="_ftn5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 17.12px;">[5]</span></span></span></a><span lang="EN-GB"> <span lang="EN-GB" style="line-height: 17.12px;">Robert Olson. T</span><span lang="EN-US" style="line-height: 17.12px;">he <i>Ba´th and Syria, 1947-1982. The Evolution of Ideology, Party and State</i>. Princeton: The Kingston Press, 1982</span></span><span lang="EN-GB">, p. 76.<o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div id="ftn6">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><a href="file:///C:/Users/Ignacio/Dropbox/Art%C3%ADculos/2019/MEAH%20Siria.docx#_ftnref6" name="_ftn6" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 17.12px;">[6]</span></span></span></a><span lang="FR"> Balanche. «Clientélisme, communautarisme et fragmentation», p. 131.<o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div id="ftn7">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><a href="file:///C:/Users/Ignacio/Dropbox/Art%C3%ADculos/2019/MEAH%20Siria.docx#_ftnref7" name="_ftn7" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 17.12px;">[7]</span></span></span></a> <span lang="FR"><span lang="FR" style="line-height: 17.12px;">Fabrice Balanche. <i>Les Alaouites, l´espace et le pouvoir dans la region cotiere syrienne: une integration nationales ambigue</i>. Tours : Université Françoise Rabelais, 2000, </span>p. 676.<o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div id="ftn8">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><a href="file:///C:/Users/Ignacio/Dropbox/Art%C3%ADculos/2019/MEAH%20Siria.docx#_ftnref8" name="_ftn8" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 17.12px;">[8]</span></span></span></a> Laura Ruiz de Elvira y Souhaïl Belhadj. <span lang="EN-GB">«Sectarianism and civil conflict in Syria: reconfigurations of a reluctant issue». En P. Rivetti y H. Kraetzchmar (eds.). <i>Transformation of Political Islam</i>. Edinburgh: Edinburgh University Press, 2018, p. 323.</span><span lang="EN-GB"><o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div id="ftn9">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><a href="file:///C:/Users/Ignacio/Dropbox/Art%C3%ADculos/2019/MEAH%20Siria.docx#_ftnref9" name="_ftn9" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 17.12px;">[9]</span></span></span></a> <span lang="EN-GB">Friederike Stolleis. «Discourses on Minorities and Sectarianism in Syria». En Friederike Stolleis (ed.). <i>Playing the Sectarian Card, Identities and Affiliations of Local Communities in Syria</i>. Beirut: Friedrich-Ebert-Stiftung, 2015, p. 8.<o:p></o:p></span></span></div>
</div>
<div id="ftn10">
<div class="MsoFootnoteText">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><a href="file:///C:/Users/Ignacio/Dropbox/Art%C3%ADculos/2019/MEAH%20Siria.docx#_ftnref10" name="_ftn10" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 17.12px;">[10] </span></span></span></a><span lang="EN-GB"><span lang="EN-GB" style="line-height: 17.12px;">John F. Devlin, “The Baath Party: Rise and Metamorphosis”. <i>The American Historical Review</i>, 96 (1991), </span></span><span lang="EN-GB">p. 1406.</span></span></div>
</div>
</div>
</div>
</div>
Ignacio Álvarez-Ossoriohttp://www.blogger.com/profile/04898622516629492831noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7347482998390177079.post-63502001618511074062020-01-19T21:04:00.001+01:002020-01-19T21:04:54.576+01:00Irán y eje chií<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Tras el asesinato el 3 de enero de 2020 del general iraní Qasem Soleimani, responsable de las Fuerzas Al-Quds de la Guardia Revolucionaria iraní, por EEUU publiqué varios artículos en la prensa española, entre ellos "<a href="https://www.elperiodico.com/es/opinion/20200103/estados-unidos-versus-iran-7793910">Irán y el eje chií</a>" en El País, "<a href="https://www.elperiodico.com/es/opinion/20200103/estados-unidos-versus-iran-7793910">EEUU Vs. Irán</a>" en El Periódico y "<a href="https://blogs.elconfidencial.com/mundo/tribuna-internacional/2020-01-04/choque-trenes-washington-teheran_2398416/">Choque de trenes entre Washington y Teherán</a>" en El Confidencial. Aquí os dejo el primero de ellos:</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #444444; font-stretch: