El conflicto del gas

En las últimas semanas vienen apareciendo en la prensa internacional noticias en torno a la posibilidad de que las tensiones por la repartición de los recursos energéticos hallados en el oeste del mar Mediterráneo acaben por provocar una nueva guerra entre Israel y sus vecinos. Según parece, las prospecciones desarrolladas por el consorcio norteamericano-israelí integrado por las compañías Noble Energy y Delek han tenido éxito y en diciembre pasado se encontró un importante yacimiento de gas a los que se ha dado el nombre de Leviatán, que tendría 450.000 millones de metros cúbicos de gas. Este hallazgo se vendría a sumar a los pozos de Tamar, Dalit, Noa y Mari hallados con anterioridad.

Este fin de semana, el diario El País publicaba un interesante artículo con el título "El maldito gas preocupa a Israel" firmado por su corresponsal en Jerusalén Enric González. En él se decía que el nuevo hallazgo representa un negocio de más de 300.000 millones de euros: "Las plataformas de extracción estarán frente a Haifa, a unas 100 millas náuticas de la costa y en aguas territoriales israelíes, pero los yacimientos se extienden hacia el norte y parte de ellos se encuentran bajo aguas libanesas. Líbano, que está en guerra con Israel, ha pedido a la ONU que salvaguarde su parte del gas y evite que Israel se lo lleve todo. Israel no piensa ceder un metro cúbico a un país enemigo. Para acabar de complicar las cosas, también podrían reclamar su parte del gas Gaza (el extremo sur de la bolsa está frente a sus costas) y la república turca del norte de Chipre. Si se busca una excusa para que vuelvan a volar los misiles, esta es casi perfecta".
El pasado 12 de enero el Now Lebanon  publicaba el artículo "Lebanon stalls on oil and gas exploration" en el que Mona Alami señalaba: "Mientras que Israel, su vecino del sur, ha iniciado la exploración de dos reservas de gas, Líbano todavía no ha designado a los miembros del órgano administrativo encargado de estudiar el asunto y delimitar sus fronteras marítimas con su tradicional enemigo. El asunto más importante que Líbano debe resolver es la delimitación de su Zona Económica Exclusiva (ZEE), localizada más allá de las aguas territoriales sobre las cuales el país tiene derechos soberanos que cubren la exploración, la explotación, la conservación y la gestión de los recursos naturales. Mientras las aguas territoriales se extienden a 12 millas náuticas, la ZEE generalmente abarca 200 millas náuticas o 370 kilómetros más allá de la costa libanesa". Según el Derecho Intenacional, la ZEE debe ser delimitada entre los países vecinos por tratados, algo improbable dado que Israel y Líbano no mantienen relaciones diplomáticas y, además, están técnicamente en guerra.

En el caso del petróleo libanés, las compañías Spectrum y Petroleum Geo-Services han llevado a cabo estudios geológicos para concluir que existen reservas tanto de petróleo como de gas. Según Alami, "un informe del Servicio Geológico de EEUU presentado recientemente por el geólogo Gilbert el-Kareh mostró que las estimaciones 'preliminares en toda la Cuenca Levante cifró en casi 608 millones de barriles de petróleo, 44.560 millones de metros cúbicos de gas y 1.107 barriles de gas natural'. Pese a ello, hasta este año el gobierno libanés no redactó y aprobó una nueva ley sobre la exploración y explotación de los fondos marinos del Líbano".

También en la costa de Gaza hay importantes yacimientos de gas. De hecho, un artículo de Michel Chossudivsky publicado por Rebelión llevaba el expresivo título "La invasión israelí de Gaza y los yacimientos marinos de gas". En él se señala: "En noviembre de 1999, la Autoridad Palestina firmó con British Gas del grupo BP y con su asociada, con sede en Atenas, Consolidated Contractors International Company -propiedad de las familias libanesas Sabbagh y Koury-, un acuerdo en el que les concedía los derechos de explotación de gas y petróleo por 25 años. Los derechos sobre los yacimientos de gas offshore se repartieron en un 60% para British Gas (BG), un 30% para Consolidated Contractors (CC) y un 10% para los fondos de inversión de la Autoridad Palestina (Haaretz, 21 de octubre de 2007). El acuerdo PA-BG-CCC incluía la explotación de los yacimientos y la construcción de un gasoducto (Middle East Economic Digest, 5 de enero de 2001). La licencia de BG cubre toda la zona marítima de la franja de Gaza, que es contigua a varias instalaciones israelíes offshore de gas (Ver el mapa más abajo). Y es oportuno señalar que el 60% de las reservas de gas a lo largo de la costa de Gaza e Israel pertenecen a Palestina.  BG Group perforó dos pozos en 2000: Gaza Marine-1 y Gaza Marine-2. British Gas considera que las reservas están en el orden de 1,4 billones de pies cúbicos (más de 39.000 millones de m3), con un valor aproximado de 4.000 millones de dólares. Estas son las cifras que publicó British Gas. Pero el tamaño de las reservas palestinas de gas podría ser mucho mayor".

Comentarios

  1. Entonces, para cuando una nueva guerra?

    ResponderEliminar
  2. Aunque el gas es importante, es imposible que Líbano lance una guerra contra Israel dada su manifiesta inferioridad armamentística. Intentará que la ONU se pronuncie al respecto. Lo que si es más probable es que Israel, en el caso improbable de ser presionada para que acepte un Estado palestino por la comunidad internacional, opte por lanzar una ofensiva contra Gaza, Líbano, Siria o Irán, que serviría como cortina de humo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares