Wikileaks XI: Mubarak II de Egipto

El 14 de mayo de 2007, la Embajada de EEUU en El Cairo emite un despacho confidencial (07CAIRO1417) sobre las posibilidades de que Gamal Mubarak, hijo del actual presidente Hosni, acabe asumiendo la presidencia de Egipto. Tras leer el informe queda claro que EEUU podría estar interesado en la llegada de Gamal Mubarak al poder, dado que la elección de algún miembro de la 'vieja guardia' (Omar Soleiman y Amro Musa incluidos) tan sólo retrasaría la necesaria renovación generacional del régimen, por otra parte indispensable para garantizar la estabilidad del país a medio y largo plazo y, por supuesto, para prolongar en el tiempo la alianza entre Washington y El Cairo.
gamal - AP - November 28, 2010
El sumario del informe dice textualmente: "A pesar de las incesantes discusiones, nadie en Egipto sabe con certeza quién sucederá a Mubarak o cómo se desarrollará el proceso de sucesión. El propio Mubarak parece haberse confiado a Dios y a los servicios de seguridad militares y civiles para garantizar una transición ordenada. En el actual contexto político, los pretendientes más probables son Gamal Mubarak (con cada vez un mayor peso dentro del gobernante Partido Nacional Democrático), el jefe de los servicios secretos Omar Suleiman, el secretario general de la Liga Árabe Amro Musa o algún militar de alto rango todavía por conocer. Quienquiera que se convierta en el próximo presidente egipcio será más débil que Mubarak. Una vez que asuma su puesto, su principal prioridad será ganarse el apoyo popular. Por eso tenemos que esperar que el nuevo presidente adopte una retórica antiamericana en sus primeras comparecencias públicas en un intento de demostrar sus credenciales nacionalistas al público egipcio y que, posiblemente, ofrezca una rama de olivo a los Hermanos Musulmanes, tal y como hicieron otros presidentes egipcias al comienzo de sus mandatos".

El artículo 84 de la Constitución establece que, en caso de fallecimiento de Hosni Mubarak, el nuevo presidente debe ser elegido en un periodo máximo de 60 días, lo que aconseja dejar el tema de la sucesión bien atado para evitar contratiempos de última hora. El artículo 76 señala que todo partido que tenga al menos un 3% de representación en la Asamblea del Pueblo y en el Consejo Consultivo podrá proponer un candidato presidencial. Se entiende, pues, el afán del régimen egipcio en cerrar las puertas de las cámaras a  la oposición en las últimas elecciones. El único resquicio para que surja un candidato independiente es que cuente con el aval de 250 representantes electos (al menos 65 de ellos pertenecientes a la Asamblea del Pueblo). ¿Alguien puede imaginar que los miembros del oficialista PND den la espalda a un candidato oficialista y respalden la candidatura de Muhamad Baradei o de algún candidato islamista?

Aun sin descartar otras opciones, la Embajada de EEUU consdera que el candidato mejor situado es Gamal Mubarak, hijo del actual presidente. A pesar de que en numerosas ocasiones ha señalado que no está interesado en el puesto, su ascenso dentro del oficialista PND confirma sus ambiciones. Sus frecuentes viajes a las principales provincias del país, sus intentos por contar con el apoyo de la 'nueva guardia' del PND y sus frecuentes contactos con líderes internacionales de visita en El Cairo evidencian que no se conformará con un puesto de segunda categoría. El informe prosigue: "Parte de la elite egipcia ve su candidatura como positiva, ya que el probable mantenimiento del statu quo actual redundaría en beneficio de sus negocios y de sus intereses políticos. Dados los requerimientos legales para presentar una candidatura y la debilidad de los líderes opositores, actualmente hay pocas personalidades egipcias de talla nacional y con capital político capaces de luchar por la presidencia".

Posiblemente el principal obstáculo en el camino hacia la presidencia de Gamal, concluye el informe, sean las Fuerzas Armadas. Desde el golpe militar de los Oficiales Libres en 1952, todos y cada uno de los presidentes egipcios han sido militares, que han sido los principales valedores de Abdel Naser (1952-1970), Sadat (1970-1981) y Mubarak (1981 hasta hoy). Gamal carece de experiencia militar (ni tan siquiera realizó el servicio militar) y su principal base de poder es su padre. Por eso, la Embajada de EEUU en El Cairo interpreta que el factor tiempo será crucial: "podría ser designado antes de la muerte de Mubarak, una tarea que sería mucho más complicada, aunque no insuperable, una vez que el faraón haya abandonado la escena y las lealtades personales hacia él hayan prescrito".

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