inherit; font-variant-east-asian: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin-bottom: 2.188rem; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">El asesinato de Qasem Soleimani por parte de Estados Unidos es un intento a la desesperada de frenar el creciente expansionismo chií en Oriente Próximo. Aunque todavía es pronto para determinar si logrará este objetivo, lo cierto es que la desaparición del responsable de la fuerza de élite Al Quds de la Guardia Revolucionaria supone un duro revés para la miríada de milicias chiíes que pululan por la región y que han sido determinantes para la creación de un eje chií que va desde Teherán hasta Beirut, pasando por Bagdad y Damasco.</span></div>
<div data-google-query-id="CLOQi7u5kOcCFdDV1Qod0b8FDw" id="elpais_gpt-INTEXT" style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #444444; font-stretch: inherit; font-variant-east-asian: inherit; font-variant-numeric: inherit; height: 0px; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline; width: 0px;">
<div id="google_ads_iframe_7811748/elpais_web/opinion/intext_0__container__" style="border: 0pt none; box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
<iframe data-google-container-id="7" data-load-complete="true" frameborder="0" height="1" id="google_ads_iframe_7811748/elpais_web/opinion/intext_0" marginheight="0" marginwidth="0" name="google_ads_iframe_7811748/elpais_web/opinion/intext_0" scrolling="no" style="border-style: initial; border-width: 0px; box-sizing: border-box; display: block; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px auto; max-width: 100%; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: bottom;" title="3rd party ad content" width="1"></iframe></div>
</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #444444; font-stretch: inherit; font-variant-east-asian: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin-bottom: 2.188rem; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Tras el derrocamiento del sah en 1979, el ayatolá Jomeini se cifró como uno de sus principales objetivos la exportación de la revolución y la propia Constitución iraní defendió “la justa lucha de los oprimidos frente a los opresores en cualquier lugar del mundo”. En esta primera fase, el régimen teocrático intentó que su liderazgo regional fuera aceptado por las diferentes comunidades chiíes de Oriente Próximo y estableció las milicias de Hezbolá para contener la influencia israelí sobre Líbano y proyectar su poderío hasta el mar Mediterráneo.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #444444; font-stretch: inherit; font-variant-east-asian: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin-bottom: 2.188rem; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<div style="text-align: center;">
<img alt="Apoyo al general Soleimani en Yemen. " height="360" src="https://ep01.epimg.net/elpais/imagenes/2020/01/10/opinion/1578674951_531861_1578678981_noticia_normal.jpg" width="640" /></div>
</div>
<div class="hybs-mslot" id="hybs-mslot-3472-0" style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #444444; font-stretch: inherit; font-variant-east-asian: inherit; font-variant-numeric: inherit; height: auto; line-height: inherit; margin: 10px auto; max-width: 600px; padding: 0px; vertical-align: baseline; width: 600px;">
</div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #444444; font-stretch: inherit; font-variant-east-asian: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin-bottom: 2.188rem; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"></span></div>
<a name='more'></a><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Con la invasión de Irak en 2003, Irán amplió su radio de acción tejiendo una tupida red de relaciones clientelares con diferentes milicias armadas chiíes en Irak y Yemen, a las que entrenó y financió de manera generosa. En esta segunda fase se empleó como pretexto la necesidad de plantar cara al movimiento salafista-yihadista Al Qaeda y a sus ramas iraquí y yemení. Este movimiento dio a Irán una profundidad estratégica sin precedentes y su influencia se extendió mucho más allá de sus fronteras naturales llegando, incluso, hasta el estrecho de Bab el-Mandeb, que controla la estratégica entrada en el mar Rojo, gracias a su patrocinio de las milicias de Ansar Allah, también conocidas como los Huthi.</span><br />
