La resistencia civil siria

Pese a la militarización de la revuelta siria contra el régimen de Bashar al-Asad y pese a la creciente penetración de grupos yihadistas regionales en el interior del país, la resistencia civil siria sigue existiendo sobre el terrerno. Leila Shroms aborda su situación en el artículo "La base social de la oposición civil siria" publicado recientemente en Viento Sur y traducido del inglés por Faustino Eguberri.
 
"Lo que ha dominado el discurso sobre Siria son las discusiones sobre la militarización, la islamización, el sectarismo y las preocupaciones geopolíticas. En cambio, ha habido relativamente poca atención a la base social de la oposición civil. En el exterior de Siria, la ignorancia de los y las militantes que quieren manifestar su solidaridad con los revolucionarios de Siria les lleva a no saber por donde empezar.
 
Este artículo intentará presentar algunas de las numerosas iniciativas de resistencia civil que se desarrollan sobre el terreno y mostrar los esfuerzos desplegados por los revolucionarios en el terreno de la autoorganización. En ningún caso, no es exhaustivo. Se centra en las iniciativas que no están vinculadas a un partido político o a agrupaciones religiosas. Hay que recordar que antes de marzo de 2011, Siria no tenía sociedad civil funcional puesto que los derechos de libertad de expresión, de reunión y de asociación eran muy limitados, con graves consecuencias para quienes no acataban dichas restricciones.
 
¿Cuál es la base social de la oposición civil? El núcleo de ésta es la juventud -principalmente los jóvenes trabajadores y los provenientes de las clases medias- en la cual las mujeres y los diferentes grupos étnicos y religiosos juegan un papel activo. Muchos de esos militantes permanecen al margen de las afiliaciones ideológicas y políticas tradicionales, pero están motivados por aspiraciones de libertad, dignidad, justicia social y a favor de los derechos humanos fundamentales.
 
Los comités locales y los consejos locales
La principal forma de organización revolucionaria en Siria se sitúa a nivel local, a través del trabajo de los comités locales y de los consejos locales. Éstos han sido influenciados por el trabajo del anarquista sirio Omar Aziz, que defendió que para los revolucionarios era incompatible participar en manifestaciones y luego volver a su vida cotidiana en el seno de las estructuras jerárquicas y autoritarias impuestas por el Estado. Aziz estimó que la actividad revolucionaria debe impregnar todos los aspectos de la vida y abogó por cambios radicales en las relaciones sociales y la organización. Llamó a la organización autónoma y no jerárquica y a la autogobernanza, basada en los principios de cooperación, solidaridad y ayuda mutua. Junto con sus camaradas, fundó el primer comité local en Barzeh, Damasco.
 
A día de hoy, existen centenares de comités y de coordinadoras locales en los barrios y ciudades del país. En los comités locales, los militantes revolucionarios asumen numerosas tareas: documentar e informar sobre las violaciones de derechos ejercidas por el régimen (y también, cada vez más, por los miembros de la oposición), organizar la protesta y la desobediencia civil (acciones de huelga, iniciativas contra el pago de impuestos) y recolectar y hacer llegar la ayuda y los paquetes humanitarios a las zonas bombardeadas y asediadas.
 
Actúan sobre la base de una organización horizontal, de grupos sin líderes, compuestos de personas que emergen de todos los segmentos de la sociedad. Estando organizados a nivel local, han construido redes de solidaridad y de ayuda mutua en todo el país.
 
