Yazira I: los papeles palestinos
Después de las revelaciones de Wikileaks, ahora le llega el turno a los 1.600 documentos secretos de las negociaciones palestino-israelíes que Al-Yazira ha empezado a desvelar el pasado domingo en colaboración con The Guardian. Altos responsables palestinos, entre ellos el máximo negociador Saeb Erekat han descalficado este movimiento diciendo que "no son fieles a la realidad". No es de extrañar, puesto que su posición queda seriamente dañada pues habría presentado notables concesiones a la parte israelí, sobre todo en torno al futuro de Jerusalén Este. Varios analistas han interpretado que la revelación de dichos documentos podría poner en una situación extremadamente delicada a la Autoridad Palestina.
Quizás lo más interesante de los desvelado ayer sean las declaraciones de Tzipi Livni, ahora la principal opositora del Gobierno de Netanyahu, que abiertamente reconocer ante sus interlocutores palestinos cuál es la estrategia israelí: "Israel toma cada vez más tierra, así que el Estado palestino será imposible... La política israelí es tomar más y más tierras día tras día. Llegará el día que veremos en que será imposible: ya tendremos la tierra y no podremos crear el Estado... Es la política del gobierno desde hace largo tiempo".
Las primeras revelaciones se centran en las negociaciones que tuvieron lugar tras la Conferencia de Anápolis de 2007, en el curso de la cual israelíes y palestinos se comprometieron ante el presidente Bush a alcanzar un acuerdo defintivo en el plazo de un año. Según los documentos, la Autoridad Palestina habría aceptado la anexión por Israel de buena parte de los asentamientos construidos en las últimas cuatro décadas (incluidos Ma’ale Adumim, Ariel y Kedumim, aunque se habría negado a ceder Har Homa, situado entre Jerusalén Este y Belén). Ehud Olmert pretendía anexar al menos un 10% del territorio cisjordano y, a cambio, ofreció territorios adyacentes a Cisjordania y la Franja de Gaza.
Quizás lo más interesante de los desvelado ayer sean las declaraciones de Tzipi Livni, ahora la principal opositora del Gobierno de Netanyahu, que abiertamente reconocer ante sus interlocutores palestinos cuál es la estrategia israelí: "Israel toma cada vez más tierra, así que el Estado palestino será imposible... La política israelí es tomar más y más tierras día tras día. Llegará el día que veremos en que será imposible: ya tendremos la tierra y no podremos crear el Estado... Es la política del gobierno desde hace largo tiempo".
Las primeras revelaciones se centran en las negociaciones que tuvieron lugar tras la Conferencia de Anápolis de 2007, en el curso de la cual israelíes y palestinos se comprometieron ante el presidente Bush a alcanzar un acuerdo defintivo en el plazo de un año. Según los documentos, la Autoridad Palestina habría aceptado la anexión por Israel de buena parte de los asentamientos construidos en las últimas cuatro décadas (incluidos Ma’ale Adumim, Ariel y Kedumim, aunque se habría negado a ceder Har Homa, situado entre Jerusalén Este y Belén). Ehud Olmert pretendía anexar al menos un 10% del territorio cisjordano y, a cambio, ofreció territorios adyacentes a Cisjordania y la Franja de Gaza.
En un encuentro celebrado el 16 de noviembre de 2008 el presidente Mahmud Abbas habría planteado diferentes preguntas relacionadas con la compensación que recibiría la parte palestina por ceder los asentamientos de Ariel, Maale Adumim, Givat Zeev y Efrat, que dañan la continuidad territorial y, en consecuencia, la propia viabilidad del Estado palestino, ya que dejan los acuíferos del lado israelí. Además preguntó a Olmert si el intercambio del territorio sería completamente recíproco: del mismo tamaño y valor.
En cuanto a la Explanada de las Mezquitas, su situación sería negociada entre las partes en un futuro. Olmert propuso la creación de un comité especial integrado por EEUU, Arabia Saudí, Jordania y Egipto para supervisar el acuerdo. La Franja de Gaza y Cisjordania estarían unidas por un corredor que quedaría bajo control palestino, pero bajo soberanía israelí. Una nueva carretera comunicaría Ramallah y Belén sin pasar por Jerusalén Este.
En definitiva: nada nuevo bajo el sol, ya que Israel, parte fuerte de la ecuación, conseguiría que buena parte de sus condiciones fueran aceptadas por una Autoridad Palestina en horas bajas y con un fuerte déficit de legitimidad popular. El muro de separación, el último eslabón de la política de hechos consumados aplicada en las últimas cuatro décadas por Israel se convertiría así en la nueva frontera de Israel, y ello a pesar de que la opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia de La Haya considera que es ilegal y contrario al Derecho Internacional.
Hola, Ignacio:
ResponderEliminarSupongo que esos papeles comprometen la imagen del gobierno palestino ante la Liga Árabe y el resto de gobiernos árabes. ¿Has leído algo al respecto? ¿Algún dirigente árabe ha hecho declaraciones?
Saludos
Los dirigentes de la ANP juran y perjuran que las declaraciones están extraídas de su contexto y que no hay nada nuevo que no conocieran los dirigentes árabes (en referencia a Arabia Saudí y Egipto). Muchas de las informaciones ya habían transcendido en filtraciones, pero lo que causa perpejlidad es el clima de compadreo entre israelíes y palestinos, sobre todo porque los primeros siempre ganan y los segundos siempre pierden. No descartaría que esto fuera la gota que colmase el vaso...
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