Yazira II: más y más concesiones palestinas
Los papeles palestinos que están desvelando estos días Al Yazira y The Guardian pueden provocar un auténtico terremoto político en la escena palestina, colocando en una delicada situación a Mahmud Abbas y a su equipo negociador. Aunque muchos de sus detalles ya habían trascendido parcialmente en los últimos años, ahora queda constancia pública de la desastrosa gestión que la Autoridad Palestina ha realizado del proceso de paz, presentando una concesión tras otra sin obtener nada a cambio de Israel.
Según las nuevas revelaciones, el equipo negociador palestino habría aceptado abandonar el derecho al retorno de los 4.500.000 refugiados que contabiliza la UNRWA por una mera reagrupación familiar de 10.000 (1.000 por año durante una década). La ex secretaria de Estado Condooleeza Rice habría ido más allá sugiriendo que parte de los refugiados podrían ser reasentados en países de América Latina (Chile y Argentina, que cuentan con importantes comunidades de origen árabe desde hace un siglo), desdiciéndose por lo tanto de los compromisos asumidos por EEUU en Camp David en 2000 en torno a la admisión de 100.000 refugiados procedentes de Líbano en su país.
El equipo negociador también habría aceptado, como exige ahora el Gobierno de Netanyahu, que Israel sea reconocido como Estado judío, de tal manera que los 1.300.000 palestinos que viven en Israel quedan en una situación extremadamente delicada en la que sus derechos podrían sufrir nuevos menoscabos. Saeb Erekat no pareció conceder excesiva importancia a este asunto, ya que habría respondido a sus interlocutores: "Si quieres denominar Estado judío a tu estado, puedes hacerlo cuando quieras".
Tzipi Livni, ex ministra israelí de AAEEE, habría llegado a proponer que algunas poblaciones árabes fronterizas (entre otras Barka, Barta al Sharqiya, Barta al Garbiya, Betil, Beit Safafa…) pasaran a formar parte del Estado palestino dentro del intercambio de territorios a realizarse, aceptando así las propuesta de 'transfer' planteadas por los sectores ultras encabezados por Avigdor Lieberman. Ahmad Qurei, uno de los máximos negociadores palestinos, habría advertido que esto pondría a la población palestina de Israel contra el acuerdo.
El equipo negociador también habría aceptado, como exige ahora el Gobierno de Netanyahu, que Israel sea reconocido como Estado judío, de tal manera que los 1.300.000 palestinos que viven en Israel quedan en una situación extremadamente delicada en la que sus derechos podrían sufrir nuevos menoscabos. Saeb Erekat no pareció conceder excesiva importancia a este asunto, ya que habría respondido a sus interlocutores: "Si quieres denominar Estado judío a tu estado, puedes hacerlo cuando quieras".
Tzipi Livni, ex ministra israelí de AAEEE, habría llegado a proponer que algunas poblaciones árabes fronterizas (entre otras Barka, Barta al Sharqiya, Barta al Garbiya, Betil, Beit Safafa…) pasaran a formar parte del Estado palestino dentro del intercambio de territorios a realizarse, aceptando así las propuesta de 'transfer' planteadas por los sectores ultras encabezados por Avigdor Lieberman. Ahmad Qurei, uno de los máximos negociadores palestinos, habría advertido que esto pondría a la población palestina de Israel contra el acuerdo.
Todas estas filtraciones contrastan con las posiciones oficialmente defendidas por la Autoridad Palestina y colocan a su liderazgo en una delicada situación. No es de extrañar que EEUU dejase claro que no aceptaría otro interlocutor que no fuera Mahmud Abbas, dando por sentado que no sería fácil encontrar a un negociador tan receptivo a las demandas planteadas por Israel. Hamas ha señalado, por su parte, que antes de pronunciarse estudiará en profundidad los documentos palestinos, pero uno de sus portavoces, Salah Bardawil, ha señalado: "El problema ahora no es entre Fatah y Hamas, sino entre el pueblo y los negociadores palestinos".
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