<div class="SMIntext-effective SMIntext-effective-d8faaa71-9cad-4c3e-ae1f-1976d355445b desktop" id="SMIntext-effective-1579464114466" style="border: 0px; box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; height: 1px; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; position: relative; text-align: justify; vertical-align: baseline; width: 640px;">
</div>
<div class="SMIntext-reference SMIntext-reference-d8faaa71-9cad-4c3e-ae1f-1976d355445b desktop" id="SMIntext-reference-1579464114466" style="background-color: rgba(246, 246, 246, 0.4); border: 0px; box-sizing: border-box; float: left; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; height: 1px; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; position: relative; text-align: justify; vertical-align: baseline; width: 640px; z-index: 1;">
</div>
<div class="SMIntext-clearfix SMIntext-clearfix-d8faaa71-9cad-4c3e-ae1f-1976d355445b desktop" id="SMIntext-clearfix-1579464114466" style="border: 0px; box-sizing: border-box; clear: both; content: ""; font-stretch: inherit; font-style: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">
</div>
<br />
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #444444; font-stretch: inherit; font-variant-east-asian: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin-bottom: 2.188rem; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">La primavera árabe en 2011 fue considerada como una amenaza existencial por el régimen iraní por sus demandas de libertades y democracia. De ahí que activase a todos sus peones regionales para evitar la caída de su principal aliado regional: Bachar el Asad. El general Qasem Soleimani movilizó a una suerte de brigadas internacionales chiíes procedentes del Líbano, Irak, Irán, Pakistán y Afganistán que llegaron a sumar 50.000 efectivos y que fueron decisivas para el mantenimiento en el poder del presidente sirio. El líder opositor Riad Hijab, primer ministro hasta 2012, llegó a denunciar hace unos años: “Siria está ocupada por el régimen iraní: la persona que dirige el país no es El Asad, sino Soleimani”.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #444444; font-stretch: inherit; font-variant-east-asian: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin-bottom: 2.188rem; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">En la defensa del régimen sirio también desempeñaron un papel significativo las milicias libanesas de Hezbolá, dirigidas por el jeque Hasán Nasralá. Esta organización ha sobrevivido a numerosas ofensivas por parte del poderoso ejército israelí y ha consolidado su posición interna con la entrada en el Parlamento libanés, donde sus 13 diputados disponen de una minoría de bloqueo para torpedear cualquier medida contraria a sus intereses. A pesar de que el Acuerdo de Taif que puso fin a la guerra libanesa en 1989 demandara el desarme de todas las milicias libanesas, lo cierto es que Hezbolá ha conseguido blindar su ala militar pese a las numerosas voces que reclaman su desarticulación.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #444444; font-stretch: inherit; font-variant-east-asian: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin-bottom: 2.188rem; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">En Irak, el régimen iraní aprovechó la caída de Mosul y la proclamación de un califato yihadista por el denominado Estado Islámico en 2014 para crear las Fuerzas de Movilización Popular, en las que se integraron una treintena de milicias armadas chiíes, que paulatinamente fueron desplazando al propio Ejército iraquí en sus funciones y tuvieron un papel clave en la derrota del mencionado grupo terrorista. A pesar de que el primer ministro Adel Abdul Mahdi es teóricamente comandante en jefe de todas las fuerzas armadas según la Constitución iraquí, lo cierto es que las Fuerzas de Movilización Popular siguen disfrutando de un amplio margen de maniobra y mantienen unos estrechos vínculos con la Guardia Revolucionaria iraní, tal y como prueba que su <em style="border: 0px; box-sizing: border-box; font-stretch: inherit; font-variant: inherit; font-weight: inherit; line-height: inherit; margin: 0px; padding: 0px; vertical-align: baseline;">número dos</em> Abu Mahdi al Muhandis acompañara a Qasem Soleimani cuando fue abatido por un misil estadounidense.</span></div>
