La estrella ascendente del firmamento israelí

El multimillonario Naftali Bennett es la estrella ascendente de la política israelí. Al frente de Casa Judía, heredero del Partido Nacional Religioso, aspira no sólo, tal y como venía siendo habitual, a captar el voto de los colonos sino también a atraer a los sectores más halcones de la coalición gobernante Likud-Beitenu, dirigida por el primer ministro Benjamin Netanyahu y el exministro de Asuntos Exteriores Avigdor Liebermann. Algunos de los sondeos le colocan como segunda fuerza política, incluso por delante del Partido Laborista, y triplicando sus escaños actuales.

The Guardian entrevista a Bennett. Quizás lo más sorprendente, y lo que hace más atractivo ante el electorado israelí, es la mezcla de claridad y contundencia en su mensaje. Al contrario que Netanyahu, acostumbrado a medir sus palabras ante la prensa internacional, Bennet no rehúye los asuntos más delicados ni maneja un doble lenguaje dentro y fuera del país. Entre sus demandas está la de llevar a la práctica el Plan Sharon, consistente en anexar, de manera inmediata y unilateral, un 60% de Cisjordania (las denominadas zonas C de los Acuerdos de Oslo).
A continuación reproducimos algunos fragmentos de la entrevista, que no tiene desperdicio:

- "No va a haber un Estado palestino dentro de la reducida tierra de Israel... Simplemente no va a suceder. Un Estado palestino sería un desastre para los próximos 200 años...Si entregamos [Cisjordania] a los árabes, la vida aquí será miserable y habrá un conflicto constante durante los próximos 200 años... Quiero que el mundo entienda que un Estado palestino significa que no habrá Estado israelí. Esa es la ecuación".

- Bennett defiende la anexión del 60% de Cisjordania y no le preocupa la reacción de la comunidad internacional: "No acepto que sea ilegal según el Derecho Internacional, pero considero que el mundo no reconocería [dicha anexión]. Pero el mundo no ha reconocido a Jerusalén como nuestra capital, o al Muro de las Lamentaciones, como parte de Israel, así que sería otra parte más que el mundo no reconoce".

- Las críticas internacionales ante la colonización "son resultado de la ignorancia y el desconocimiento de nuestros amigos europeos y es también el resultado de una política confusa de nuestro propio gobierno, que envía mensajes contradictorios. Usted puede estar de acuerdo o en desacuerdo con mis opiniones, pero yo soy muy claro: un Estado palestino sería un desastre para los próximos 200 años y provocaría un conflicto permanente. Nos enfrentamos a una entidad musulmana que quiere destruir a Israel".

- "La cuestión israelo-palestina es un asunto del que podemos estar hablando de por vida sin llegar nunca a ninguna parte. Puedo perder los próximos cuatro años parloteando sobre Israel y los palestinos o, como alternativa, decir que es irresoluble y elaborar un modus vivendi con nuestros vecinos lo mejor que podamos. Durante muchos años, Israel ha sido tomada como rehén por este conflicto".

Para realizar un seguimiento de las elecciones israelíes se recomienda consultar la revista electrónica 972 Magazine y su sección dedicada a los sondeos.

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