Los consejos locales fueron establecidos sobre la base de ciudades y distritos. Hay 128 para el conjunto de Siria. A menudo, son estructuras que aseguran la administración civil básica en zonas que han sido liberadas del Estado, pero también en zonas que están aún bajo el control del mismo. Esos consejos aseguran los servicios básicos que están coordinados por los comités locales, en colaboración con los grupos de resistencia armados. Principalmente aplican un modelo de democracia representativa y organizan elecciones locales libres, que se desarrollaron en las zonas en que se establecieron los comités, lo que no fue posible en Siria durante los cuatro decenios del régimen del Baas.
 The Local Coordination Committees of Syria (LCC) is a network of 70 coordination groups (tansiqiyat) operated by media and street activists connected to the grassroots revolt inside Syria. Since March 2011, the LCC has played a key role in organizing anti-regime demonstrations and disseminating information about the revolution.
Algunos de los consejos reorganizan la elección de representantes cada tres meses y no nombran jefe alguno. A medida que la situación humanitaria se ha ido deteriorando han adquirido un papel cada vez más vital, pero deben hacer frente a numerosos desafíos. La escasez de recursos ha llevado a algunos a suspender sus trabajos, como en Alepo. En un llamamiento en apoyo de los consejos locales, la militante de los derechos humanos, Razan Zaitouneh, decía: “No podemos continuar pidiendo a los consejos locales que jueguen su papel sin proporcionales el apoyo y sin poner en marcha una planificación que les permita continuar proporcionando aunque no sea más que la ayuda más simple para permitir a los civiles sobrevivir en la zonas en estado de sitio y sometidas a los bombardeos. Entre las actividades que aseguran está el proporcionar agua potable, realizar la recogida de basuras en las zonas habitadas, y tienen proyectos de proporcionar alimentos en el interior de las zonas asediadas que, están expuestas al hambre”.
 
Esto también pone en evidencia la falta de recursos que somete a los consejos locales a la influencia de los grupos armados; por ello insisten en que la ayuda es necesaria para que puedan “permitirse ser independientes de los partidos que intentan armar la región y establecer su autoridad sobre el terreno en lugar de permitir (a los consejos) tener toda la neutralidad posible y tomar decisiones independientes”. Sería el caso, entre otros, de los consejos locales de Manbej y Alepo cuyo trabajo ha sido suspendido como muestra de protesta contra los excesos de los militantes yihadistas del grupo ISIS. Algunos consejos locales han tenido más éxito y posibilidades de ampliarse que otros, que han sido, por su parte, presa de luchas intestinas o se han visto incapaces de librarse de las estructuras burocráticas del antiguo régimen.
 
Mientras que la principal base de las actividades se organiza a nivel local, hay un cierto número de grupos de coordinación que han emergido para coordinar una puesta en red a nivel regional y nacional. Éstos comprenden la Coordinadora de los Comités Locales (LCC), los Comités de Acción Nacional (CCN), la Federación de Comités de Coordinación de la Revolución Siria (FCC) y la Comisión General de la Revolución Siria (SRGC). Ninguno de esos grupos representa al conjunto de las comisiones y consejos locales, que tienen diferentes estructuras organizativas. El grado de compromiso o de no compromiso con la oposición política formal son cada vez diferentes.
 
Por ejemplo, la Coordinadora de los Comités Locales se compone de 14 comités locales. Se trata de una red descentralizada de jóvenes militantes de orígenes étnicos, sociales y religiosos diferentes, que se concentra en la organización de campañas de desobediencia civil y en la información de los medios. Igualmente, proporcionan ayuda humanitaria, como la distribución de paquetes de alimentos y de material médico básico, para la que cuentan con donaciones individuales. Esta coordinadora está opuesta a la resistencia armada local y a la intervención militar internacional. Aunque no se identifique políticamente, es uno de los raros grupos locales de oposición que participa en la Coalición Nacional Siria (oposición burguesa en el exilio).
 
La campaña más reciente de la LCC es consecuencia del ataque químico en Ghoutta en agosto de 2013. Denunciaron la utilización de armas químicas y llamaron a las Naciones Unidas a poner en marcha un proceso de investigación. Todas las semanas había manifestaciones con militantes que llevaban pancartas con esos mensajes. En julio de 2013, llevaron a cabo una campaña llamando a la gente a no apartarse de los objetivos iniciales de la revolución y condenado las acciones de los señores de guerra que, en su opinión, actúan únicamente por fines personales y se han convertido en algo tan malo como el régimen".

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