<div style="background-color: white; border: 0px; box-sizing: border-box; color: #444444; font-stretch: inherit; font-variant-east-asian: inherit; font-variant-numeric: inherit; line-height: inherit; margin-bottom: 2.188rem; padding: 0px; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Este expansionismo iraní ha sido reiteradamente denunciado por Israel y Arabia Saudí. De ahí que la Administración de Trump haya exigido en los últimos meses que el régimen iraní interrumpa su respaldo a dichas milicias chiíes, que han sido incluidas en la lista de organizaciones terroristas del Departamento de Estado norteamericano. Aunque la imposición de sanciones ha colocado en una situación extremadamente delicada a Irán, lo cierto es que no ha sido suficiente para obligarle a revisar su postura. De hecho, el asesinato de Soleimani no tiene por qué significar el fin de las injerencias iraníes en los asuntos domésticos de sus vecinos árabes. La experiencia pasada nos demuestra que los asesinatos selectivos no contribuirán a resolver los problemas estructurales de Oriente Próximo, sino que más bien los agudizarán. Apostar única y exclusivamente por la vía militar tan solo contribuirá a cronificar los conflictos e intensificar las rivalidades regionales.</span></div>
</div>
Ignacio Álvarez-Ossoriohttp://www.blogger.com/profile/04898622516629492831noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7347482998390177079.post-5579671743517361352019-03-15T13:31:00.001+01:002019-03-15T13:36:41.710+01:00Siria: ni olvido, ni perdón<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">El horizonte comienza a
despejarse en Siria. Después de ocho años de devastadora guerra y cruentos
combates parece claro que Bashar Al Asad ha logrado superar con éxito su
particular travesía del desierto e imponerse a sus rivales. Aunque por el
momento sólo controla dos terceras partes del territorio, tan sólo es una
cuestión de tiempo que se haga con resto del país. Esta victoria no hubiera
sido posible sin la determinante ayuda de Rusia e Irán, sus dos aliados
estratégicos que ahora reclaman su parte del botín. En los últimos meses ambos
países se han repartido, no siempre de manera amistosa, la explotación futura de
los campos de petróleo y gas, las minas de fosfatos y las licencias de telefonía
móvil, para intentar recuperar, al menos, una parte del dinero invertido en
mantener a flote a Al Asad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">La heterogénea oposición es
consciente de que la hora de su derrota definitiva se aproxima. Desde la
pérdida de Alepo en otoño de 2015 no ha dejado de perder posiciones. Hoy en
día, los diferentes grupos rebeldes se encuentran atrincherados en la provincia
de Idlib, donde esperan el asalto final del régimen sirio. Un precario alto el
fuego, que en las últimas semanas ha sido violado de manera sistemática,
protege este último bastión controlado por el antiguo Frente Al Nusra. Su caída
provocaría un nuevo éxodo masivo, ya que Idlib acoge a decenas de miles de
desplazados internos huidos de los últimos bastiones rebeldes tras su captura
por el régimen. Turquía, que ya acoge a tres millones de refugiados sirios, es
el menos interesado en una nueva crisis humanitaria en la zona, de ahí sus
intentos por evitar la ofensiva final que, por el momento, ha sido congelada
por Rusia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div style="text-align: center;">
<o:p><span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;"> </span></o:p><img alt="Vista general de los edificios dañados en Ghouta (Siria). REUTERS / Omar Sanadiki" src="https://www.publico.es/files/article_main/uploads/2019/03/14/5c8aba7b8399c.jpg" /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Las malas noticias nunca llegan
solas. A la pérdida de territorio ha de sumarse el progresivo abandono del que
han sido objeto los grupos rebeldes por parte de sus antiguos patrocinadores.
Los países del Golfo, que antaño les regaron con sus petrodólares, han
interrumpido su financiación de manera abrupta y, lo que es peor, han empezado
a allanar el terreno para normalizar sus relaciones con el régimen sirio.
Emiratos Árabes Unidos y Bahréin ya han reabierto sus embajadas en Damasco y,
tarde o temprano, Arabia Saudí hará lo propio. Unos y otros parecen haber
arrojado la toalla y ahora buscan coartadas para rehabilitar a Al Asad. Una de las
más repetidas en las capitales del Golfo en los últimos meses es que este paso
ayudaría a contener el avance regional de Irán, su principal enemigo, algo difícil
de creer si tenemos en cuenta la estrecha relación entre Damasco y Teherán
desde la década de los ochenta.</span></div>
<a name='more'></a><br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Por otra parte, el autodenominado
Estado Islámico se ha desmoronado de manera estrepitosa gracias a la presión de
las Fuerzas Democráticas Sirias, dominadas por las milicias kurdas, y la
coalición internacional capitaneada por Estados Unidos. En los próximos meses
tendrá que dirimirse el futuro del Kurdistán sirio, donde se han hecho fuertes
las Unidades de Defensa Popular. Su control del territorio les ha permitido
instaurar una amplia autonomía kurda en los últimos años, pero no parece
factible que el régimen vaya a aceptar el establecimiento de un Estado federal,
tal y como pretenden.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Mientras estos movimientos se dan
entre bastidores, la Unión Europea confía que un eventual fin del conflicto
cree las condiciones necesarias para el retorno gradual de los refugiados. En
total, seis millones de sirios han abandonado su país en el curso de los
últimos años. Turquía, Líbano y Jordania, que comparten fronteras con Siria,
han sido los países que más refugiados han acogido. En verano de 2015, un
millón de sirios entró en Europa ante el agravamiento de la situación sobre el
terreno. No obstante, las expectativas europeas no tienen en cuenta que, hoy
por hoy, no se dan las condiciones mínimas para un retorno seguro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">Un informe publicado por el Banco
Mundial en 2017 constataba que casi un tercio de los hogares sirios habían sido
dañados o destruidos en el curso de la guerra. Además, el 80% de la población
vive bajo el umbral de la pobreza y más del 50% está desempleada. La economía
siria se encuentra en un estado calamitoso, tal y como evidencia que el PIB se
haya desmoronado de los 60.000 millones de dólares de 2010 a los 15.000 de
2016. Los hospitales y las escuelas han sido objeto de reiterados ataques y una
parte significativa de los profesores y los médicos han abandonado el país, lo
que crea problemas añadidos para la escolarización y la atención sanitaria. A
lo anteriormente dicho debe sumarse el ambiente irrespirable existente en el
país, dado que el régimen ha emprendido una auténtica caza de brujas contra
todos los sospechosos de haber simpatizado con la oposición o los rebeldes,
aprobando leyes para encarcelarles y decomisar todos sus bienes. El mensaje que
pretende lanzar Al Asad es que no habrá ni olvido ni perdón.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif; font-size: large;">El retorno también depende de la
reconstrucción del país, que según el Banco Mundial costaría, al menos, 300.000
millones de dólares. El régimen asadista pretende sacar tajada de la
reconstrucción, repartiendo los proyectos entre sus principales aliados y el
propio entorno familiar de Al Asad. En este sentido es pertinente recordar que
la organización Transparencia Internacional considera a Siria como el tercer
país más corrupto del mundo. Ni Rusia ni Irán están en condiciones de afrontar un
esfuerzo de esta envergadura. Tampoco parece contar con el apoyo de las
petromonarquías del Golfo o la Unión Europea mientras el dictador sirio se
mantenga en el poder. </span><o:p></o:p></div>
<br /></div>
Ignacio Álvarez-Ossoriohttp://www.blogger.com/profile/04898622516629492831noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7347482998390177079.post-59929337114369327102019-01-24T10:50:00.004+01:002019-01-24T10:50:51.782+01:00La crisis de Oriente Medio: un enfoque transversal<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: large;">El 3 de diciembre del pasado año participé en el debate La Cuestión Palpitante de la <a href="https://www.march.es/conferencias/detalle.aspx?p5=100379">Fundación Juan March</a>. </span><span style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: large;">Lourdes Vidal de Instituto Europeo del Mediterráneo (IEMed) y yo abordamos las crisis de Oriente Medio desde un enfoque transversal, pasando repaso a lo ocurrido en la región tras la Primavera Árabe. Hablamos de </span><span style="background-color: white; color: #151515; font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: large;">la expansión de los movimientos yihadistas transnacionales (de Al Qaeda al ISIS), la proliferación de Estados árabes fallidos (no solo Iraq y Siria, sino también Libia y Yemen), el reforzamiento del autoritarismo (Egipto), los conflictos enquistados (Palestina) y la pugna que libran Irán y Arabia Saudí por el control de la zona, teniendo como consecuencia la intensificación del sectarismo. Aquí os dejo el video de la sesión</span></div>
<div style="text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="270" src="https://www.youtube.com/embed/OKk0uyZ8j-M" style="font-family: Georgia, "Times New Roman", serif; font-size: x-large;" width="480"></iframe></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
Ignacio Álvarez-Ossoriohttp://www.blogger.com/profile/04898622516629492831noreply@blogger.com0